Dilemas de Omegas | BL OMEGAVERSE |

CAPITULO #6

Jhon ya entiende por qué se había abolido la esclavitud; ¡es una mierda ser esclavo!, pero más que nada, es una mierda ser esclavo de Benjamín Barlow.

Kyle simplemente está siendo él mismo, con su tan característico comportamiento tranquilo, aunque extrañamente no se encuentra torturando, y solo se queda siendo un espectador más de la maldad de Benjamín. Los demás espectadores son las trabajadoras de la tienda de ropa, quienes tratan a Benjamín como de la realeza, luego de que este enseñara la tarjeta negra ilimitada de Jhon, la cual le había quitado de la billetera.

Porque sí, Jhon pagará toda la ropa, el esclavo paga los pequeños gustos de ambos Omegas; solo que los gustos de Benjamín son sumamente costosos, mientras Kyle trata de escoger lo económico. No es como si necesitaran gastar el dinero de Jhon, Kyle tiene mucho más dinero en el Banco que el moreno, pero viendo a Benjamín tan feliz, prefirió no decir que tiene una tarjeta de oro; de mucho más prestigio que la tarjeta de Jhon.

Lástima, nadie le preguntó si tenía alguna tarjeta.

Kyle no se delataría; sería mentir si dijera en voz alta que no le divierte ver la cara de dolor y horror de Jhon, con cada ropa para embarazo masculino que compra Benjamín, una más cara que la otra.

-Aquí está su té negro helado, no muy dulce...- dice Jhon con los labios apretados para no acabar gruñendo por la agonía de ver tanta ropa, y saber que todo le saldrá más caro que el coste de su propio auto último modelo- Benjamín.

-Amo Benjamín para ti, esclavo.

Jhon quiere matar al mocoso, pero no le da mucha gracia la idea de ir a la cárcel por asesinar a un Omega embarazado, y menos después de que se salvó de estar ahí por el gran corazón que posee Kyle, quien sí tiene todo el derecho de ponerlo tras las rejas.

Tiene que respirar y pensar en su hijo mayor y en el que está dentro de Kyle... Ah sí, y también en Jessie.

-Sí, amo Benjamín.

-Buen esclavo- Benjamín sonríe mientras bebe de su té, está disfrutando ser el verdugo de Jhon-. Bueno, mi querido Kyle, ya me he probado todo lo que necesito. Ahora es tu turno, tengo que ver cómo quedará tu ropa; debes ser un glamuroso abogado Omega embarazado.

Kyle pone los ojos en blanco por las palabras de Benjamín, pero, aun así, no rechista cuando va con sus conjuntos para probárselo; mientras tanto, Jhon se siente como un idiota con las bolsas de compras en ambas manos, todas de Benjamín. Aunque, a pesar de todo, no puede evitar ver con el corazón acelerado salir a Kyle con un conjunto adorable.

-¿Cómo me veo? - Kyle se siente dudoso, no es fan de las camisas con estampados, y no está seguro que los ositos impresos le favorezcan-. Siento que me veo algo ridículo, aunque se supone que es para embarazo.

-No te ves tan mal, además, los ositos bordados te dan un toque, no lo sé... Es como si la camisa y el pantalón elástico fueran para ti- opina Benjamín-, ¿tú que piensas esclavo?

Pero Benjamín no obtiene respuesta, Jhon está embelesado. Kyle se ve más que bien, se ve adorable. La camisa es lo suficientemente grande como para que Kyle se vea pequeño con ella puesta, pero pronto su hijo se hará notar y sabe que Kyle se verá más adorable que de costumbre. El papá de su hijo, porque Jhon no piensa en Kyle como "madre" del bebé, no cuando es tan fuerte; el Omega más terco que tendrá a uno de sus hijos y en su pecho se instala un cálido sentimiento porque, aunque ha aprendido a amar a su primogénito, no duda que a su hijo con Kyle lo amará un poquito más... Por ser de Kyle, su dulcemente amargo deseo prohibido.