Soy Elena, supongo que mi nombre no adquiere relevancia, aún así me presento. Tengo una cierta fascinación por leer novelas de vampiros o románticas con tono para adultos, escuchar música a menudo y con la dificultad de socializar, pienso que si alguien pusiera instrucciones para ello la vida no sería tan difícil. No me considero una persona linda, hasta ahora me a costado conseguir a alguien que amar de verdad, tan solo mis pensamientos y yo vagamos por situaciones o echos que nos gustaría ocupar el protagonismo alguna vez.
Creo que lo demás lo puedes intuir, hija única que rara vez sale a eventos sociales que no tengan que ver con cosas de encargos o reuniones familiares, deplorable pero alguien tiene que hacerlo. Mi madre decidió instalar cámaras de vídeo, suena a una película de terror ¿no? El motivo es en realidad que varios artículos se han desaparecido, después de probar mi inocencia junto con mi padre nos quedó ese miedo, alguien talvez entra a urtadillas, para mí solo son delirios de mi madre como en aquella vez que perdió sus llaves y los tenía en su cartera, en fin podría ser divertido ¿no?
Me tocó revisar las cámaras de seguridad, un pasatiempo aburrido, para ser sincera suelo mirar videos o jugar en mi celular, ¿es necesario vigilar? Digo tenemos dinero, podríamos remplazar lo perdido pero supongo que hay cosas que son invaluables. Ese mismo día desaparecieron un par de zapatos y unas bragas que estuvieron en el tendedero, admito que eso sí me asusto y me tomé más en serio la vigilancia. Al revisar las grabaciones no encontré nada, solo un chico, era el único sospechoso pero aquí entre nosotros bueno admito que me atrajo al segundo, dudo que haya podido robar algo, al día siguiente comencé a revisar más minuciosamente.
Nuevamente es aburrida la vigilancia, lo único que me entretuvo es mirar a ese chico otra vez, noté que pasó por la entrada de mi casa con los ojos lagrimosos, tan solo me dio más curiosidad y al mismo tiempo se perdieron más cosas en la casa, esta vez un collar de perlas. El miedo que el ladrón pudiera atreverse a esquivar las cámaras nos asusto a todos, por lo que incrementamos la seguridad, más cámaras, más vigilancia. Poco a poco fui notando como aquel chico alto, cabello ondulado cortó, marrón oscuro, cuello delgado, mandíbula marcada y ojos penetrantes ocupaba mi mente, no podía dejar de pensar en él pero el hablarle era una idea que simplemente era imposible de procesar, solo imaginar cómo sería su voz, como se sentirán sus brazos, y como será su olor, esa noche no pude dormir.
Pasaba mis días mirando las cámaras, y la seguridad fue tal que no hubo robos durante algunos días, mientras que yo llegue a enamorarme del chico atrás de la pantalla, cada día que pasaba conocía más de el, tenía un perro, le gustaba trotar y por coincidencia podía ver cómo llegaba empapado de sudor en lo que se detenía a tomar agua en la entrada de mi casa. Pasaban los días y escribía escenas junto a él, no podía dejar de reproducir su vídeo, su rostro y sus ojos me dejaban sin respirar, lose suena como exagerado pero pocas veces e tenido contacto con chicos así, mi corazón se acelera al imaginarme junto a el.
Necesitaba que supiera de mi, quería hacer algo, lo necesitaba aún que sea me urgía una señal, si me rechazaba incluso lo aceptaría pero mi mente no podía dejar de hablarme de el. Un día mientras lo miraba en la cámara de seguridad por accidente moví la cámara, se percató de ello y miro fijamente a la cámara, no estaba en frente mío pero sentía como su mirada recorría mi cuerpo, solo sonrió y continuo caminando. Quedé pasmada, con un pulso demasiado acelerado, sonrojada, con el sudor frío y extrañamente excitada. No pude dormir, pensaba en que abra pensado, si tenía que volver a hacerlo, tenía que hablar con el, ¿pedirle disculpas? ¿Que excusa tengo? Talvez preguntarle si a visto movimiento extraño por mi casa para que me ayude a atrapar al ladrón, después de todo se lo ve fuerte y se lo agradecería de alguna forma, suena lógico ¿no?.
No pude acercarme a el, lo vi al regresar de la tienda, por primera vez lo pude apreciar sin tener que usar una cámara, no quería que me viera en pijama solo disimule y me fui a dar la vuelta a mi casa, pero allí estaba y yo no podía caminar por seguir viéndolo, quería seguirlo, me detuve al darme cuenta que hablo con una auténtica acosadora, ¿en qué rayos estoy pensando? Pero mis ideas cambiaron al notar que su ruta no era la que yo pensaba, el rodeaba la casa y se iba por otro camino, con lo que me dispuse a seguir su camino con una distancia considerable, no hacía nada pero si me percate que existen puntos ciegos en el patio de mi casa.
Le intente convencer a mi madre de poner más cámaras pero no lo vio necesario al ver qué los robos habían sezado. Decidí salir en la noche a patio para vigilarlo, era frío pero me percate que el ladrón podría estar esperando mi retirada al otro lado del muro por lo que salí por la puerta trasera, no podía ver bien y de repente choque con alguien y caí.
- ¡Auch!
- ¡Augh! Disculpa, no te vi, ¿te encuentras bien?- Me toma de la mano y me levanta.
- Ammm si obvio, ¿me pasa a menudo?- Estaba nerviosa al percatarme que era un hombre quien me hablaba.
- Jeje bueno ten más cuidado linda, deberías regresar a tu cama.
- Si bueno ammm eso haré y bueno gracias jajaja sip ten cuidado-. Solo podía pensar en que me llamo linda y mi la silueta que veía era idéntica a la de el.
- Bueno, seguiré trondando, nos vemos.
- ¡SIP! Nos vemos ~.Entre rápido a la casa totalmente avergonzada, tenía tantas preguntas y mi mente solo apuntaba a el, todo encajaba, ¿Pudo verme? ¿Era el? Nuevamente el pensar en él no solo me quitó el sueño sino que produjo en mi deseos que antes no sentía, un deseo carnal, porque fue la primera vez que escuché su voz, parecía un cuento de adas, era hermoso a su manera pero lo curioso de los cuentos es que no es como lo pintan. Al siguiente día nos enteramos que nuevamente nos robaron varios artículos y dinero en efectivo, más allá de la ilusión no pude sacarme de la cabeza de que tenía que ser el.
Lo espere nuevamente, empezaba a formarse nubes de lluvia en esa noche fría, escuché sus pasos y cuando de acercó espere a ver si hacía un movimiento pero me sorprendió cuando paso una nota debajo de mi puerta, comenzó a llover suavemente y se escuchó un disparo, deje de escuchar lo que decía mientras mis ojos empezaban a no divisar, me estuvo en sus brazos y otra sombra aparecía de la oscuridad.
- Esto solo es una pesadilla ¿no?
A la mañana siguiente se publicó una noticia. Elena Heredia, desaparecida el 14 de febrero, la única pista que se encontró fue un poema manchado con sangre y un número en el que se pedía 20 millones por ella.
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Historias de una noche
RandomEn la noche, un joven que entre sus sábanas no concilia el sueño queda viendo hacia la oscuridad de su habitación, mientras mas la mira más su mente empieza a cuestionarse sobre si misma, sobre lo que pasa, y lo que pasará, su mente indaga en lo más...