⚝ omega en celo, omega demandante

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Jungkook estaba casi desmayado a ese punto, el Omega tenía unas ansias en su pequeño cuerpo que no podía entender cómo cabían contenidas.

Jungkook había enudado tres veces en la noche y aún así el Omega seguía pidiéndole más.

Su cuerpo ya no podía porque los descansos que le daba entre orgasmos eran de menos media hora en lo que él volvía a tomar fuerzas para subirséle encima y volver a excitarlo moviendo sus caderas sobre él o usando su boca como nunca había hecho.

-Vamos Jungkook... Ponte duro, rápido. Quiero, quiero- Jimin tomaba el pene del alfa que volvía a recibir flujo sanguíneo lentamente, ya incluso la luz de los primeros rayos de sol salían se asomaban.

-Bebé... Estoy cansado-

-Vamos, alfa. No me puedes dejar así...- Jimin se giró como si fuese a hacer el 69 con el alfa abajo mientras se metía sus dedos con necesidad en su ya dilatada entrada, se veía la humedad bajar por sus muslos y su intimidad estaba ya pegajosa por las veces que se seguía masturbando aún después de correrse además de las densas descargas de semen del alfa.

Jungkook le dió una fuerte nalgada que le hizo gritar pero rápidamente el ardor de su piel le volvió como señal de placer haciéndole gemir desvergonzadamente.

Jungkook se sentó derecho y tomando de la base del cuello al Omega le bajó su cara hasta el colchón, tomó aire mientras pensaba "solo espero que quedes tan cansado como yo", cumplió con dejar rojo el otro lado de su trasero y sacó los dedos del omega, se había decidido a darle un orgasmo en seco, sabía que debía atacar la próstata del Omega desde un ángulo específico y presionar la base de su miembro con firmeza, eso le podía doler pero terminaría dándole mucho placer y más conociendo que el celo del Omega es cosa más seria de lo que pensaba.

Jimin lubricaba de manera abundante y Jungkook le sostuvo firme desde su cuello con una mano y se estiró un poco para poder alcanzar el lugar y bloquear el conducto del semen de Omega.

Ingresó sin cuidado y sacudía el parvo Omega que gemía sin control alguno y mantenía una sonrisa de satisfacción en su cara, Jungkook ya no le importaba tratar de silenciar la voz de este, apretaba sus dientes, la presión en su cabeza subía, las gotas de sudor bajaban desde su cuello hasta su torso, sabía que estaba atinándole a la próstata del Omega porque su piel se erizaba con cada arremetida, Jimin perdía sus fuerzas así que su equilibrio fallaba, llevó la mano que descansaba sobre la base del cuello y mantenía su cara contra el colchón, a abrazar por la cintura al menor.

Jimin mejoró su apoyo con uno de sus antebrazos y llevó su otra mano a acariciar su pene pero Jungkook no se lo permitió.

-¿Ah? Va-vamos Jungkook, déjame- El Omega gimoteó, volvió a intentar alcanzar su pene pero el alfa soltó el agarre que le daba firmeza a Jimin y tomó su mano rebelde para subirla hasta arriba de su propia cabeza mientras inclinaba su cuerpo y le hablaba al oído.

-Esta vez te vas correr solo con mi pene jodiendo tu próstata, quédate quieto Jiminnie- Jimin se sacudió ante las graves palabras del alfa sobre su piel y mordió su labio sintiendo un cosquilleo por todo su cuerpo.

Jungkook siguió con las penetraciones dedicándose a besar y succionar el cuello de Jimin, ya su nariz estaba adormecida por la cantidad de aroma que desprendía el Omega, estrechó sus dedos en la base del pene de Jimin y este se volvió a quejar empujándose contra el alfa con ganas de sentirse atravesado por su erecta extensión, todo se veía borroso por las lágrimas de placer que inundaban sus ojos, hacía presión en su abdomen bajo con el deseo que su semen lograse vencer la fuerza que el alfa ejercía en su pene sin éxito alguno. Un líquido más fluido transparente salía de su glande mojando la mano del alfa, este sintió su corazón correr más rápido cuando las paredes del Omega se estrecharon, se movió con el fin de la liberación propia y podía ver la mano de Jimin empuñando con fuerza las sábanas ante los tirones de éxtasis, Jungkook ya no podía enudar de nuevo y ya de su miembro salía un líquido poco espeso blanquecino, liberó el pene del Omega que ya había parado de soltar ese líquido transparente y tibio.

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