Era una noche con una fuerte lluvia eléctrica en las tierras del pueblo Egipcio dónde la gran esposa real daba a luz al primer primogénito del Faraón Ramsés II, a quien se le podía ver totalmente nervioso dando vueltas sin parar afuera del cuarto escuchando los gritos de parto de su amada esposa pensando si ella estaría bien, si no habría complicaciones, si su bebé vendría con buena salud
La madre del Faraón vino hasta el para poder calmar los nervios de su hijo, podía ver qué en su rostro se notaba mucho miedo, cosa que Ramsés odiaba sentir, miedo de perder a su mujer con las complicaciones del parto o a su hijo o hija, Ramsés no pudo contener más las ansias y estuvo apunto de abrir las puertas de sus aposentos hasta que un grito inesperado lo hizo detenerse, era la reina, se empezó a oír como el llanto de un bebé comenzaba a sonar, esto hizo que una enorme sonrisa se pintara en la cara del rey y sin poder evitarlo abrió las puertas del cuarto pero lo que estaba apunto de ver lo desgarraria por completo...
Nefertari había perdido muchísima sangre tras todo el parto pero Ramsés tomaba su mano colocando un suave beso en los finos labios de su esposa, ella lo miro haciendo que esté también la mirará, las lágrimas del faraón caían tras ver el estado de su amada pero en su último aliento Nefertari suspiro susurrandole a su marido que lo amaba y que cuidara de su pequeño bebé, Ramsés se quebró en un enorme llanto al ver qué Nefertari no reaccionaba más, al verla ahí totalmente pálida sin abrir sus hermosos ojos ni escuchar su calida voz, Tuya la ex reina de Egipto abrazo a su hijo para consolarlo pues ella misma sabía lo que se sentía perder aún ser amado, un llanto lo hizo parar guiando su mirada hacia la partera quién cargaba a su bebé entre sus brazos, el rey se acercó lentamente
__Es una hermosa niña majestad__ sonrió entregando lentamente a la pequeña quien no dejaba de llorar a los brazos del faraón
Teniéndola ya entre sus brazos el rey pudo sentir algo inexplicable, algo que nunca había sentido antes al estar cargando a su hija, Ramsés quedó completamente fascinado haciendo que sus ojos se cristalizaran
__Por todos los dioses es una cosita tan preciosa __ dijo la reina madre al mirar a la niña quien ya se había tranquilizado en los brazos de su padre
Ariadna...__ hablo el rey__ te llamaré Ariadna mi querida __ sonrió feliz mirando a su madre e hija
Es un bello nombre hijo, que los dioses la bendigan y la llenen de todo su esplendor __ dijo tuya dando un beso en la frente de su hijo y su nieta
Ramsés mando organizar un cortejo digno y grande para despedir a su amada esposa y Reina Nefertari, todavía no podía asimilar que ella ya no estuviera más en este mundo ni mucho menos aceptar que no estaría para criar a su lado a su hija que tanto esperaban con anhelo en todo el periodo de embarazo, el cortejo fue hermoso junto con el sarcófago que el faraón había preparado para su gran esposa real enterrandola en el valle de las reinas
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