Epifanía

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Caigo, levanto, juego y vuelvo a caer, rezo y temo, sueño y deseo, veo y desaparezco, silencio a mi alrededor siento y la niebla se acerca.

No quiero tus recuerdos, quiero pintar mi muro de muertos, quiero saber que detrás de todo hay algo bueno.

Arriba, abajo, todo siempre es igual y atrás de mi un monto de mentiras me lastiman.

Desgarrame y matarme una y otra vez, solo quisiera ser el recuerdo y no la realidad, presta su atención y sacude mi cerebro.

Correr y gritar, nada y todo, al final se vuelve un principio y todo vuelve una y otra vez de manera infinita.

Al filo de la vida y al borde de la locura, ambos extremos siempre conectados, siempre mirándose y ¿que hay más allá?.

La mentira, la verdad y la duda, como todo cambia con una simple gota de confusión.

El amor, el dolor y la infidelidad que detrás de todo nunca existió el corazón.

La inteligencia, la lógica y la mediocridad, a la vista muy diferentes y con la lupa todo es igual.

Hay veces en las que la noche toma un color azul de luna y otras un gris de lluvia, sigue siendo hermoso aun que haya rayos de por medio.

Vivir, morir, tenemos miedo de todo pero al final el camino es lo que importa.

El desvelo de mi mente no muestra mi corazón, sino más bien muestra el otro lado de mi cabeza, atado a mi imaginación y decayendo con mis ojos cada día, cada noche y cada tarde.

Hasta nunca y hasta siempre, son cadenas y paredes, solo cosas que dices sin pensar, sin embargo a nadie le importa.

Una copa más de alcohol y veneno para mi vaso por favor.

Historias de una nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora