‹ャ . . . ¡13!

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- Vamos, tal vez no te tiene asco...

- Hyung, lo oí, debiste estar ahí y oírlo -se giró para ver al peli gris, sollozando-. La forma en la que me veía... la forma en la que habló...

- Debe haber una explicación lógica para lo que pasó -el azabache llevó una mano hasta los cabellos del menor, despeinándolo-. Sabes que HyunJin no es alguien... de ese tipo. Tal vez solo le sorprendió ver a sus dos mejores amigos de infancia dándose amor temprano por la mañana antes de ir a la escuela.

- Lo haces escuchar mal Han -se quejó Seo, negando con su cabeza.

- Siento que soy infantil por todo ésto... -susurró el pelirrojo, escondiendo su rostro en el pecho del mayor.

- No, es normal. Digo, te duele o entristece que tu amigo de infancia te tenga asco, es normal, muy normal.

- Ahora tú lo arruinas -se quejó el azabache, observando al otro mayor.

- Silencio -demandó fingiendo estar enojado.

Ante aquello los tres rieron, quedando un momento en silencio, simplemente observando el patio bajo ellos.

____ sentía que algo se le olvidaba...

- ¡Ay! -se levantó de golpe, sin querer golpeando la quijada de su hyung con su cabeza- ¡Perdón hyung! Tengo prisa.

Recogió su mochila y se la colgó en su hombro derecho, siendo seguido por los otros dos que estaban confundidos ante su reacción.

- ¿Acaso tienes la cabeza de metal? -bromeó, estando a un lado del azabache.

- ¿A dónde vas tan apurado? -alzó una ceja, cruzándose de brazos y apoyando el peso en una pierna.

- Quedé con Soobin ah, ya sabes, el delegado -le respondió al azabache, ya caminando hasta la puerta de la azotea con lo dos atrás-. Si van con los chicos, y si ellos se acuerdan de que existo les dicen que estoy en el patio.

- Bueeeno, vamos hyung.

Bajaron las escaleras hasta llegar a la planta del edificio.

Y mientras que el azabache arrastraba al mayor por otro camino el pelirrojo siguió caminando derecho.

Dobló y dobló hasta que finalmente observó las puertas que daban al patio. Aceleró el paso, pero justo cuando iba a abrir las puertas alguien jaló de su muñeca.

- ¡O-oe! ¿Qué...? -alzó su vista, observando con sorpresa al mayor-. ¡Yoongi hyung! No pensé que lo vería hasta la salida.

- Pues te equivocas -sonrió, soltando suavemente su agarre del menor-. ¿A dónde ibas? Casi volabas de lo rápido que ibas.

- Ah, eso, iba a reunirme con un amigo.

Si lo notó, no le dió importancia, pero Yoongi había fruncido su ceño y arrugado su nariz en un claro gesto de disgusto.

- ¿Amigo? ¿Quién?

- Eh, bueno, él es...

- ¡_____ hyung! -el menor observó que a espaldas de su hyung se acercaba Soobin corriendo, agitando su mano-. Al fin lo encuentro -dijo, una vez que estuvo a un lado de sus hyungs-. Yoongi hyung, no sabía que era usted, buenos días.

- Buenos días mocoso.

- Entonces, ¿podrá almorzar conmigo? -preguntó el pelirosa, observando a su hyung menor.

- Ah, claro, ya terminé de hablar con mis amigos; justo te estaba buscando.

- ¡Genial! Vayamos entonces.

Perdón Hyung  >>  Hwang HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora