QUÉDATE ESTÁ NOCHE - BY NATH 🥀

20.

Capítulo 20.

Niall.

Estoy cansado de fingir que nada está pasando entre nosotros. Que no me siento alterado cuando está cerca, que no deseo estar constantemente tocando sus manos, que no deseo tenerla en mi cama por las noches, y que no deseo besarla como tanto he estado anhelando. No puedo fingir más, y sé que ella tampoco desea hacerlo.

No cuando el rubor adorna esas mejillas preciosas que tiene, no cuando se vuelve tan tímida que lo único que puede hacer es balbucear y escapar de mis ojos cuando estoy mirándola. Tendría que ser el idiota más grande del mundo como para no captar sus señales, pero gracias al cielo, no lo soy.

Acercándome, tomo su pequeña mano, la guio por el salón hasta las escaleras y luego al segundo piso. Sus dedos son firmes, un indicio de que no se opone, de que está de acuerdo y desea dormir en mi cama.
Mi cama, joder. ¿Cómo es posible que mi mente esté arrastrándome a pensamientos deliciosos, que nos incluyen a los tres? A Diana, mi cama y yo. Debo detenerme, y ya.

—Acuéstate —Me aclaro la garganta cuando me escucho demasiado agitado por el rumbo que está llevándome estos pensamientos.

En silencio se sube a mi cama y se mete bajo las sábanas. De las tantas veces que hemos dormido juntos, hoy es la primera vez que siento una atmósfera diferente. Me siento ansioso, y hace calor.
Tomando el mando acciono el botón para que las persianas comiencen a cerrarse, si fuera por mí las dejaría abiertas de par en par, pero aunque estemos en un piso 24, temo que estos jodidos paparazzis estén con binoculares profesionales y estén instalados en los edificios que están a varios kilómetros de distancia. Sí, soy un maldito paranoico.

—Ya está —Murmuro cuando estamos completamente a salvos de ojos curiosos, dentro de estás cuatro paredes.

—Que sofisticado —Bromea Diana, sonriendo.

—Venía incorporado —Sonrío mientras le explico —Es un lugar muy moderno, y aunque llevo años viviendo aquí, hay muchos botones de estos mandos que no sé para qué sirven.

Ella se ríe.

—Es un penthouse muy moderno.

Asiento mientras me acuesto bajo las sábanas, y mientras lo hago me pregunto en qué momento decidí tener una cama king. Hay demasiado espacio entre nosotros, y lo único que deseo es estar muy cerca de ella. Que bueno que ya tengo la solución.

—Sí, este mando tiene muchas funciones. Por ejemplo, con este botón...—La observo y sonrío —No verás si estás tan lejos, acércate —Diana sonríe y lentamente se acerca. Vamos bonita, acércate más. Sí, ahora sí —Este es para la televisión, este está conectado a Spotify...—Busco mi móvil y tras conectar la aplicación, hago funcionar.

Por los altavoces la voz de Billie Eilish nos deleita con su single Lovely, una de mis canciones favoritas.

—Wow. Se escucha muy fuerte.

—Así es —Sonrío —Con estos se controla el volumen...y este botón controla la luz.

La habitación se queda a oscura por una breve fracción de segundos y luego se ilumina completamente. Ver a Diana tan sorprendida me hace reír.

—Que maravilla —Murmura apoyando la cabeza en la almohada que está junto a la mía —No tener que levantarse para apagar la luz. Debería ser una necesidad básica.

Vuelvo a reír mientras dejo una luz tenue, y bajo el volumen de la música que está reproduciéndose. Apoyándome en mi almohada, observo hacia el techo blanco de mi habitación. Durante un momento nos mantenemos en silencio, escuchando 3:00 AM en la voz de Finding Hope. Pero luego recuerdo mi conversación con Andy.