¿Oseias que estás haciendo?! - cuestiono con nervios Caleb - inclinate ahora antes de que el faraón pase!
Las palabras de su amigo sacaron de su nube al joven quedando atonico por lo que estaba sucediendo y como es que quedó totalmente encantado por la hija del rey con tan solo mirarla
" Habrán paso al glorioso Ramsés, señor del alto y del bajo Egipto, amado de P-tha, todo poderoso que hace brillar a las dos tierras, inclinense ahora y hagan una reverencia al dios rey"
- Había dicho en voz alta el sumo sacerdote anunciando la llegada del Faraón con la familia real junto a los nobles del palacio -Todo la gente comenzaba a inclinarse incluyendo a los hebreos que se encontraban presenciando el cortejo, esto dejo pasmado a Oseias e indignado, sabía perfectamente que si no lo hacían serían asesinados por los egipcios. Caleb lo tomo con fuerza de su brazo para que se inclinara de una vez, lo había hecho por un solo momento pero con firmeza y valor procedió a ponerse de pie nuevamente, para su mala suerte el faraón pasaba justamente de su lado notando el acto indebido del esclavo, acto que provocó su enojo dando la orden de parar el cortejo llamando la atención de todos
- ¡¿Pero que es esto?! - dijo furioso el rey - como osas!
Oseias se quedó totalmente en silencio ante la presencia de Ramsés quién estaba siendo fulminado por la mirada de enojo de este
- ¡Quiero que te inclines ahora ante mi! - ordenó el rey
- Inclinate por favor Oseias...!- insistió una vez más
-No me inclino ante los hombres señor, solo ante dios- añadió firme el joven provocando al rey - el único y el verdadero dios de Israel
Esas palabras bastaron para que Ramsés ordenará un castigo para el joven hebreo y como de costumbre Apuki no perdía ninguna oportunidad para poder lastimar a los esclavos, con brusquedad lo golpeo y arrojandolo al piso quedo de rodillas ante el rey quien portaba una sonrisa arrogante en su rostro, Oseias no temia al faraón ni a ningún soldado egipcio, cerro sus ojos soltando un suspiro con su fe en dios pero no faltó poco para soltar un quejido de dolor al sentir el látigo de Apuki golpear y abriendo su piel
Era una escena horrible y tirana lo que estaban presenciando pero solo por parte del pueblo hebreo y pocos egipcios. La princesa Ariadna estaba indignada por lo que sus ojos estaban viendo quedando atonica de como su padre tenía un lado tan cruel con los esclavos, ordenó que bajaran su litera caminando de prisa hasta el
-¡Padre basta! - dijo indignada - no cree que ya es suficiente castigo para este pobre hombre!??- miro con temor y enojo al rey
Entre egipcios y hebreos murmuraban silenciosamente de como actuó la hija del rey, Ramsés noto la forma en la que Ariadna lo miraba, nunca había visto esas expresiones en la mirada de su hija.
Una mujer mal vestida se acercó hasta la princesa de Egipto haciendo que todos centrarán su atención en ella- ¡Mi nieta que bueno que has venido por mi! - dijo Yunet abrazando a la joven de sorpresa dejándola totalmente atonica, de inmediato pudo recordar que era esa mujer que la había embestido aquel día con su dama - Pero mírate eres idéntica a mi hija Nefertari
No podían creer lo que estaban escuchando como es que aquella loca se decía ser la madre de la reina y abuela de la princesa heredera
-¡Alejen a esa loca de mi hija!- ordenó el rey furioso ante lo que estaba sucediendo
Los oficiales alejaron con brusquedad a Yunet de Ariadna quién comenzaba a gritar llamándola por su nombre y que la ayudará, la joven sintió una aflicción por esa mujer en su mente se cruzaban tantas cosas que si podía ser cierto o falso el hecho que fuera su abuela pero fue sacada de sus pensamientos por su noble oficial
-Princesa se encuentra bien- pregunto preocupado mirando a su amada pero no pudo decir ninguna sola palabra por los hechos pasados, su mirada le dio la respuesta a Ikeni y de inmediato volvió rumbo a su litera tomando asiento
- Saquen a este inútil de aquí y que siga el cortejo! - dijo el rey ordenando que siguieran su camino al palacio
Apuki levanto con brusquedad a Oseias quién estaba en el suelo lastimado por los latigazos, Ariadna volteo de inmediato viendo como el constructor sacaba del camino al esclavo, cerro sus ojos y soltó un suspiro profundo antes de volver al gran palacio. Ramsés intento hablar con su hija pero de inmediato fue evadido por ella sacando el tema de estar exhausta
- Por isis mi señora nunca la vi así tan afligida - dijo Amonet mirando a su señora con algo de preocupación - ¿Acaso está así por aquel esclavo que fue azotado??
- ¡Por los dioses Amonet! ¡no solo fue el esclavo! - se tiró en su cama - también fue aquella mujer del cortejo, ella..ella parecía hablar tan enserio
- Princesa puede quedarse tranquila esa mujer está loca, por una razón está en la calle solo quiere aprovecharse de su título mi señora - dijo la dama asegurando sus palabras
- Pero dijo el nombre de mi madre? - volteo de inmediato a ver a su dama
- Todos en Egipto saben el nombre de su madre mi señora incluyendo a los hebreos - aseguro una vez más la sierva - no se desgaste pensando en aquella loca
- Lo que más me sorprendio fue ver la crueldad de mi padre hacia aquel hebreo, nunca lo ví así - hablo decepcionada la joven - parecia como si estuviera viendo aún desalmado tirano y no a mi padre
- Lo lamento mucho mi señora Ariadna pero todos sabemos que la mayoría total de nuestro pueblo odian y humillan a los hebreos solo por ese simple hecho de ser hebreos y por sus creencias incluyendo al soberano - dijo mirandola agachando la cabeza- Perdóneme mi princesa es su padre y no debo hablar así pido perdón
- Tranquila Amonet - se puso de pie dirigiéndose a su amiga - ahora me doy cuenta del lado cruel de mi padre
Mientras que en la villa de los hebreos. Oseias estaba siendo curado de sus heridas por su abuela Jocabed y su tía Miriam
- Come está sopa mi nieto tienes que alimentarte - dijo preocupada entregando el plato al muchacho
- Muchas gracias abuela, extrañe mucho tus comidas - agradeció con ánimos y procedió a comer
- Puede que sea poco pero todo es hecho con cariño y ayuda de dios nieto - añadió Jocabed haciendo una sonrisa
- Agradezco todo lo que hacen por mi abuela - sonríe
- Gracias a dios que te salvo del castigo del Rey - dijo Amram - pero ten cuidado a la próxima Oseias ahora ya te has dado cuenta de la crueldad de ese tirano
- Moisés estaría decepcionado de ver en lo que se convirtió su amigo - hablo Miriam
Oseias solo solto una sonrisa cuando la imagen de la hermosa princesa de Egipto vino a sus pensamientos , ese gesto llamo la atención de sus abuelos y su tía Miriam quienes lo llamaban pero estaba totalmente perdido hasta que un grito lo volvió a la realidad
- Por dios que ocurrió?! - dijo exaltado
- Hasta que nos haces caso Oseias! - dijo Miriam mirando a su sobrino confusa por su reacción
-¿Qué es lo que te pasa nieto?- pregunto Jocabed
- Han visto a la hija del rey - dijo con una sonrisa
- Santo Dios ya vi por dónde va este tema - dijo Amram con gracia
- Es tan hermosa y ella hizo que dejarán de azotarme con la ayuda de dios - dijo al suspirar pensando en la joven - es muy noble
- Muy noble,es que acabarás muerto si intentas acercarte a ella - dijo Miriam haciéndolo entrar en razón
- Miriam tiene razón mi nieto, no te hagas iluciones con la princesa son de mundos totalmente diferentes - hablo Amram a lo que Oseias solo suspiro un poco desanimado por lo dicho, sabía que no tenía nada que ofrecerle que solo era un esclavo pero estaba totalmente dispuesto a acercarse
~ Continuara~
Perdonen mi tardanza amores pero estaba dedicándole tiempo a la universidad y pensando en ideas para más capítulos, los amo <3
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Un Amor Prohibido
Historical FictionNi los propios dioses igualan su belleza Ella es la hija del faraón y yo un simple soldado... Cómo podría una princesa fijarse en un hebreo.....