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George veía divertido, como Daniel se encontraba caminando de un lado a otro, mientras que Madelyn, Carmen y Sophie, estaban fuera comprando.
-No puedo hacerlo- dijo Ricciardo mirando a George.
-Cállate Daniel- dijo el británico, poniéndose un cojín en la cara para no hacerle caso al piloto de McLaren.
-¿No me estoy precipitando?- pregunto quitándole el cojín.
-Vamos a ver, ¿tú estás seguro de querer hacerlo?
-Por supuesto.
-Pues ya está, problema resuelto- dijo cerrando los ojos.
-¿Y si me dice que no?- volvió a preguntar, haciendo que George le maldiga en voz baja.
-Si te dice que no, te jodes y te vas a llorar a otra parte.
-¿No estás de acuerdo con esto?
-Claro que lo estoy.
-Entonces, ¿por que estás actuando así?
-No quiero que le hagan más daño- respondió George, Daniel iba a decir algo cuando de repente el timbre de la casa sonó.
-Eres el pequeño, ves tú a abrir la puerta- dijo el australiano mirando con burla a George.
-Véte a la mierda- dijo levantándose del sofá para ir a abrir la puerta.
-Hola.
-Adiós- dijo George cerrando la puerta, iba a volver al salón pero la puerta volvió a ser golpeada- Mira, no queremos nada de ti, así que vuelve por donde has venido, gracias.
-Quiero hablar con Lyn y Daniel.
-Tú no vas a hablar con ellos y menos con Lyn- dijo el piloto de Mercedes, cruzándose de brazos.
-George por favor.
-Lando, haznos un favor y márchate de aquí.
-Por favor, yo... necesito recuperar a Madelyn- dijo Lando apuntó de llorar.
-Bien por ti, vete antes de que ella venga y te vea.
-George me arrepiento mucho de lo que dije e hice a Lyn.
