El Entierro

44 4 11
                                    

Entristecido y peculiarmente entumecido, allí me podías ver, más que el peso del aire y el sonido de lágrimas estaba algo que hacía ese día tan hermoso.

El viento frío y el gris sobre nosotros solo hacía que el escenario sea más perfecto a algo que todos consideraríamos "Una pena", más allá de lo que parecía ser un entierro común había algo más que hacía de este algo interesante.

Rosas violetas y blancas, un coro de ángeles, los seres queridos aquí reunidos, todo esto alrededor del cuerpo sin vida de alguien a quien no será jamás olvidado.

Las campanas sonarán, y cada uno da su último adiós con el corazón en la mano, regalando unas cuantas lágrimas. Paso cerca de la tumba, no tenía nada que decir, solo estar presente.

La tumba baja lentamente y con un último beso me despido de mi cuerpo sin vida para desaparecer entre la niebla y mirar la verdad de este día, el día de mi muerte…

Historias de una nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora