QUÉDATE ESTÁ NOCHE - BY NATH 🥀

21.

Capítulo 21.

Niall.

Estoy en la oficina a primera hora de la mañana. Pero mi mente está en casa, repasando los acontecimientos de anoche. Mi sonrisa es tan notaría que el personal del edificio se extrañó al verme así. Porque seamos claros, estoy en el ojo del huracán, tal cuál mencionó The Sun, así que le daré créditos por ello.
Pero supongo que ni siquiera eso me ha hecho perder la sonrisa. Y es que Diana está apoderándose de todo mi ser, intento distraerme leyendo el periódico mientras espero a Andy, pero mi mente me lleva sin ninguna dificultad hasta lo que pasó anoche. Que si bien, fueron unos cuantos besos apasionados, fue suficiente para hacerme perder la cabeza.

Tanto así, que mientras leo las últimas noticias sobre el nuevo certamen de los Grammy, mi mente está llevándome a escenarios imaginarios. Pero no cualquier escenario, si no a uno donde Diana y pequeños bebés están incluidos. ¿Qué ocurre conmigo? Nunca me he visualizado en una situación así, nunca me ocurrió con Amelie.
Pero ahora... Joder, puedo incluso imaginarme sosteniendo una pequeña mano que me llama "Papá" y que yo sostengo firmemente para que no caiga, mientras Diana camina a mi lado con una barriga de embarazada, nuestro segundo bebé... Oh maldita sea, no seas tan intenso Nialler.

Me encuentro aquí sumergido en mis pensamientos cursis cuando quizás ella ni siquiera se le ha cruzado por la mente. Quiero creer que sí, que sí estamos en sintonía. Anoche sí que estábamos en sintonía...anoche fue...me remuevo incómodo en el sofá, y el bóxer pareciera quedarme más ajustado.

—¿Planeta tierra llamando a Niall? —Alzo la cabeza un poco asustado. Andy está mirándome y está sonriendo —Mierda ¡has vuelto!

—Oh, sí. Hola —Me levanto y dejo el periódico en el sofá —Solo estaba distraído.

—Así veo. ¿Qué tal tu primera noche en Londres después de varias semanas fuera?

—Muy buena. Digo, muy bien, ya sabes...estar de vuelta.

Asiente caminando hacia el sofá que está frente al mío, y sin dejar de sonríer se sienta y me observa.

—¿Has leído a The Sun está mañana?

—No. Y no lo haré ¿Para qué? Quizás que han dicho de mí.

—Siéntate y lee su último artículo, estoy seguro que te pondrá de buen humor.

Buen humor ¿Existe algo que pueda hacer The Sun para ponerme de buen humor? No, la única persona que puede ponerme así, está en mi hogar, en mi cama y durmiendo plácidamente...espero que haya visto mi nota, la que dejé para ella.

—Dímelo tú, Fleming —Pido, pero me siento en el sofá de todos modos.

—Bien —Él busca en su móvil —Amelie volvió a referirse a sus dichos, y está vez, se ha retractado de cada palabra dicha.

—¿Qué? —No me lo creo. Andy me enseña su móvil y comienzo a leer... Mierda ¿Realmente lo hizo? ¿Está negando todo? —No tiene sentido, no tiene sentido Andy ¿Porqué? Esto la está perjudicando ¿Porqué haría algo así?

—Quiero aferrarme a la idea de que recapacitó, y que sus abogados sabrían que una demanda millonaria le afectaría.

—No. Es que...ella no es así —Le devuelvo el móvil y me pongo en pie, incapaz de permanecer en un lugar fijo —Amelie no es así. Ella jamás daría su brazo a torcer, debe existir algo...algo pasó.

—Da igual —Él viene a mi lado —Lo importante es que ahora asumió que era mentira. Y todo el mundo está esperando nuestra declaración, debo comenzar a redactarla hoy mismo ¿Hay algo que desees añadir?