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George junto a un doctor, acababan de entrar a la habitación donde se encontraban Madelyn y Carmen, esta última tenía en brazos a Sophie.
-Le traigo buenas noticias- dijo el doctor con una pequeña sonrisa- Ya se puede marchar a casa.
-¿Entonces Lyn está bien?- pregunto George.
-Si, estos cuatro días la hemos estado observando y no hemos visto que corra algún peligro, eso si, no podréis iros a Mónaco hasta que pasen unas cuantas semanas.
-¿Porque?- pregunto Carmen.
-Sophie es demasiado pequeña cariño- dijo Madelyn- ¿Cuanto tiempo tenemos que quedarnos aquí?
-Dos semanas como mínimo- respondió el doctor- En unos minutos podrá marcharse, que le vaya todo bien.
-Muchas gracias doctor- dijo Madelyn.
-Bueno, ya alquile una casa- dijo George.
-¿Cuándo?- pregunto confundida la Leclerc.
-Cuando Sophie nació.
-¿Sabías que no nos podíamos ir?
-No, pero Susie me lo dijo-respondió- Ahora vístete por favor, que me quiero ir ya de aquí.
-Sujeta a Sophie, voy a ayudar a Lyn a vestirse- le dijo Carmen a George.
-Puedo hacerlo sola cielo- dijo Madelyn.
-Da igual, te ayudo.
-Eso, haz caso a Carmen, cuanto menos esfuerzo hagas, mejor- dijo George.
-Pero...
-Pero nada, entiende que casi mueres Madelyn- le interrumpió el piloto, la monegasca iba a responderle pero Sophie empezó a llorar.
-Por cierto George, ¿tu no tendrías que estar en Austria?- pregunto la Leclerc, cargando a su hija para darle de comer.
-Tal vez- respondió haciéndose el inocente.
-Hablaremos en casa.
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Cuando habían llegado a la casa que había alquilado George, Madelyn se fue a la habitación ha descansar, mientras que los otros dos se ocupaban de Sophie.
