Sienna, nuestra historia.

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Capítulo 26- Olvidar.

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Las nubes adornaron el cielo de Madrid, provocando que la lluvia descendiera de ellas.

Era cómo..si el cielo se hubiera puesto de acuerdo con la banda, para estar así..

Estar así justo cuando iban a lanzar su mayor misil hacia la carpa.

Ella estaba ahí, en la ventana dónde todo comenzó.

Mirando el exterior, mirando a la gente que les apoyaba.

Pronto apareció aquella caja llevada por los cuatros escoltas del Gobernador.

Comenzó a sollozar sin que siquiera se diera cuenta.

Su corazón cada vez se encogía más..

Ahí dentro iba la mujer que le dio la vida, quien la protegió hasta que tuvo que irse, quién nunca la dejó sola hasta que acabaron con su vida.

Observó cómo metían aquella caja en un coche, para luego marcharse.

En apenas segundos, escuchó dos golpes en la pared de madera.

Se giró, viendo a su hermano en ella.

Milán- ¿Puedo pasar?

Ella no contestó, simplemente quitó su mirada de él.

La ciudad italiana suspiró, entrando en la habitación y sentándose frente a su hermana.

Milán- ¿No vas a hablarme?

Sienna- No tengo nada que hablar contigo.

Milán- Oh venga. Claro que sí.

Sienna- No...

Milán- Mamá acaba de morir. ¿En serio crees que no tenemos que hablar?

Sienna- Si vas a darme un sermón, para que lo supere y todo el rollo ese, ahórratelo. No va a servir de nada.

Milán- Eso ya lo sé, Cris. Pero a mamá no le hubiera gustado verte así.

Sienna- ¿Cómo le hubiera gustado verme? ¿Follando con su amiga dos horas después de su muerte? ¿Así quería ella verte a ti?

Milán- Feliz. Ella querría vernos feliz.

Sienna- Lo que ella querría es que nunca le olvidáramos.

Milán- Yo nunca voy a olvidar a mamá, Cris..

Sienna- Tú ya le has olvidado.

Milán- No.

Sienna- Has tardado cuatro horas en olvidarte de qué ya no está. Igual que con el tío Andrés.

Milán- No me he olvidado de ninguno de los dos.

Sienna- ¿Y por qué no les lloras, eh?

Milán- Porque yo no voy por la vida lamentándome de cosas que ya no puedo arreglar. Ellos dos están muertos, y ninguno podemos devolverlos a la vida, así que al menos deberíamos estar felices.

Sienna- ¿Por qué estén muertos?

Milán- No, por supuesto que no Cris..Pero ellos no querrían vernos llorando por las esquinas.

Sienna- No tienes ni puta idea de lo que ellos querían, Sergio.

Milan- ¿Ah, no?

Sienna- No. Nunca les llegaste a conocer.