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-¿Cuanto queda?
-Poco- respondió Daniel.
-Llevas diciendo eso desde que hemos salido.
-Nadie te obligo a venir en coche.
-Quería ir con Lyn y Sophie.
-Pues entonces deja de quejarte.
-Tú no me mandas.
-¡Basta!- gritó Madelyn harta de escuchar a George y a Daniel discutiendo por cualquier cosa.
-Perdón- dijeron ambos a la vez.
-Idiotas- susurró Carmen siendo escuchada por todos.
-Te escuche- dijo George que iba junto a la española y Sophie en la parte trasera del coche.
-Esa era la intención- dijo ella rodando los ojos.
-Oye Lyn, ya que parece que eres la única que no está molesta conmigo, ¿podrías responderme a varias preguntas?- pregunto George.
-¿Que pasa ahora?- pregunto con cansancio.
-¿Por que no hemos ido en avión?
-Lo mejor para Sophie es ir en coche, no podemos estar todos los findes de semana viajando con ella en avión.
-Si es por ella entonces dejó de quejarme, y la otra es, ¿Por que estás de ese humor? ¿Has dormido algo en estos días?
-¿No que solo eran dos preguntas?- pregunto Daniel para hacer de rabiar a George.
-Daniel, ya vale- le regaño Madelyn.
-Esta bien, lo siento.
-Y respondiendo a tu pregunta cariño, no, no he dormido bien.
-¿Por que?- volvió a preguntar George ignorando que no había respondido a la otra pregunta.
-Este es tonto, ¿y si le dejamos en una gasolinera?- dijo Daniel.
-Como el padre de Max a Max- respondió el británico.
-¡George! Deja de hablar de eso- dijo la Leclerc.
-Ya llegamos- celebró Carmen, cogiendo a Sophie y bajando del coche para ir con Madelyn, y dirigirse a donde Toto, Christian, Susie y el pequeño Jack las esperaban.
