SAM
Si, el trabajo de Neung es muy aburrido. Llevo toda la mañana entre papeles, contratos y juntas. Odio esto, pero odio más que Mon no haya venido ni una sola vez a verme ¿Por qué no viene? ¡La extraño!
—La junta con los socios de China y Japón, será el jueves a las 10:30 am, Aneung tiene la presentación y toda la información, es un proyecto importante así que pone atención, Sam, ¡Sam!
—Si, si, los socios vienen el jueves.
—Debes poner mu ha atención Sam, de ti dependen muchos contratos, en especial del extranjero.
—Ya lo sé, Neung, no te preocupes. Además, la linda de Aneung me va a ayudar —le doy una sonrisa algo coqueta a la chica
—Atenta —me dice Emi hermana algo molesta —no quiero problemas contigo, no molestes a Aneung
—¿Qué? ¿Yo qué hice? —me da una mirada acusadora
—¿Acaso te molesto linda? —pregunto a la chica
—Su nombre es Aneung
—Ya lo sé, pero me es raro. Neung y Aneung ¡Qué coincidencia!
—Pensé lo mismo cuando conocí a Ar-Neung —nos dice regalándonos una tierna sonrisa.
—Si… fue… una casualidad. No importa, Sam, compórtate, tienes novia.
—Lo sé y es hermosa. —digo con lo que seguro es una cara de tonta enamorada
—Entonces, enfócate. Pon atención.
—Pero estoy poniendo atención. Ya sé que la junta con los chinos es el jueves, con los brasileños el martes, el miércoles debo reunirme con papá en un almuerzo con los socios de Singapur, esta tarde tengo reunión con los holandeses y el viernes debo entregar un informe ¿algo más?
—Eso es solo esta semana —me dice con una sonrisa malvada, si esto será aburrido. Y no es que no me guste el trabajo, al contrario, me encanta. Pero odio que mi hermana me diga que debo hacer, por lo general preferirá ser yo quien búsquelos contactos y cierre los negocios. Aquí solo debo dar seguimiento a lo que deja mi hermana.
—No te preocupes Sam, te ayudare en todo lo que sea necesario.
—Gracias Aneung, lo único bueno de esta día ha sido qué me toco una joven y linda asistente. Porque no soportaría una vieja amargada como mi…
—¡Sam!
—Si, como ella —señaló a mi hermana —ya a esa edad se les olvida lo que es la diversión. Pero nosotras si nos divertiremos. —la chica se ríe de mi comentario y veo a mi hermana furiosa.
—Ten, esta es tu agenda del mes, Aneung tiene los detalles —me entrega el cuaderno y la reviso
—Espera, espera ¿Qué es esto? —señalo la anotas que tenia marcadas
—¿Qué? ¿Los viajes? —me dice con una sonrisa malvada y asiento —¿Qué esperabas? Me encargo de las relaciones internacionales y ahora es tu trabajo, así que tendrás que viajar. Mucho
—No, no, no, ese no fue el trato. Yo no puedo viajar, tengo la escuela, Mon, Zury, Mon, no puedo viajar tanto. Nop, olvídalo. —me niego rotundamente a dejar sola Mon en estos momentos. Ella me necesita.
—Lo siento Sam, mis responsabilidades ahora son tuyas. Por Zury no te preocupes, me encargaré de mi hija de ahora en adelante.
—No voy a dejar a mi pequeña y menos a mi novia. —me cruzo de brazos.
—Sam, es tu deber ahora. Tendrás que organizar tus tiempos si quieres ver a tu novia.
—¿Y Zury? ¿A qué hora le leeré su cuento? ¿A qué hora le ayudare con su tarea? ¿Y el sábado de paseo? ¿Y la hora de juegos?
—No te preocupes, todo eso lo puedo hacer yo, tú enfócate en tu trabajo.
—No
—¿Disculpa?
—No soy como tú Neung, no rompo mis promesas. Le prometí a mi pequeña qué jamás la dejaría y que siempre tendría tiempo para ella.
—Sam, no seas infantil. Cumple tus responsabilidades.
—Nada es más importante que Zury. Excepto Mon, claro. —mi hermana suelta un suspiro. Ok, viene un regaño.
—Neung, déjame hablar con mi hermana a solas, por favor.
—¿Neung? —pregunto desconcertada, es extraño oír a mi hermana decir nombre a otra persona.
—Su apodo—ya entiendo. La chica asienta y sale de la oficina —Sam, entiende por favor, te agradezco que hallas cuidado de mi hija todos estos años, pero ya no es necesario, tiene a sus padres y yo
—Te voy a detener ahí —le hago una seña, no la pienso dejar continuar —tú eres su madre, pero desde que la diste a luz la dejaste para trabajar. Querías terminar con el tiempo en la empresa para dedicarte a tu galería o ¿acaso olvidas qué no siquiera querías hijos? ¿Cómo dijiste? Ah si, un bebé arruinara mis planes a futuro, no tendré tiempo. Si no es porque la abuela y papá te convencieron de tenerla, mi pequeña ni siquiera existiría.
—¿De dónde sacas eso? —pregunta desconcertada
—Siempre lo supe Neung, que no hablara no significa que no escuchara. Te escuché hablar con la abuela cuando les dijiste que estabas embarazada.
—¿Lo sabias?
—Desde el inicio, no dije nada porque no quería hacerte sentir culpable por no amar a tu hija.
—Amo a mi hija
—Pero no la deseabas y no me mientas. Porque en cuanto nació, la dejaste conmigo y la abuela. Yo en cambio, la ame desde el momento en que la vi por primera vez y no fue solo porque le pusiste el nombre de nuestra madre.
—Era joven Sam
—¿treinta y un años? Yo tenía diecisiete y jamás la abandone. Jamás abandonaría a un hijo mío. Tú en cambio, apenas estuviste mejor regresaste a trabajar, llegabas cuando Zury ya estaba dormida, dime ¿acaso fuiste a sus festivales? ¿Sabes el nombre de su maestra? ¿Cuál es su cuento favorito? No sabes nada de ella y ahora solo quieres llegar y alejarme, no te lo permito.
—Sam, no quiero quitarte el lugar que te has ganado en la vida de mi hija. Pero yo soy su madre, tengo derecho de pasar tiempo con ella.
—Pues hazlo, pero no a costa de que yo me aleje porque no lo haré.
—Tienes compromisos.
—Y los cumpliré, pero no haré todos estos viajes, a todos esos empresarios les importa tanto o más que a nosotros cerrar un trato. Así que… viajen ellos —digo indiferente.
—Ayúdame, Sam. —me dice con lágrimas en los ojos y ahí todas mis barreras se rompen. —de verdad, quiero enmendar mis errores. Yo… me equivoque, tienes razón, puse mi trabajo antes que mi propia hija, pero estoy arrepentida, quiero conocer a Zury, quiero que me amé tanto como te ama a ti, tú eres su ídolo, quiero que me admire y que dejé de estar molesta conmigo por el divorcio. Por favor Sam.
—Neung…
—Haré lo que sea, por favor —me súplica —ayúdame
—Zury te ama, eres su mamá. Siempre me preguntaba por ti y todos los días antes de dormir le hablaba de ti y su papá.
—Pero no me ama como a ti.
—No es competencia, perdón si lo hago parece así, pero cuando se trata de Zury… soy muy protectora. Ella y Mon son mi razón de sonreír cada día
—Lo sé, cuando vi tu sonrisa el día que nació, supe que podría recuperar a mi hermanita —me dice sonriendo —pero me olvide de ella, por mi ambición, mi egoísmo. Por pensar solo en mis deseos, en lo que yo quería.
—Eso no esta mal. Lo malo fue que no supiste organizar tus prioridades. Zury debió tener un lugar más importante. No te culpo por dedicarte a trabajar, pero era un trabajo que no te hacia feliz y aun así lo pusiste encima de tu hija. Y cuando llegabas, estabas enojada y estresada qué no tenias tiempo para ella.
—Por eso decidí cambiar, dejar lo que me hacia infeliz y luchar por mi felicidad.
—¿Tu matrimonio te hacia infeliz? —pregunto.
—Si —me sorprendo —no lo amaba como pensaba, era costumbre, amistad, pero no era feliz. No me sentía plena, no sentía ese brillo qué tienes tú al ver a Mon. Esa necesidad de estar con él. Me llegue a sentir asfixiada con él a mi lado todo el tiempo, en el trabajo, la casa, la galería. No había tiempo para extrañarlo, a rutina, las peleas hicieron qué el amor que le tenia se fuera apagando.
—No sabia eso.
—No tenias porque, pero me di cuenta y fue lo mejor. Así pude recapacitar y entender qué es lo importante.
—Te ayudare con Zury, pero no la pienso dejar. Qué quede claro.
—Gracias Sam —mi hermana se levanta y me da un abrazo.
—Neung ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Ya la hiciste
—¡No seas tonta! Esto es serio —me indigno
—Me encanta molestarte te ves tierna molestarte. Dime
—¿Hay alguien más? En tu vida ¿conociste a alguien que te hizo cambiar de opinión? —mi hermana se remueve incomoda en su asiento. Si, la hay.
—Nunca le fui infiel a mi esposo. Jamás lo engañe si es lo que preguntas.
—No, no pregunte eso. Se que serias incapaz, pero puede haber alguien más ¿lo hay, cierto? —ella agacha la cabeza confirmándome que así es. —no te voy a juzgar, si Phoom no te hacia feliz y otro hombre llego para darte lo que necesitabas, tengo por que juzgarte. Solo no quiero que entre en la vida de mi pequeña un desconocido. Dime ¿lo conozco? —ella se pone de pie, se ve nerviosa —Neung, sabes que puedes confiar en mi
—No es eso Sam, es solo que…
—Hermana, pase lo que pase te voy a apoyar. Sé que no reaccione bien al principio, pero entiendo que es tu vida y tu decisión elegir con quien estar.
—Es… no, no le conoces. Y no hay nada con… esa persona. Acordamos ir lento y que yo solucionará mis problemas con Phoom. Sobretodo acordamos a que pasaría tiempo con mi hija para prepararla, para que este bien con todos estos cambios en su vida. Ella es lo más importante en este momento.
—¿Y tú?
—Estoy bien, se que me ama y yo le amo. Lo que siento… lo que me hace sentir no lo puedo explicar —su sonrisa, esa sonrisa jamás la había visto. Ahora lo entiendo, quien sea ese hombre debe hacerla muy feliz.
—Bien, entonces me hablaras de ese hombre maravilla cuando sea el momento, solo asegúrate que sea bueno para mi pequeña o ahí si me van a conocer.
—Gracias Sam, no te preocupes y sobre él… bueno es que es
—Perdón qué interrumpa —la chica entra de golpe sin dejar qué mi hermana termine —Sam, te buscan
—¿Quién me…? ¡MON! —corro a los brazos de mi novia, la extrañe toda la mañana, la recibo con una avalancha de besos —¡te extrañe mucho, mi amor! ¿Por qué no habías venido? ¿Dónde estuviste? Neung me torturó y no me dejaba salir. ¿Ya viste mi oficina?
—Sam, calma —me dice riendo —tuve que encargarme de todos los pendientes de Song, apenas regreso del juzgado y nos pusimos de acuerdo con lo de la demanda de mi abuelo y por cierto, Neung, me pidió que te avisará qué te espera a tu y a Phoom en su oficina después del almuerzo. —dice viendo a mi hermana.
—Oh, perfecto. Le avisaré. Yo… les daré espacio. Aneung, acompáñame a almorzar, tengo que revisar unos últimos detalles contigo antes de irme.
—¿Conmigo? Si, claro. Como digas Ar-Neung —ambas mujeres salen de la oficina dejándome a solas con mi hermosa novia.
—La chica es linda
—¿Quién es linda? Yo soy linda, no, soy hermosa. —la niña será tierna, pero no más que yo para que mi novia la volteé a ver.
—Tranquila celosa, solo digo que es linda. Tiene una carita tierna de ratoncito. —río ante su comentario
—Es cierto, ahora no me quitaré esa idea de la cabeza. Pero tú eres más bonita. Mi ojitos bellos —le doy un tierno beso en los labios qué poco a poco sube de intensidad
—Sam, ¡no! Prometimos qué jamás haríamos esto en la oficina de nuevo
—¿Cuándo fue eso? No me acuerdo y si no me acuerdo no paso.
—Sam, ya tu padre nos atrapó una vez y casi muero de vergüenza. No quiero pasar por eso de nuevo.
—Ah no, no cambies historias. Yo nunca te he hecho el amor en la empresa y mi papá nunca nos ha atrapado.
—Sam, no finjas demencia.
—Tú no inventes cosas. No hicimos nada esa vez, soy inocente de todo cargo. —le digo poniendo mi carita más inocente. Ella se ríe negando.
—Eres insufrible
—Pero así me amas
—¿Qué haces?
—Pongo el seguro —¡click! —listo. Ahora si, eso fue lo que le prometí a papá
—¿A… a qué te refieres? —se pone nerviosa y le sonrió. Sabe lo que quiero.
—Ya lo sabes —me acerco lentamente a ella —el sofá es nuevo. —señaló al mueble de atrás. Lentamente camino a Mon y ella va retrocediendo cayendo en el —¿Cómodo?
—Sam, por favor —aunque sus labios me dicen una cosa, sus pupilas y respiración me dicen otra
—¿Por favor qué? ¿Quieres suplicar? —me dejo caer lentamente sobre ella y comienzo a recorrer su cuello con mi nariz. ¡Dios, huele delicioso! —puedo hacerte suplicar.
—Sam, aquí…
—Aquí es perfecto, todo es perfecto. —comienzo a besarla y ella no puede resistirse
—Sam, ahh —le doy una pequeña mordida en el cuello. Me va a regañar después.
—¿Quieres que pare?
—Te asesino si lo haces —sonrió esta es mi chica. Comienzo a besarla lentamente, inicio por su cuello y bajo por su clavícula. Su blusa estorba así que comienzo a desabotonarla, lentamente, quiero disfrutar el momento .
—Hueles tan bien, mi amor y eres mía, solo mía. Te amo Mon.
—Te amo Sam, ahh —llego a sus pequeños pechos y comienzo a acariciarlos sobre su sostén, sé que esto la vuelve loca —sigue, Sam, por favor.
—Lo que pidas —bajo mi mano a su Cintura, gracias a dios hoy uso falda así que mis dedos pueden infiltrarse fácilmente a su entrepierna —me encanta tu traje
—¿Solo porque es de falda?
—Porque te ves hermosa y si, porque me es más sencillo llegar a ti —quito su blusa y desabotono la falda dejando a Mon en ropa interior —hay que estrenar este sofá, sería un pecado no hacerlo
—Si hay que dar buen uso a la instalaciones de la empresa.
—Me gusta, me entiendes. Por eso somos perfectas juntas, ahora dejemos de hablar y cumplamos la misión —me quito mi traje quedándome en la mismas condiciones que Mon. —hoy mando yo —llevo mis labios a los suyos y los devoró con frenesí, la deseo tanto. La necesito más.
Mis manos recorren con caricias todo su costado, ella se estremece con cada toque y a mi me encanta volverla loca. Retiro sus sostén y ella intenta quitar mío, niego, hoy solo yo mando.
Ella sucumbe a mi deseo y se deja llevar solo por mis toques. Comienzo un juego delicado y delicioso con sus pechos, son, después d e sus hermosos ojos, lo que más me encanta de ella. Esos pequeños y perfectos sueños del tamaño ideal para ser saboreados por mi boca.
—Me encantan
—¡Ahh, Sam!
Amo que grite mi nombre, amo que de sus labios salgan esos ruiditos hermosos de placer.
—Déjame tocarte Sam, por favor. ¡AHH!
—Aún no bebé, aun no —bajo sus bragas, ella se estremece, sabe que el juego apenas comienza —tengo hambre, quiero un poco de ti, amor —bajo con mis labios recorriendo su abdomen, el olor de su intimidad me embriaga —¡Dios, estás tan húmeda!
—¡Ah, Sam! No juegues más, por favor
—Suplícame
—¡por… por favor!
—¿Qué? ¿Qué necesitas mi amor? —mi boca llega a su entrepierna y solo olfateo y disfruto de su belleza.
—Sam, por favor. Te…. Te necesito.
—Dime qué —quiero oírla suplicar. Mi lengua pasa lentamente sobre su intimidad y ella se remueve por completo.
—¡Dios, Sam!
—¿Qué ocurre? —me detengo
—¡DEJA DE JUGAR MALDITA SEA Y FOLLAME DE UNA VEZ! —me río —¡ Samanun!
—¡Oye! —ella nos cambia de lugar, no sé cómo siendo tan pequeña tiene tanta fuerza. —¡Yo mando!
—Te dije que dejaras de jugar, ahora mandare yo —ella me besa con intensidad, me encanta cuando se pone en modo dominadora, pero soy yo quien la quiere poseer.
—No, te dije, que mando yo y lo haré. Súplica por más —regreso a mi posición inicial sacándola por completo de balance.
—Sam —me dice entre sorprendida y excitada
—¿Qué deseas? —acomodo mi pelvis sobre la de ella consiguiendo qué nuestras intimidades se encuentren —dime —me frotó sobre ella
—¡Ah! Follame, hazme tuya. Sam, soy tuya. —sonrió complacida.
—Lo que ordenes —regreso mi boca a su entrepierna y comienzo a chupar y lamer su intimidad, sabe tan bien. – sabes delicioso amor
—¡Ahh, Sam! ¡Más, por favor! —obedezco e introduzco un dedo adentra de ella —no es suficiente por favor. Mi amor, teerak, necesito más —la complazco e introduzco dos dedos más sin avisarle. Ella se sorprende, pero se acostumbra. Mis embestidas son lentas, quiero sentirla, quiero disfrutar y que disfrute del momento —rápido, más… rápido
—No llevo prisa —la beso la acaricio, la disfruto
—Más rápido Sam, por favor. —su súplica me convence así que comienzo a acelerar mis embestidas —¡si, ahhh…así…! Ahhh…. Sam….. Ya casi
—Disfrútalo amor, déjalo salir
—¡Ahhh… SAAAM! —ella llega al orgasmo y nada me excita más que escucharla gritar mi nombre, tsnto qué llego con ella. —eso… ¡Dios!
—¿Estás bien?
—Más que bien… te amo teerak —me dice con una sonrisa tierna
—Te amo mi amor
—¿Tú…?
—Con solo oírte gritar mi nombre me hiciste llegar
—Dame cinco minutos… y te haré gritar el mío – ella sigue agitada
—Lo siento mi amor, no debemos tener sexo en la oficina
—¡Samanun!
—Es broma, ojitos. Pero se hará tarde y tengo una reunión. Vamos a comer, que muero de hambre.
—¡Saam¡—se queja con un puchero
—Te prometo que en la noche dejaré que me hagas lo que quieras. Incluso puedes dejarme sin caminar bien de nuevo. Ahora hay que ir a almorzar porque me voy a ocupo y tú tienes una reunión con mis hermanas.
—¡Ash! Te odio. —dice tomando las toallitas para limpiarse
—Me amas y deja que yo hago eso. Yo lo ensucie, yo lo limpio —le quito las toallitas y dejo un corto beso en sus labios. Limpio despacio y delicadamente cada parte de su intimidad y recorro sus Largas y tonificadas piernas producto de los años de ejercicio.
—Sino te amara tanto, me molestaría contigo.
—Pero me amas y no puedes enojarte. Anda, vistámonos para ir a comer. Tanto ejercicio me aumento el apetito.
—¿No tuviste suficiente conmigo? —su tono es coqueto mientras se viste.
—Nunca tengo suficiente de tu —la abrazo por detrás y dejo un beso en su cuello —te ayudo —comenzó a vestirla. Ambas nos arreglamos y vamos al baño para asegurarnos de que todo este en su lugar.
—Limpiare aquí antes de irnos, ve tú primero amor.
—¿No quieres evidencia de nuestras travesuras?
—Lo que no quiero es que mi asistente se de cuenta de que tuve sexo apenas se fue.
—¿Tu asistente? ¿Te refieres a la niña que salió con Neung?
—Tiene tu edad ojitos. No es tan niña y si, ella es mi asistente. Es linda.
—¿Perdón? ¿Dices que es bonita? —oh, oh, su tino no me gusta
—No, solo digo que es linda. Es tierna. Ya lo habíamos establecido antes de nuestro… momento.
—¿Momento?
—Si, nuestro hermoso momento de amor, anda. Date prisa.
—Sam…
—¿Qué ocurre ojitos? —me detengo dejando d e limpiar
—Nada, iré al baño.
—Ok, si. Termino y voy yo. Te a… mo—¿Qué le pasa? Me cero9ma puerta y no me dejo decirle que la amo. ¿Se molesto porque no la deje tener su turno? Diablos, pagaré las consecuencias esta noche. Ni modo, me tocara pagar mi castigo.__________________________________________
Holaaaa!!!
Cortito, pero intenso jejejeje... Espero que les vaya gustando el giro qué dio la historia. Se vienen celos, muchos celos y drama... Drama con el que me odiaran y me van a funar o van a pedir más 🤭No olviden votar y comentar esta historia.
Qué les está pareciendo?
Qué les gustaría que pasara?
Créanme leo todos sus comentarios.
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Saludos y nos leemos pronto 🤗🤗
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Golpe de amor
FanfictionMon Armstrong es una joven valiente y dedicada, una futura promesa del King boxing Tailandes. Un accidente cambiará su vida y que terminará con todos los sueños que alguna vez tuvo. Mon, se verá obligada a trabajar con Sam Anantrakul, una niña mimad...