Capítulo 29.
Deberíamos habernos marchado hace media hora, pero Niall está hablando por teléfono con su madre, que al parecer, y por lo que logro comprender, está en su residencia, en Dublín.
Distraídamente se pasea por el salón, acomodando los cojines de los sofás, observando los cuadros en las paredes, y cerciorándose de que las copas de cristal que hemos utilizado estén limpias y secas en el mini bar mientras escucha atentamente a su madre. Esa manía suya me hace sonreír mientras observo mi teléfono y respondo algunos mensajes de Margaret.—No me gusta hacía donde estás llevando esta conversación, mamá —Alzo la vista ante su distante pero bajo tono de voz —Y no quiero creer que estás insinuando lo que estoy pensando en este momento —Sus ojos se encuentran con los míos, pero desvía la vista rápidamente antes de alejarse lentamente hasta la habitación —Sé que te preocupas por mí, pero estás cruzando la línea y me enfada muchísimo lo que estás diciendo —Añade, apenas en un murmullo, para que no yo logre escuchar.
Oh no, esto parece ser demasiado personal. Me levanto del sofá y camino hasta el balcón para darle un poco de privacidad, pero al parecer, las paredes de esta suite no son lo suficientemente gruesas.
—Está bien, mamá —Continúa Niall, suavizando su tono y bajando la voz mucho más —Solo te pido que no pienses así, estás equivocada con tus especulaciones, no la conoces, ella es diferente.
Oh no. No la conoces, ella es diferente. ¿Estará hablando... de mí? ¿Su discusión es por mi culpa? Me llevo la mano al pecho al sentir los acelerados latidos de mi corazón. ¿Será realmente así, o es que ya estoy volviéndome loca? No la conoces, ella es diferente. ¿Si no soy yo, quién más podría ser?
Me siento en una de las sillas de mimbre que yacen ubicadas aquí afuera mientras lo escucho despedirse de su madre. Mentiría si dijera que aquellas palabras no me afectan. Claro, en el caso en que hayan sido dichas debido a mí. No la conoces, ella es diferente... ¡Pues claro que es por mí! Quizás cree que soy una cazafortunas... quizás piense que estoy con él por interés... quizás... oh no. Suspiro, sintiéndome repentinamente triste y angustiada.
Guardo el móvil sin responder los mensajes de Margaret. Mi ánimo a caído en picada y no sé cómo tomarme esta información. No la conoces, ella es diferente.
—Hey —Alzo la vista. Él está sonriendo, pero su semblante cambia en un segundo, viéndose preocupado —¿Qué ocurre? ¿Porqué estás aquí afuera?
—Eh, estaba despidiéndome del lugar.
No sé que tanto está evidenciando mi rostro, pero sonrío para no preocuparle. Su rostro se relaja y me sonríe de vuelta.
—No tienes porque despedirte, podemos volver cuando tú desees. De hecho, en Dublín hay muchos lugares similares, te llevaré.
Su generosidad me hace pensar inmediatamente en su madre, y en qué diría al respecto.
—No es necesario —Sonrío levantándome.
—Sí es necesario —Acercándose, abraza mi cintura —Porque ya te lo dije, suelo visitarlos, así que tú irás conmigo. Debes acostumbrarte.
Después de haber escuchado aquello, no sé si pueda acostumbrarme a estos lujos que él desea ofrecerme. No cuando parte de su familia piensa así de mí. Bien, sé que existe la posibilidad de que no sea así, pero mi sexto sentido no se equivoca y ese pensamiento me oprime el pecho y me amenaza con llorar. Por supuesto, no puedo demostrárselo y mucho menos decírselo, así que...
—Está bien —Susurro, adhiriendo mi mejilla a su pecho, donde puedo escuchar los latidos de su corazón. Un nuevo suspiro se me escapa.
—¿Qué ocurre, Diana?
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QUÉDATE ESTÁ NOCHE - BY NATH 🥀
FanfictionParece mentira que hayas existido. Ahora te veo tan lejos, tu mirada, tu voz... Todo me llega al fondo del pasado, cuando juntos éramos infinitos.