La Luna #2

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- No quiero casarme contigo hasta que no te pueda tener en mis brazos, hasta no poder sentir tu calor y poder besarte con amor. Pero quiero que lo intentes aunque parezca imposible...

- Lo haré. Aunque me tome toda mi vida amor, por ti daría mi vida y esa es una promesa.

La luna solo me miro con felicidad. La noche pasaba e íbamos charlando sobre nuestro futuro y que es lo que haríamos si es que lo impensable llegara a hacerse realidad. El tiempo pasó rápido y ya casi era mi hora de retirarme.

- Mi luna tengo que irme, me duele tener que dejarte por esta noche pero nunca pierdo la esperanza de que mañana podré verte otra vez.

- Duerme bien mi ángel, yo te veré desde aquí  hasta que el sol ocupe mi lugar. Yo también deseo con ansias que mañana nos podamos volver a ver.

Para terminar preparo un pequeño globo aerostático, siempre hago uno cuando estoy libre y en el pongo mensajes cortos para ella, esperando que lleguen lo suficientemente cerca para que las pueda apreciar.

- Esta noche creo que mi regalo te gustara, tiene mi deseo escrito y por suerte el viento no es tan fuerte hoy por lo que pienso que lo podrás leer. Solo espero que llegue a salvo a ti amor, buenas noches.

- Descansa mi ángel.

Dicho esto prendo el globo y dejo que vuele hacia ella mientras yo entro a mi cuarto y desde mi ventana la miro al igual que ella, ambos con el pensamiento de estar juntos. Mis párpados caían y ella solo me miraba, las noches con ella son en la cuales puedo dormir con una sonrisa en mi boca, soñando en mi luna...

- Mi ángel, aun espero el momento en el que nos veremos de frente y me enseñaras a bailar como una ves me dijiste... Mi mundo eres tu y sin ti seguiría perdida en este oscuro infinito, aun puedo recordar como fue que de entre todas las personas tu eras la única que realmente me miraba...

Fue una noche como todas las de mi vida, una chica me miraba pero nunca decía nada, una niña caminaba con sus padres y el perro que siempre pasa por la carnicería ya no estaba, me preguntaba qué le pasaría.

Sigo viendo a la tierra hasta que veo una persona, alguien que me miraba y me hacia sentir algo extraña por su mirada intensa sobre mi. Empezó a hablar, me decía cosas que me hacían sentir algo feliz pero el no lo estaba, su mirada era apagada, se sentaba a llorar en su techo mientras me veía y me contaba sus problemas, nunca le respondí pero él seguía hablando.

Pasaron meses y esa persona seguía viéndome en la noche y me hablaba sobre su vida, sus problemas y muchas cosas pero yo solo escuchaba, me hacía sentir como si fuera una persona junto a él. Un día esa persona me miró , me dijo: "Estoy triste, porque pensé que la vida cambiaría, que habría algo que me haga feliz, algo que me saque de mis pesadillas, que me salve pero nunca lo encontré, siempre espere y mire al cielo, resistiendo mis tormentas pero me ahogaba en mi propia tristeza. "

El se arrodillo en el piso y lloro como nunca lo vi en una persona, su tristeza era contagiosa y me hacía sentir algo por el. La noche pasaba y el empeoraba cada vez más hasta que llegó su límite. Al filo del techo estaba el, mirando con miedo y sufrimiento el suelo pero antes de hacer algo me miro y dijo:- "Supongo que no me dirás nada pero yo solo quiero decirte algo antes de irme... ".

Después de esas palabras el agacho su mirada y antes de saltar le dije:- "Eso fue hermoso, por favor no te vayas". Se lo dije sin pensar y algo nerviosa por ser la primera vez que hablo con alguien. El me miro y dijo asustado:- "Me hablaste?, puedes repetirlo de nuevo por favor".

- Eso fue hermoso, no quiero que me dejes sola por favor, me sentiría triste. Eso te dije y sentí algo dulce, sentí algo muy lindo cuando me hablaste, después de esa noche nuestras vidas no serían las mismas. Paso 1 año y fue cuando me pediste ser tu novia, el día más feliz de toda mi existencia y ahora estamos aquí, no me canso de verte dormir, imaginando que algún día estaré en esa cama junto a ti, abrazados, enamorados, esperando al día siguiente para casarnos.


Me levante mirando al sol salir, tome mi desayuno y me prepare para ir a trabajar, el frío de la mañana no era nada, y mi sonrisa no podía ser borrada. Pensaba cada segundo de mi mañana en ella, en mi luna, tratando de hacer su deseo realidad, la tarde pasaba y seguía pensando y pensando.

Ya no faltaba mucho para la noche y yo era emocionado, la idea que tenía era demasiado arriesgada y alguien la podría llamar loca pero tome mi decisión, pasarán años y tal vez será muy complicado pero lo intentaré. Salí del trabajo por fin, no podía sentirme más ligero y aliviado, miraba tu rostro en la noche, asomándose a buscarme, tenía mi fe en lo que iba a pasar, solo tenía que decirte lo.

Llegue a mi casa y me cambie de ropa a algo más cómodo, tome mi abrigo y prepare comida para mi, la mesa seguía en el techo así que no había problema, estaba emocionado y al salir de mi cuarto es cuando te vi otra ves...

- Buenas noches mi hermosa dama, estas más hermosa de lo que recuerdo.

Ella se ríe y me mira con amor.

- Hola mi ángel, te estaba esperando amor. Cuéntame que tal el trabajo, alguna novedad, y tus amigos siguen-

-Voy a ser astronauta…

Historias de una nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora