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- Asi que, ¿qué pasa Hye?

Ambos al llegar a la azotea se sentaron en una banca del lugar. Siendo que ambos estaban solos en el área decidieron relajarse y hablar tan alto como les plazca.

___ estaba nervioso, jugaba con sus dedos de vez en cuando y observaba hacia todos lados sin querer ver a la menor directamente a los ojos.

- Mira, necesito ayuda para confesarme...

-...¿qué?

Dejó todo movimiento de sus manos de lado, observando atónito a su menor, quién desviaba su vista sonrojada hasta las orejas.

- ¡P-pensé que como eres...! bueno, h-homo, me podrías entender y a-ayudar -ahora era el turno de la chica de jugar con sus manos-. E-está bien si no puedes Oppa, no pasa nada...

- No... Tranquila. Y dime, ¿quién es el afortunado?

"Debe ser Minho. Ambos siempre están tan juntos y se sonríen mucho... además, hace unos días los vi besándose..."

- ¡Es HyunJin!

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" Es HyunJin... es HyunJin... ¡ES HYUNJIN! MALDITA SEAAA "

Quería echarse a llorar de la frustración, la molestia que sentía hacia sí mismo.

Se encontraba en los sanitarios, encerrado en un cubículo, sentado en el inodoro -obviamente sobre la tapa-, mientras llevaba sus manos a su boca y ojos para evitar llorar o soltar un sollozo.

" Claro que puedo ayudarte. Es más, empezaremos justo hoy... "

Debió haberse negado, pero simplemente no pudo. Tanto Hye como HyunJin eran sus amigos, HyunJin desde la infancia y ella desde que entraron a la secundaria.

Debía apoyarlos...

Aunque eso le partiera el corazón.

- ¿Hay alguien ahí?

Abrió sus ojos como platos al escuchar un voz desde afuera, desconocida. Llevó sus piernas contra su pecho, abrazandolas y escondiendo su rostro entre éstas.

- Está ocupado... -su voz sonaba un tanto rota debido a sus ganas de llorar, por lo que aclaró su garganta-. En un momento salgo.

- Bien...

Escuchó como el cubículo de al lado se abría, por lo que se quedó quieto, casi tieso. Fue entonces que una sombra lo cubrió, alzó su cabeza, sólo para observar como alguien tapaba la luz de la lámpara sobre el cubículo al estar asomado desde el otro lado.

- Estás del asco. Anda, sal, no me burlaré.

Bajó su vista, suspirando entrecortadamente. Secó unas pocas lágrimas y se levantó, abrió la puerta del cubículo y salió de éste. A los segundos aquel chico salió de al lado.

Era un tanto bajo, de su estatura, sólo unos centímetros más alto, sus cabellos eran rubios y sus ojos eran de un hermoso castaño.

- Vaya mierda, échate un poco de agua en la cara, estás un poco rojo...

Asintió, yendo hasta los lavabos y abriendo el grifo, tomó un poco de agua con sus manos y echó ésta en su rostro. Repitió el proceso una vez más, para luego buscar a tientas el papel.

- Espera...

Escuchó la voz del rubio, sintiendo luego como lo que buscaba era pasado por su rostro, secando toda agua de éste.

Aunque fue un poco brusco el movimiento de su mano agradeció que le ayudara.

Abrió sus ojos lentamente, observando con confusión al chico frente a él. Nunca lo había visto, pero aún así, se comportaba tan amable con el...

- ¿Cómo te llamas? -preguntó, ya harto de no saber su nombre.

- Mi nombre es Min Yoongi. Sé que tú te llamas ___ Soo.

- ¿Y cómo es que lo sabes? -alzó una ceja, un tanto anonadado, dando un paso hacia atrás.

- Eso no importa -habría jurado ver un ligero rubor en las mejillas del oji castaño, pero culpó a la iluminación del lugary a sus ojos irritados-. Dime, ¿por qué llorabas?

- No estaba llorando -te cruzaste de brazos, haciendo un puchero. Ante la ceja alzada del pálido rodaste tus ojos y bajaste la mirada-. Es algo estúpido... además, no te conozco tanto como para tener la confianza de decírtelo.

- Entonces hablemos, tengamos confianza en el otro para conocernos mejor.

- ¿Me estás pidiendo ser tu novio o amigo? -dijo con burla, alzando una ceja al mismo tiempo que el otro gruñía y rodaba su ojos.

- Si quieres ambas -ante la respuesta no pudo evitar sonrojarse, siendo ahora que el rubio sonreía burlón.

- No es justo, me tomaste desprevenido babo.

Luego de eso, ambos quedaron en silencio, frente al otro. Tan solo se escuchaba sus respiraciones pausadas. De pronto, el timbre que anunciaba el inicio de la tercera hora sonó, sacándolos de sus pensamientos.

- Oh, debo volver a clases, me he saltado una y no creo que el profesor de Artes esté contento.

- Ese viejo es un amargado.

- Si tú lo dices.

Se encogió de hombros y ambos salieron del baño, caminando en silencio hasta sus aulas, que, casualmente, quedaban lado a lado, por lo que gracias al ventanal que estaba en cada aula hacia el pasillo se podían ver desde sus clases.

- Vaya... nunca imaginé que estuvieras estudiando al lado.

- Hay muchas cosas que no sabes, ___.

- ¿Qué?

- Nos vemos luego pelirrojo.

Y con un pequeño beso en su mejilla aquel rubio se despidió, dejándole atontado y con el corazón en la boca.

"¿Qué mierda acaba de pasar...?"

Perdón Hyung  >>  Hwang HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora