—Lo siento, no quise asustarte —giré de un salto y lo vi, tiene su cabello con rizos castaño claro, no tiene barba se ve bastante arreglado y sus ojos, son hipnotizantes, son café, pero no como los míos, son más bien chocolate, incluso puedo ver como brillan en medio de la noche y de nuevo mi respiración se fue.—¿Estás bien? Lo siento si te interrumpí, te vi sola viendo estas plantas y me causo gracia —se le escapa una risita inocente.
—¡¿Oye?! —exclamó preocupado, sacudo mi cabeza para entrar en razón.
—Lo siento, me tomaste por sorpresa, pensé que no había nadie aquí afuera —lo miré atenta, recorrí sus facciones, no sé qué me está pasando no puedo dejar de mirarlo, él sonríe y puedo jurar que es la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida.
—Solo vinimos a acompañar a mi padre y estoy buscando a mi mamá, pero resulté aquí afuera —me reí al darme cuenta de la innecesaria explicación que acabo de darle, él se ríe también.—No te preocupes, pero no me respondiste, ¿te aburriste adentro? —pregunta de nuevo.
-Creo que sí, ya me estaba asfixiando ver tantas personas —le di una sonrisa mirando sus ojos chocolate.
—Soy Edward Munson, pero puedes llamarme Eddie —tiende su mano luego de decirme su nombre.
—Soy Giselle Quinn, pero todos me dicen Gill —tomé su mano y sentí algo familiar en ella, como si no fuera la primera vez que lo hago.
—Gill... —pronunció mi nombre casi en un susurro alargando la letra "L", me mira divertido aun si soltar mi mano.
—Sentémonos cerca a la fuente y hablamos mientras te encuentra tu madre, ven sígueme, no te detengas —me quedé paralizada ¿es esa la voz de mi sueño? ningún musculo de mi cuerpo se mueve, solo estoy mirándolo, creo que mis ojos están muy abiertos y aun sostengo su mano.
—¿Gill, estas bien? ¿dije algo malo? perdón si fui muy atrevido, solo quería que habláramos y nos conociéramos un poco, si te incomoda estar aquí afuera sola conmigo podemos ir adentro para que te sientas más tranquila, solo si es lo que quieres —todo esto lo dijo sin soltar mi mano, yo solo me perdí en su hermosa voz, soy totalmente incapaz de moverme o pronunciar alguna palabra.
—Lo siento, Edward, si, aquí en la fuente está bien, no me incomodas, lo siento a veces me pierdo en mis pensamientos —reí tímida y castigándome por la excusa de mierda que acabo de darle, él sonríe mostrando sus dientes y mirándome divertido.
—No te preocupes, pensé que te había asustado... oye, puedes decirme Eddie, estamos en confianza, Gill —su hermosa sonrisa no se borra, con bastante tranquilidad nos dirigimos al borde de la fuente para sentarnos.
—¿Por qué volviste a Amaltea, Eddie? —me mira fijamente, como si detallara cada espacio de mi cara, no me molesta, pero si me siento un poco nerviosa.
—Mi padre tiene un taller de costura en el centro, allí trabajan mujeres y hombres haciendo ropa que venden a los almacenes, es un negocio pequeño y me gustaría ayudarle a que se forme más como una empresa pequeña, aplicar todo lo que estudie en la universidad y lograr que pueda tener mejores ingresos tanto para el como para los trabajadores —explica lleno de entusiasmo.
—¡Wow! Eso suena muy interesante —sonrío sin perder el contacto visual —si... ya terminaste la universidad... ¿Qué edad tienes? —estiró su cuerpo y puso sus manos al borde de la fuente.
—Tengo 22 años, apenas terminé la secundaria me fui para la universidad, tuve una beca ¿Qué edad tienes, Gill? —me pregunta curioso, sonriendo y mirándome atentamente.
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AMALTEA - Eddie Munson | [1ra 𝑬𝒅𝒊𝒄𝒊ó𝒏]
Fanfiction❤️ Eddie y Gill tienen una cita con el destino. ¿Cuál es la realidad correcta? Primera parte de una serie de historias en diferentes situaciones de vida en distintos tiempos de los protagonistas, un romance dentro de problemáticas sociales. Dirigido...