—Los golpes llegan a ti de todos lados Jhon, no sé cuantos más de estos resista tú rostro, cariño...— Kyle cura con mucho cuidado el otro lado del labio de Jhon, que también se encuentra partido, y desinfecta de nueva cuenta las heridas que se habían cerrado de la anterior golpiza, pero que ahora están abiertas— Aunque me sorprende la resistencia de tu nariz, no está chueca ni se ha roto, eres un Alfa con suerte.
—No sé cuanta suerte tengo por ser golpeado tantas veces en menos de una semana— murmura Jhon puchereando, su rostro le duele y solo siente la necesidad de acurrucarse junto a su compañero, para así dormir rodeado de su dulcemente ácido aroma a manzana verde.
—Al menos no tendrás que gastar tus ahorros en una reconstrucción facial — Kyle se rie un poco.
—Se lo hubiese cobrado a Cooper, ni creas que iba a gastar mi dinero, cuando esta vez no merecía los golpes.
—Tu siempre mereces, aunque sea un golpe, anciano Kim.
La voz desde la entrada de la cocina, logra que tanto Jhon como Kyle volteen y vean a un tranquilo Benjamín, quien parece estar bien, pero sus ojos no reflejan lo mismo. El aura alrededor del Omega más joven de la casa no se siente como antes, algo se ha apagado en el vivaz Benjamín Barlow.
—¡Benjamín! — Kyle se levanta de golpe y va a abrazar a su rubio amigo que está comenzando a mostrar raíces castañas— ¿Estás bien? ¿Charlie hizo algo más estúpido o dijo alguna tontería? — le pregunta, viendo a Benjamín de cerca, no quiere ninguna mentira de su amigo.
—Últimamente Charlie ha dicho y hecho cosas estúpidas, ni siquiera es necesario que cuente eso— Benjamín suspira y se afloja un poco del agarre de Kyle, intentando sonreírle lo mejor que puede para tranquilizarlo— No te preocupes por mí y por el embarazo, que mi estado de ánimo no sea el mejor, no significa que voy a descuidarme y alterar la salud de mi hijo. Soy un adolescente, Kyle, no un tonto. Solo vine aquí después de despejarme un poco, quiero hacer el almuerzo para todos, tengo ganas de impresionar con mis habilidades culinarias a nuestros invitados que se han quedado dormidos en la sala, y también a tus padres que fueron a revisar a los bebés.
—De acuerdo, si tú dices que estás bien, voy a creerte...— Kyle intenta quitar su rostro de preocupación y, aun así, aquella sensación no se quita de su mente, el saber que Benjamín está sufriendo— Jhon, quédate y cuida de Benjamín unos momentos, voy a hablar con mi papá y, mientras tanto, vigila que Charlie no se acerque a Benjamín demasiado.
—Claro cariño, estoy hecho un desastre... ¿Qué cosa peor me puede pasar? — responde el Alfa con sarcasmo, pero aun así le sonríe a su Omega— Ve tranquilo, me quedaré con el mocoso.
—Bien, volveré pronto— Kyle deja un beso en la nariz de Jhon, que sigue en su lugar; pero antes de salir de la cocina, mira un instante más antes de retirarse a hablar definitivamente con su papá.
Benjamín comienza a sacar los ingredientes y ollas para preparar el almuerzo, hasta que una mano en su hombro detiene sus movimientos.
—No necesitas pretender que todo está bien, incluso sin necesidad de que llores, sabemos que tienes mucha tristeza guardada— Jhon comienza a tranquilizar a Benjamín con su olor—. Puede que no sea la mejor persona para decir esto, pero... Creo que podrás superar esta situación, aunque hagas sufrir a tu Alfa, el merece lo malo que está pasándole por desconfiar de ti. Es muy estúpido, porque con solo escuchar como hablas de él, cada uno de los que te conocemos comprendemos la intensidad y lealtad de tu amor. Si Charlie Cooper es tan ciego para no verlo, entonces no merece tu amor o esfuerzo.
Los ojos de Benjamín se llenan de lágrimas, pero no llora. Todo lo contrario, se siente orgulloso de Kyle, porque ha conseguido que un Alfa desastroso se convierta en un buen Alfa.
ESTÁS LEYENDO
Dilemas de Omegas | BL OMEGAVERSE |
HumorSi de Omegas independientes hablamos, Kyle Mayer es todo eso y más. Es un exitoso abogado Omega de veinticuatro años con gran futuro en su carrera, un mejor amigo Alfa que lo adora desde que se conocieron en el jardín de niños, y un bebé que le está...