The Alpha Club ⚝

⚝ el mullido rosal

Como un mullido rosal, así olía la casa cada que Taehyung llegaba de trabajar, era el aroma de la tranquilidad de su Omega disfrutando de sus días en embarazo.

Se había dedicado a reordenar poco a poco la casa pensando en las necesidades del bebé, así que mucha veces cuando Taehyung se abría paso a su apocento encontraba las cajas apiladas con los muebles que montarían juntos en el cuarto del bebé, cuarto que el alfa anteriormente usaba como depósito de medicamentos y productos de su propia empresa para probar o incluso algunos que ellos mismos consumían, pero ahora estaba tomando forma para ser la habitación del nuevo ser.

Cuando Taehyung volvía a poner los pies en la tierra, no podía asimilar que con sus casi 26 años ya tuviese tanto; el Omega destinado, su prometido y futuro esposo, cargando a lo que será su bebé ahí escondido en el pequeño vientre de este, una casa grande en un buen lugar, los mejores hermanos que pudo haber pedido alguna vez apoyándole en todo a ambos e inclusive a los omegas de sus amigos, a quienes les expresaba una gran gratitud por ir seguido en las tardes a hacerle compañía a su hermosa rosa.

Pero Taehyung no siempre fue así, a comparación de los otros alfas sus peleas eran las peores y era la mata de la discordia, muchas veces metió a su grupo en líos innecesarios de los que más de una vez salieron heridos por no saber controlar su lobo, tenía al mayor que a pesar de ser un alfa de una fuerza descomunal siempre supo pensar en frío, el alfa lobo de plata que normalmente se metía en los líos por no dejar a sus dos amigos solos aunque siempre era el que terminaba peor... Y luego él, con un mal genio a diestra y siniestra, desde que se presentó, su índole luchaba contra los instintos más básicos de un alfa verdadero, peleando por estupideces, la gente tenía temor de su presencia misma, pero algo bueno llegó de eso.

En una pelea más que inecesaria en plena fiesta de integración con los de primer año de la universidad, ya sus dos Hyungs estaban graduados y no tenían acceso al centro en ese evento en específico, el alcohol colaboró a que un pequeño empujón de un tipo ebrio calentara la situación y terminara a los golpes con otro alfa mientras las personas no sabían que hacer, los amigos del otro llegaron y los separaron pero su alfa verdadero se negaba a ser derrotado de manera tan pobre y solo pudo seguir cometiendo idioteces, la mezcla del licor regado en el suelo, la poca consiencia nublada por la rabia hizo que por un codazo de uno de los amigos terminara cayendo de espaldas contra el suelo.

"Que vergüenza, Kim Taehyung", pensó en lo que se mareaba por el impacto y en ese instante notó como entre su vista borrosa alguien le tomó de manera delicada revisando que estuviera bien, la gente cuchicheaba pero él no podía prestar si no atención a las frías manos que limpiaban un poco la sangre de su rostro, con un esfuerzo sobrehumano el chico lo llevó fuera de la sala, ahí por fin pudo caer en cuenta, nunca le había visto, pero su corazón estaba alarmado, sus sentidos se agudizaron de golpe y casi cae ebrio en su nube de aroma a rosas, las manos del Omega temblaban mientras acariciaba con cuidado la parte de atrás de su cabeza tratando de ver si estaba lastimado, Taehyung miró al Omega unos poco segundos y este se detuvo en seco para besarlo sin mediar palabra, las cosas subieron de nivel muy rápido, en cuestión de minutos ya sus cuerpos estaban conectados, esa escencia de pino tenía al Omega fuera de sí, podía ver en sus gestos que estaba esperando su marca, y así lo hizo, no hubo más explicaciones, ni más palabras.

Ya desde ese día en adelante todo fue viento en popa, el Omega era alguien tan transparente y fácil de conocer que Taehyung casi reprueba unas clases de la universidad por darse escapadas a caminar juntos por el campus, para besarse tras algún árbol que los cubriera, también por las tardes de escabullirse en la biblioteca mientras Taehyung trataba de concentrarse en los largos e intrínsecos textos teniendo a su Omega acurrucado entre sus brazos.

Yoongi fue el control que llegó a su vida, se detuvo su instinto de pelear porque ahora solo tenía mente para el Omega, pensaba en él todo el día, era un peligro para sus notas pero la cosa más beneficiosa para su vida, después de luchar por 3 semestres más al fin se pudo graduar, ahí tenía a su Omega aplaudiendo el día que recibió su diploma pero con una tristeza que no podía ocultar del todo en su rostro al ya no poder ver a su alfa en la escuela, Taehyung le prometió que eso no sería obstáculo, nunca lo fue.