EXTRA 2

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—¡Chicas, ¿ya están?! —nos llamó Christian desde abajo.

—Dale, Ce —me apresuró Sofí.

—Perdón, perdón —me disculpé, nerviosa.

Christian no pareció ser muy paciente, porque en saltos y después zancadas, buscó nuestras valijas, la de ella y la mía. Emma ya estaba abajo.

—Pero ¿qué se creen? ¿Que van a Cancún? —preguntó con sarcasmo.

—No estaría mal —apunté.

—Es como una isla, ¿qué parte no entendiste de eso? —Lo fulminé con la mirada—. A la parte que vamos, no hay nada: no hay shopping, no hay tienda de ropa; es agua, arena y cabañas. Ah, y muelles y caminitos. Con suerte si encontramos un kiosco —esperanzó.

No podía creerle, digo, ¿qué lugar no va a tener, al menos, una tienda de ropa?

Tuvimos que tomarnos un colectivo que nos dejaba en la estación de tren y de ahí subirnos al mismo que nos lleva directo al Tigre.

Christian hace unas semanas atrás nos ofreció ir al Delta, una isla del Tigre, pero para esas fechas —aunque sea fin de semana— las tenía planeada para darle uso al estudio, porque estábamos hasta la nuca de exámenes que daban la nota final para el segundo, y último, cierre del segundo cuatrimestre, en palabras más fáciles: notas de cierre del año. Entonces hizo una oferta más sencilla para todas: terminado el secundario, nos daríamos unas vacaciones bien merecidas, aunque, tal vez, vayamos a hacer un segundo viaje: sería a Villa Gesel la próxima vez. Esta semana serían vacaciones y la siguiente la entrega de diplomas.

Sobre los festines, sí hicimos el UUD, pero no fue la gran cosa. Me pareció tan aburrido, aunque hubo un subidón de nivel después de las 23:59 horas de ese día: hicimos apoyo moral a dos personas que al parecer se tenían ganas desde hace mucho tiempo y, aquella noche..., hubo chape. Ah, y fue cumpleaños de la chica que se besó con el chico. Fue lo único no tan aburrido. Y no es chiste cuando digo que unos minutos después nosotras tres ya nos estábamos yendo.

...Pero bueno tampoco pienso omitir en la parte en la que luego de aquello, yo obtuve mi parte buena en la cama gracias a un chico rizado y moreno, el cual amo más que a nada. Ambos nos encargamos de hacer una noche divertida. En fin, él me terminó por alegrar más el día.

Es como si él siempre fuera la clave para afianzar mucho más el día, y no ese, sino todos los días. Todavía si estoy mal o bien, él lo levanta traspasando las nubes y... estoy felizmente completa. No lo logro yo misma, él es quien me concibe todo esto.

Retomando lo del viaje, apenas bajamos tuvimos que buscar el sector de boletos y hacia donde tendría que ir la lancha colectiva, es extraño ya sé, pero esto trabaja así: es una lancha que funciona como un colectivo, cumple con su función de ser este último, sin tener que usar la sube porque, bueno..., ya pagaste por el viaje en la boletería; acá tenías que darle la dirección al conductor y éste cometía con su recorrido. Media hora después, bajamos en la parada que correspondía, esto quiere decir que la parada es un muelle, sí.

Nos ayudaron a bajar las maletas, y demás. La mujer de la cabaña a la que le alquilamos, nos esperaba en la parada. Y como nuestra cabaña estaba un muelle a distancia tuvimos que cruzar otro que conectaba las islas, podríamos decirle, porque eran como cuadras, simplemente que esta vez como islas. Islas = cuadradas. Y yo creía que los muelles que daban directo a la isla eran todas paradas, y no, por eso no paramos más adelante. Una pena, ese da directo a nuestra estadía.

Tuve que entrelazar el brazo de Christian y el mío porque tenía el agua debajo de mis pies y me daba miedo que las maderas ser rompieran y todos cayéramos. Delante de mí veía como el resto de las mujeres caminaban lo más normal y eso me hacía sentir un poco tonta, por ende, me separé de Christian fingiendo que todo andaba normal. Pero como el Príncipe Encantador que es, en una sonrisa me ofreció su brazo para darme más seguridad, aun si ambos sabíamos que esto no se caería porque estaba diseñado exclusivamente para no caer al agua. Igualmente, todo podía pasar.

Radicalmente oportunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora