‹ャ . . . ¡11!

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- Minho, llegaremos tarde.

- Un minuto más...

- Mi hermano está cocinando waffles con arándanos.

- ¿Qué estás esperando para levantarte flojo?

El menor negó divertido, haciéndose a un lado para que su hyung se levantara de la cama.

Luego de ver películas y comer chocolate y palomitas hasta las 3 de la mañana, ambos habían caído dormidos debido al cansancio, siendo que al pasar las 4 horas correspondientes el reloj sonó, demostrando que eran las 7 y debían ir a clases.

Mientras el pelirrojo mayor iba al baño el otro fue hasta una gaveta y de ahí sacó el uniforme limpio del mayor. Ayer su hermano se había tomado la molestia de lavarlo y guardarlo.

Ah, como lo amaba.

- Minho hyung aquí afuera está su uniforme, yo iré a la cocina.

- ¡Ok!

Dejó el uniforme en la cama y salió de la habitación. Él ya estaba vestido, por lo que al comer trataría de no ensuciarse, quería ahorrarse la vergüenza de un uniforme sucio.

- Hermanito Saranghae~ -abrazó a su hermano por la espalda, haciendo que éste dejara de hablar por teléfono.

- Espera un momento Jinnie -el mayor dejó el teléfono a un lado, para voltearse y tomar al menor de sus mejillas-. ¿Cómo está mi bebé?

- Bien hyung, pero tengo hambre -hizo un puchero, haciendo chillar a su hermano de la ternura que sentía.

- Siéntate, te daré tu desayuno -le dejó un pequeño beso en su frente, dejándolo ir para que se sentara, al mismo tiempo que Minho aparecía-. Minho siéntate, el desayuno ya está listo.

- Buenos días hyung -saludó el mismo, sentándose a un lado del menor, ya vestido.

El mayor de los tres sirvió el desayuno y comenzaron a comer, claro que el azabache ya había cortado la llamada con el tal "Jinnie", y ante ese nombre el menor estaba intrigado.

- ¿Quién es Jinnie, hyung? -preguntó a su hermano, observándolo ahogarse con el jugo.

- ¿Es su novio, novia? -preguntó ahora el pelirrojo mayor al ver la reacción del chico.

- A su debido tiempo... lo sabrán. Ahora larguense de mi casa, llegarán tarde a clases.

- ¡Ie, ésta también es mi casa! -se quejó el oji negro, pero aún así se levantó, dejando su plato sucio en el lavavajillas.

- Pero él es mayor -dijo divertido Minho, sonriendo al ver al menor exclamar, dramatizando.

- ¡Ah! ¿Tú también Minho hyung? Que cruel -lloriquó, golpeando el hombro del nombrado cuando éste se levantó para dejar el plato junto al de su amigo.

- Ya ya, vamos a clases.

Ambos fueron rápidamente a lavarse los dientes, tomaron sus mochilas y bajaron a la planta. Se despidieron del azabache, quien salió al trabajo un poco antes de ellos y luego partieron al colegio.

- Bien, ahora, ¿cómo haremos con HyunJin?

La pregunta del mayor alteró al pelirrojo, quien observó exaltado a su hyung.

- ¿De qué estás hablando?

- Anda, debemos hacer algo para que caiga a tus pies -la voz triunfante y su mirada decidida le hicieron sonreír, pero su sonrisa decayó al pensar en sus palabras.

- No hyung... eso es imposible.

- ¿Cómo sabes eso? ¿Has intentado conquistarlo?

- Muchas veces hyung...

Perdón Hyung  >>  Hwang HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora