CAPITULO #9

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Jhon seca el sudor de su frente, no fue buena idea practicar tan duramente con sus alumnos los últimos pasos de baile y después cargar bolsas pesadas de compras, especialmente, cuando ya se sentía cansado. Pero no pudo simplemente fallarle a Kyle, por más que la llamada que recibió fue hecha por el mocoso de Barlow.

Kyle.

Kyle es lo único que le interesa a Jhon en este momento, y aunque su departamento fuese genial, no se puede comparar con el Penthouse donde vive el Omega que lleva a sus hijos, y mucho menos a la casa de campo con garaje en la que reside actualmente con el niñato malcriado que está igualmente embarazado.

Jhon no sabe si los embarazos lo persiguen, porque justo ese día el Coordinador de eventos del teatro, el Omega Jase Moore, acababa de decir que en siete meses más traería al mundo a su primer hijo.

"¡Sorpresas, sorpresas!, justo lo que yo necesitaba en mi vida. Más embarazados a mi alrededor, a este paso seguro me encierran en un manicomio y no en la cárcel".

El Alfa puede admitir que a los quince no se emocionó ni un poco al saber que Irene estaba embarazada, se casó con ella sin darle un beso, y la marcó por obligación. No fue a ninguna consulta con ella, estuvo con otros y otras Omegas, sin importarle nada ella. Fue un bastardo, y lo sabe; eso no le hace sentir orgulloso en el presente, y aunque Steve no está al tanto de todo lo que hizo a su madre, si está al tanto de que él no fue planeado.

Jhon llegó demasiado lejos en su crueldad para decirle en su adolescencia a Steve que, fue un error del que hubiera preferido que Irene se deshiciera, ¿un mal padre?; fue y aún cree que es el peor, ¿un mal Alfa? Sí, admite eso. Dejó morir a Irene, su lazo comenzó a deformarse con el transcurso del embarazo, Jhon estando con otras personas, y un día en sus últimas semanas de embarazo para Irene sucedió un fatal contratiempo.

-¿Acaso no me quieres, ni a tu hijo?

Jhon la miró con indiferencia, miró a la compañera que debió tomar por obligación.

Casarse siendo un Alfa adolescente no fue su idea, y odiaba a Irene por no cuidarse cuando tuvieron un solo acostón, la detestaba a ella, pero detestaba más que nada, al estorbo con quien debería lidiar en pocas semanas.

-No, y lo sabes- dijo sin expresión alguna-. Te detesto porque no tuviste el valor de abortar cuando te lo pedí, y también porque tuve que marcarte cuando no siento ni lástima por ti.

-¡Eres un maldito! - ella se acercó a Jhon con intenciones de golpearlo, pero este la detuvo con facilidad-. Yo te amo... ¿Al menos no puedes intentar lo mismo por mí?

-¡Vamos, Irene! Solo fuiste una más, y te dejé la pastilla para que la tomaras, no me imagino por qué no te hizo efecto- Jhon se quedó mirando la cara pálida de su compañera y ahí vio algo que no pudo detectar la primera vez que le dijo eso cuando ella le avisó de su embarazo-. No la tomaste, ¿cierto? - preguntó con tranquilidad-. Responde Irene, de todas formas, ya te saliste con la tuya.

-Es verdad, no la tomé- respondió altiva, no sabiendo que estaba desafiando a un Alfa-. Te quería solo para mí, pero no me mirabas y sabía que con un hijo estarías conmigo para mantener tu reputación.

Jhon soltó la mano de Irene y simplemente rio, dio dos pasos atrás alejándose de la Omega tonta que estaba embarazada esperando algo que nunca pasaría.

-Tal vez tengas razón Irene, me casé contigo, pequeña estúpida, pero que te quede algo bien claro- la miró con burla-. Nunca te seré fiel, no volveré a tocar tu asqueroso cuerpo después de cómo quedes con el embarazo, otros Omegas me han dado más orgasmos, en menos de quince minutos, de los que tuve la noche que me acosté contigo y solo te usé. Y lo más importante... ¡Nunca! ¡Nunca voy a amarte, ni al estorbo con el que quisiste amarrarme! Tendrás que vivir con eso Irene, con el hecho de que tu Alfa prefiere a otros que a ti y saber que te desprecia.

Dilemas de Omegas | BL OMEGAVERSE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora