QUÉDATE ESTÁ NOCHE - BY NATH 🥀

33.

Capítulo 33.

Niall.

Mi madre y su emboscada alteró todos mis planes. Había estado deseando volver a Dublín para llevar a cabo mi propuesta de noviazgo, y así por fin dejar de escondernos y fingir que no estamos enamorados. Pero como siempre, mi madre y su afán de querer controlarlo todo, me hizo abrir la boca antes de tiempo.
Quería que el día en que presentara a Diana a mis padres, fuera siendo mi novia. Y aunque así lo hice, no es como deberia haber sido, ese no era el plan. Dios ¿Porqué es tan difícil seguir un orden? Detesto que mis planificaciones no den resultado, no cuando pienso en ellas tan meticulosamente.

Aunque, debo reconocer que ver a Diana interactuar con mis padres me resulta sumamente placentero. Temía que mi madre fuera imprudente, que hiciera preguntas que lograran incomodar a Diana, pero ha tenido una actitud bastante diferente. Sinceramente, creí que actuaría como aquella vez en que tuvimos esa llamada telefónica, donde insinuó que mi chica podría estar más interesada en mi dinero que en mí. Me llevó días poder volver hablar con ella, y no sentirme herido por aquellas especulaciones.

Y ahora, verlas reír mientras se ríen a mi costa con historias de mi infancia, es suficiente para hacerme saber que se llevarán bien.
No así como ocurrió en su momento con Amelie. Si bien mi madre logró entablar una relación con ella, no fue más allá de la cordialidad. Amelie siempre ha tenido un carácter difícil de llevar, y mi madre siempre mantuvo las distancias para evitar tener algún encuentro desafortunado. Creo firmemente que en el fondo de su corazón, se siente agradecida de que esa relación haya tenido fecha de caducidad.

—... y entonces se enteró que papá Noel no existía, lloró toda la noche —Continúa mi madre.

—Bueno, ya han hablado demasiado de mí —Me quejo mirándolas —Diana, cariño, te ves cansada.

—Lo estoy, pero esta historia es bastante buena.

Mamá se ríe.

—Nos iremos mañana, así que podré continuar con esta increíble historia durante la cena —Le dice —Ahora deberias ir a descansar. Tú también hijo, ambos se ven cansados.

—Primero ayudaré a retirar todo esto —Menciona Diana, levantándose de la mesa.

—No, lo haremos nosotros —Interviene mi padre —Ustedes vayan a descansar, debió ser un viaje agotador.

—Pero... —

—Pero nada, querida. Ve con Niall, nosotros nos encargaremos de todo esto —Insiste papá.

—Bien, gracias —Ella me observa.

—Iré en un minuto —Le aseguro, Diana asiente.

La observo alejarse por el pasillo y entrar en nuestra habitación.

—Cariño, ve con ella. No será la primera ni la última vez que retiraremos el servicio de la mesa.

—No es nada mamá —Sonrío ayudándolos —Ademas, quiero preguntarles que opinan sobre mi novia.

—Encantadora —Me asegura papá, guiñándome un ojo acompañado de una sonrisa —Muy simpática y risueña.

Sonrío siguiéndolos hasta la cocina.

—Es realmente encantadora —Dice mamá, acercándose —Siento mucho mis palabras del otro día. Diana es increíble.

—Ya te disculpaste mamá, está bien.

—Lo sé, pero no lo había dicho en persona —Insiste —Me dejé llevar por esa antigua relación que tuviste hijo. Esa muchacha siempre fue... tan avarienta. Siempre viéndonos con aire de superioridad, Dios, era demasiado estresante.