Ella lo sabía.

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Continuará....

A este punto de mi vida hubiese querido investigar más con Morgana si un demonio mitad bruja podría hacerse invisible o simplemente desaparecer en humo negro que creo yo, puede ser más probable que hacerse invisible, de igual manera cualquiera de las dos me serviría tanto ahora mismo ya que tenía a Lilith lamiendo la herida que me hizo y a Agatha peleando con el idiota mayor en la puerta. 

- Inoportuno profesora Pierzanie?

Es que estoy interrumpiendo algo?.- con su tono de voz puedo asegurar que el ya sabía que estaba aquí. 

- Si, de hecho lo hizo y si no fuera su profesora señor Levi ya lo hubiera hecho pagar por eso.- vi la mano de Agatha apretar tanto la puerta que puedo jurar que escuché crujir la madera de la fuerza. 

No fui la única que se dio cuenta porque Lilith al escuchar el crujido se dio la vuelta para querer interferir, yo podía oler su enojo hasta acá, como el estupido de Zoran no lo hacía? 

En la cámara de mi celular me fijé que mi cabello estuviera ordenado y no tuviera ninguna mancha en el cuello aparte de la sangre, me puse los lentes y quite el agarré de Lilith que tenía mi cintura. 

Avance con una seguridad y calma profunda para quitar suavemente de la puerta a Agatha y darle la cara a Zoran. 

- Me estaban ayudando querido, no sé cómo pasó y tengo una herida en el cuello, yo no la note y las amables profesoras me estaban auxiliando.- el punto de mentir siempre era viendo a los ojos, sin titubear y tener seguridad y así fue como pase de estar en esa situación a una peor. 

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Estábamos en la cafetería una vez más, solo que si antes no se despegaba de mi ahora era como si yo tuviera un collar en el cuello y el la correa. 

Hablaban de cosas sin sentido mientras yo estaba más atenta a las personas que entraban y salían de la cafetería vigilando que ninguna de las dos me viera en tan humillante escena. 

- Mañana habrá una fiesta en mi casa antes del baile, por si gustan asistir que obviamente lo harán porque son unos alcohólicos.- dijo y río Morgana. 

- Por supuesto que sí querida.- dijo Alex sonriendo y guiñando un ojo hacia Morgana. 

Todos afirmaron y yo me sentía cada vez más incómoda, se que el no tenía la intención de hacerme sentir así, era parte de todo nuestro teatro. 

Afortunadamente no solo yo noté mi incomodidad porque su hermana al instante que me vio incómoda, le hizo señas a su hermano con mala cara y el se avergonzó tanto para soltarme y dejar que me sentará a un lado de ella, pero fue tarde para darme cuenta que por ver la interacción entre ellos, no vi que ellas habían entrado y visto todo, hice caso omiso a su presencia y solo me acomode a lado de Lara. 

- Que dices Bel, irás a las fiesta?.- preguntó interesada Morgana y sonriéndome tal cuál psicópata. 

Fiesta antes del ritual, en la casa de Morgana y cerca de la casa de ellas, me parece fríamente calculado por mi brujita mayor. 

- Aceptó.- al contestar fijé mi mirada en ellas, sabiendo que habían escuchado todo. 

Las clases pasaron tan lento pero al fin estábamos en la última y a 1 minuto de sonar el timbre que termina el fin del día. 

Zoran me esperaba afuera del salón diciendo que teníamos que hablar unas cosas antes de que yo fuera a mi casa. 

- Necesito hablar contigo.- habló con una ligera preocupación en su cara que me alertó. 

- Si, de qué?.- pregunté rápidamente. 

- Vamos al estacionamiento, todavía necesito esperar a Lara y hablamos en el carro.

Caminamos a la salida de la escuela y cuando llegamos al estacionamiento noté que ya casi no habían carros pero si uno que reconocería en cualquier lado, no podía ver si había alguien o todavía no salían de las instalaciones. 

Me recargue en su carro y el quedó enfrente de mi. 

- Que pasó?.- lo mire inquieta

- Necesito saber si mañana irás a la fiesta? 

- Ay dios mío Zoran, pensé que era algo más serio.- bufé y le pegue en el brazo. 

- Auch, te recuerdo que no eres un mundano normal y si duelen tus golpes.- se frotaba el brazo sacando una ligera sonrisa que llegó a sus ojos y a mi una leve risa. 

Quisiera haber podido evitar el enamoramiento o capricho que tuvo conmigo y poder regresar al momento donde solo sentía una amistad casi fraternal pero no puedo borrar las acciones y las cosas que hizo para llegar a este punto, a pesar de que todo esto no es culpa de nosotros las decisiones que tomo para llegar a esto si son culpa de él. 

- Si iré.- borre inmediato la sonrisa que casi saca porque si el quería remediar esto se tenía que esforzar. 

- Ten cuidado por favor, desde hoy en la mañana he tenido una leve molestia en el pecho y solo te pido que te cuides, no voy a dejar que te pase algo pero tienes que ayudarme.- puso sus manos en ambos lados de mis brazos con una ansiedad de mantenerme aquí. 

- No pasará nada, la guerra no se desatará si me mantengo alejada. 

En ese momento se escuchó un motor y un carro saliendo a velocidad del estacionamiento, volteamos los dos y vi que si eran ellas y estuvieron todo esté tiempo en el carro. 

- No lo sabes Luzbel, por favor prométeme que harás lo posible por mantenerte alejada y alerta. 

Lo prometí pero no tome en cuenta lo que pasaría después de despedirme de el. 

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Solo tomaron unos minutos para que esto detonará, ella ya estaba esperando en la entrada del bosque 

Yo no supe que hacer 

No pude lastimarla 

Más bien 

Yo no quería hacerle daño 

Ella no lo pensó dos veces e hizo que esas ramas negras salieran de la tierra y me tomaran fuertemente de mis extremidades y me adentraran al bosque para meterme a un especie de portal en medio de dos imponentes árboles. 

El me lo advirtió, el no hablaba de ellas, el hablaba de la bruja más poderosa que hubo, el hablaba de mi madre. 

- Mi querida niña.- me agarró los mechones de mi cabello.- esto hubiera funcionado perfectamente si tú protectora no te hubiera quitado el veneno, tan poderosa demonio y descendiente de la mejor bruja que hubo alguna vez y mírate aquí.- jalo mi cabello con fuerza pegándome más a su cara.- ellas no se acercarían así que tuve que recurrir a otras medidas para sacarlo del infierno y por fin ver arder la guerra que tuvo que ser hace milenios, tu desaparición solamente será el principio de la tormenta que vendrá y no tengas miedo que mi propósito al tenerte aquí no es torturarte, tu dolor será morir en mano de tus compañeras.- sabía que era ella, ya sabía todo esto solo que pensé que habría más tiempo. 

- Todo esto es para un bien común y tú solo eres un daño colateral. 

Desapareció en la oscuridad y todo se volvió negro.