15.

791 94 105
                                    

Capítulo 15.

Niall.

Hace un mes, creí que Amelie era todo lo que yo deseaba en el mundo. Me sentía cautivado por su belleza, por su cuerpo y por la forma en que solía tratarme. Creía que era la mujer indicada y con la cuál podría tener un futuro prometedor. Nos veía casados, teniendo pequeños niños y niñas, perros y gatos y una casa enorme donde vivir plenamente. Pero ahora siento que todas aquellas fantasías, todos aquellos pensamientos que un día soñé vivir, se han desvanecido.

Mi vida laboral y profesional van por el camino correcto. Sé lo que debo hacer la próxima semana, sé el itinerario cuando comience la promoción de mi segundo álbum, todo está malditamente planificado. Pero mi vida amorosa llegó a un punto donde ya no sé qué pasará el día de mañana.
Ya no hay planes, ya no hay casas que sueñe tener, no hay niños y niñas, no hay perros y gatos. Esa vida que mi mente llegó a crear, desapareció.

Lo hizo en el momento en que Diana apareció en mi vida. Y ahora estoy cuestionándome si realmente estuve enamorado de Amelie.
Lo hago por el simple motivo de que yo debería haber vuelto a Londres para continuar ajustando los últimos detalles del álbum. Pero en cambio, estoy aquí, sintiéndome atado a la mujer que duerme adherida a mi cuerpo. Atado por opción propia, porque deseo estarlo.

En mi relación amorosa con Amelie, podía aceptar muchas cosas, pero jamás el transar mi trabajo por pasar tiempo con ella. La música es todo para mí y ese ha sido motivo de discusión con ella.
Porque en muchas ocasiones no le dediqué el tiempo que merecía. Pero ahora, se siente diferente. Volví de Londres porque me sentía demasiado ansioso por saber como estaba Diana, por saber como estaba sobre llevando todo en mi casa ¿Y porqué no? Porque también deseaba verla.

Y el pasar tiempo con ella, solo me hace desear continuar cerca. Este fin de semana debo volver a mi apartamento en Londres, debo volver al estudio de grabación y centrarme en las canciones que están listas para ser publicadas.
Pero Diana está ocupando toda mi mente, mis pensamientos están lejos del álbum porque solo puedo pensar en como me siento al estar cerca de ella, y por supuesto, a pensar en la forma que me hace sentir. No había sentido nada similar, nunca. Nada como esto.

Todo lo que ella hace, todo lo que dice, la manera en la que actúa, si ella sonríe, si frunce el ceño, si ríe, si llora...cada maldita cosa que ella haga me interesa, y no puedo dejar de estar pendiente para intentar cubrir todas y cada una de sus necesidades. Joder, estoy acabado.

Mi móvil marcan las 4 de la madrugada y la lluvia ha cesado. Desperté debido a Margaret y sus charlas nocturnas, que si bien en su momento eran graciosas y divertidas, ahora es todo lo contrario. Definitivamente no podría tener una relación con una mujer que hable así como ella, no me dejaría dormir y vaya que me gusta dormir bien.
En cambio, Diana incluso dormida es silenciosa, no se queja y no suele moverse demasiado. Y está acurrucada a mí lado como una gatita.

Sonrío al verla tan adherida a mí. Está dejándome casi en el borde de la cama, pero eso no me importa en lo absoluto. Porque yo también estoy abrazándola, y sentir su mejilla cerca de mi pecho es una de las mejores sensaciones del mundo.
No recuerdo haberme sentido así por Amelie, de hecho, hay muchas cosas que estoy experimentando por primera vez.

—...No, Uhmmm...es un actor...no...no...

Joder. Ahí está otra vez, la parlanchina hablando incoherencias. Y lo peor es que no se detiene. ¿Cómo puede Diana dormir tan plácidamente? ¡oh, ya lo sé! Compartieron una habitación en el crucero.
El crucero. Siento que ha pasado una eternidad desde que estuve allí promocionando el lanzamiento de mi nuevo álbum.

—...Sí, le gusta también...ambos...

¡Dios mío! Alzo el rostro para ver si esta chica realmente está dormida.

QUÉDATE ESTÁ NOCHE - BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora