Capítulo 25.
¡Ay virgen María! El sartén cae sobre la baldosa con un sonido molesto para mis oídos mientras retrocedo y escapo del cuarto de baño para refugiarme en el enorme armario que Niall posee. ¿Cómo pude ser tan tonta? ¿Cómo no pude deducir que era él quién estaba utilizando la ducha? La vergüenza me consume, puedo sentir cada parte de mi cuerpo arder intensamente mientras pienso en que lo vi desnudo ¡Desnudo! Ay, ay.
—Trágame tierra y escúpeme en el desierto del sahara —Gimo, acucurrándome bajo la cantidad exorbitante de camisetas colgadas perfectamente dentro del closet.
—Diana ¿Dónde estás? —Me llama y cierro los ojos con fuerza. No quiero enfrentarlo —Vamos, no pasa nada —Se ríe —No huyas de mí.
¿Que no huya de él? Cómo si fuera tan fácil verle a la cara después de haber presenciado...después de haber... después de que mis ojos se deslizaran por su plano vientre hacia... después de que... Respiro ruidosamente y mi corazón late con fuerza bajo mi pecho. Ay santo cielo, hace calor aquí.
—Diana —Escucho su voz cerca, demasiado cerca cuando él entra en el armario. Lo observo a través de las camisetas, lleva únicamente una toalla alrededor de sus caderas. Ay virgen —¿Vamos a jugar al escondite?
Vuelvo a suspirar. Un error de mi parte, porque él me escucha. Lentamente se acerca al closet.
—Diana —Continúa —Sal de allí. Haremos como si nada hubiera ocurrido, lo prometo —Su oferta es tentadora, pero no creo que yo pueda olvidarlo fácilmente, y dudo que también él lo haga —Esta mañana había una araña venenosa en el closet, olvidé decírtelo.
—¡¿Qué?! —Chillo y escapo gateando fuera del closet. Odio las arañas, son una fobia para mí.
Niall se ríe a carcajadas y es cuando comprendo que mintió. Si antes me sentía avergonzada, ahora es peor. No puedo evitar el rojo vivo en mi rostro y me cubro con ambas manos. Nunca había vivido un episodio así. Y no se trata de que nunca haya visto a un hombre desnudo, porque vamos a ver, tuve un novio, pero ahora se trata de ¡Niall Horan! Y las circunstancias han sido... inesperadas.
—Diana, mírame —Murmura, sosteniendo mis muñecas cuando se inclina —A mí no me importa que me hayas visto. Lo prometo.
—Pero a mí sí —No quito las manos de mi rostro.
—¿Soy tan horrible?
¿Qué pregunta tan estúpida es esa? Su cuerpo está tallado por los mismísimos ángeles. Por supuesto, no voy a decírselo, así que...
—Perdón, debí suponer que eras tú —Susurro y lo observo a través de mis dedos. Él está sonriendo.
—Perdóname tú a mí, debí anunciar mi presencia. Pero dormías tan plácidamente que no tuve el valor de molestarte —Dice y lentamente retira mis manos —Así también, perdón por mentir acerca de las arañas.
Sonrío un poquito.
—Vale.
—Bien ¿Asunto olvidado?
—Uhmmm, no sé si pueda olvidarlo fácilmente —Admito, evitando mirarlo directamente a la cara.
—Entiendo, no todos los días tienes la oportunidad de ver un cuerpo como el mío —Bromea, haciéndome reír —Debes estar impactada aún.
—¡No te burles! —Me quejo, pero no dejo de sonreír.
—Ven aquí —Dice, tomándome de las caderas y acercándome a su cuerpo, aún envuelto solo por una toalla en sus caderas, debo añadir —Hola, te eche de menos.
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QUÉDATE ESTÁ NOCHE - BY NATH 🥀
FanfictionParece mentira que hayas existido. Ahora te veo tan lejos, tu mirada, tu voz... Todo me llega al fondo del pasado, cuando juntos éramos infinitos.