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Se dirigieron a paso calmado hasta aquella montaña rusa, notando que había una larga fila frente a ellos, por lo que decidieron ir de a dos para no desordenar aquella cola.

El pelirrojo menor luego de pensarlo bien por un rato se giró a Minho, quien cada tanto estiraba su cuello para ver hacia adelante, seguramente hasta donde se encontraba Jisung con Changbin, de nuevo.

- Hyung... -llamó, tirando con suavidad de su camiseta.

- Ahora no, ____.

Desvió la vista al suelo, escondiendo sus manos en ambos bolsillos al resignarse a preguntar algo. Su amigo había dicho que no subiría, pero al ver que a Jisung le había importado muy poco que no iba a subir decidió hacerlo de una vez por todas.

Su mirada se desvió a algún punto del lugar, tratando de matar el aburrimiento ya que no podía hablar con su mayor. Fue entonces que la vio, a ella, Hyesun, tomada de la mano de un chico que no pudo reconocer ya que le daba la espalda.

¿Qué hacía ahí, con un chico? ¿Ese era el reemplazo de Minho? Ya que no pudo salir con él...

- ____, avanza.

Miró al pelirrojo a su lado unos segundos, haciendo caso en silencio antes de volver a llevar su vista al lugar donde había visto a la menor. Aún seguía ahí, ya que ese chico le estaba ganando un peluche--

- Ese es... ¿quién es?

Ladeó su cabeza, confundido. De repente notó a una de sus amigas llegar, seguida de otras dos más. Luego de eso las vio desaparecer al alejarse del puesto donde estaba, dejando a aquel chico sólo.

- ¡____, muévete!

Apretó sus puños con fuerza, reprimiendo un jadeo de dolor ante el brusco movimiento que provocó Minho al jalarle con fuerza del brazo.

Estaba harto, él no merecía recibir la frustración del contrario sólo porque estaba celoso de la cercanía entre Changbin y Jisung. Se soltó con rapidez de su agarre, provocando una mueca de sorpresa en su rostro y que le viera atónito.

- ¡Deja de ser un patán! ¡Jamás lograrás algo así! -soltó en un grito, llamando la atención de una que otra persona pero mayormente la de sus amigos-. ¡Te comportas como un idiota! ¡No tengo la culpa de tus desgracias! ¡Jódete, Minho!

Dejó un suave empujón en su pecho antes de salir de la fila, caminando con rapidez a los baños del lugar para poder mojar su rostro y así entretenerse en alguna atracción.

Cuando finalmente encontró el baño entró sin miramientos, dejando su peluche en un lugar seco y limpio del lavamanos para así abrir el grifo, con sus manos llevando agua a su rostro.

Se miró en el espejo, llevando la diestra a su frente al sentir cierto pinchazo. ¿Por qué le dolía tanto la cabeza ese día?

El teléfono en su bolsillo comenzó a pesar, y con cierta incertidumbre lo tomó, mirando la pantalla en negro por cierto tiempo. ¿Debía llamar a su hermano? ¿Debía regresar a casa?

Negó poco después ante ambas ideas. Su hermano se estaba divirtiendo junto a su pareja, y se supone que él había ido a divertirse, por eso, no dejaría que la estúpida actitud de Minho le afectara.

Más decidido guardó su teléfono y cerró la llave, tomando su peluche para así dirigirse a la salida. Pero antes de que siquiera pudiera abrir más de un centímetro la puerta escuchó una voz femenina, deteniéndole en su lugar.

- Sí, ellos vinieron juntos.

- ¡Qué asco! Seguro está pegándole lo marica.

Luego de ese comentario le siguieron algunas risas. Se sintió incómodo al estar escuchando una conversación ajena, pero cuando estuvo a nada de salir el siguiente comentario le hizo temblar en su lugar.

Perdón Hyung  >>  Hwang HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora