Sienna, nuestra historia.

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Capítulo 9- ¿Por qué sigues hablándome?

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Tan sólo había comenzado a salir el sol la mañana siguiente, cuando la joven había conseguido dormirse a causa de los calmantes.

Su hermano se encontraba a su lado, tratando de dormir, sin éxito alguno.

Cris había dañado a Palermo.

Puede que él dijera que no pasaba nada.

Pero claro qué pasaba.

Había tenido una suerte increíble, porque esa herida era superficial, pequeña y un tanto "inofensiva".

La castaña había estado a centímetros de haber ocasionado una herida mucho más grave, que podría haber puesto en jaque y mate al amor de su vida.

Le estaba agradecido al argentino, por guardar su secreto, por no hablarlo con nadie de la banda, y en especial, con su padre.

Salió del dormitorio, dándole un beso en la cabeza.

Milán- Eh..que lo siento mucho.

Palermo- Ya te dije hace rato que no pasa nada. No volvamos a sacar este tema, porque alguien puede escucharlo.

Milán- ¿Es verdad lo que dicen?

Palermo- ¿El qué?

Milán- Lo de qué mi padre no va a dejar que Cris entre.

Palermo- No pienso permitir eso.

Milán- Osea, que sí es verdad.

Palermo- Sergio, este plan es de tu tío. Vos y yo sabemos cuán importante era tu tío y ese plan para ella.

Milán- ¿Me estás pidiendo ayuda?

Palermo- Tu hermana casi me mata. Yo creo que quizás.., me debéis algo.

Milán- Eso está hecho. Hablaré con mi padre y a ver que dice.

Palermo- ¿Ella?

Milán- Se durmió hace un rato.

Palermo- ¿Por qué no me dijiste que se autolesionaba?

Milán- ¿Cómo lo sabes'

Palermo- Vi las cicatrices y ella confesó que era por..eso...

Milán- Tiene un trastorno.... No saben bien que es aún..

Palermo- ¿Es peligroso?

Milán- Depende de quien esté a su lado.

Palermo- Ataca en cuánto se siente atacada, ¿verdad?

Milán- Con la única diferencia de que es "atacada" con palabras, y ataca físicamente.

Palermo- Si no fuera tan importante en el plan del Banco de España...

Milán- No la dejarías entrar. Ya lo sé. Pero ella debe entrar. Tú mismo lo has dicho.

Palermo- Sí. Pero porque sé que podrás controlarla dentro.

Milán- Mi hermana es impredecible e incontrolable.

Palermo- Tú podrás con ella.

Milán- Hay una persona que sí puede controlarla, pero no soy yo.

Palermo- ¿Quién es entonces?

Milán- Tú. Si tú. Podrías controlarla si no fueras tan gilipollas.

Palermo- No empieces con eso.