El palacio entero se regocijo de alegría, los últimos encuentros habían traído felicidad para la familia real, Ramsés había ordenado un magnífico banquete por el regreso de su esposa.
Mientras que en el reino abundaba la alegría para otros había tristeza. . . . .
El elegido de Dios pasaba por uno de los duelos más difíciles de su vida, la perdida de su padre, Amram había fallecido a tan solo poco tiempo de su regresó la luz de sus ojos se había apagado, pero sabían que había partido en paz y contento por el regreso de Moisés y la pronta liberación del pueblo hebreo.
El ex príncipe sentía como un aire abundaba su rostro, era la voz de Dios quien le hablaba, había llegado el momento y la hora de ir rumbo al encuentro con Ramsés.
Moisés sintió como todo su cuerpo se estremeció recordando lo que el señor le había dicho, las cosas que llegarían a suceder si el faraón no accedía a dejarlos ir.Con un suspiró prosiguió a encaminar su misión al lado de su hermano Aarón. . . .
Finalmente, los dos hermanos habían llegado ante la gran puerta del palacio, antes de que pudieran seguir aproximandose habían sido detenidos por oficiales egipcios.
Uno de los oficiales los cuestionó preguntando que es lo que tramaban para acercarse. Moisés dió unos cuantos pasos hasta el soldado pidiendo ver al rey.
- ¿Ver al soberano? no creo que el rey los quiera recibir, les pido por favor que regresen por dónde vinieron - dijo amablemente el soldado Ikeni.
- Es importante que vea a Ramsés -
Las palabras de Moisés sorprendieron a Ikeni dándole a entender que ya se conocían.- ¿Quién es usted? - cuestionó el soldado sin apartar su vista.
- Soy Moisés - respondió creando una pequeña sonrisa.
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Un Amor Prohibido
Historical FictionNi los propios dioses igualan su belleza Ella es la hija del faraón y yo un simple soldado... Cómo podría una princesa fijarse en un hebreo.....