⚝ sensaciones irreales y hogar

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Estaba tan cerca del rostro del Omega que por el cansancio seguía dormido a pesar de la gran cantidad de luz que atravesaba las cortinas de seda y tul que tanto odiaba.

Jimin estaba encarándole, con una almohada agarrada firmemente entre sus brazos y una cara de tranquilidad completa.

Jungkook puso su mano encima de la figura del Omega y la sonrisa le salía automática, era realmente hermoso y le hacía olvidar el desastre de pertenencias que inundaban la casa, ya se estresarían por eso luego; pero de momento no podía evitar querer festejar que de ahora en adelante iba a poder despertar y tener al lado a ese Omega, que fue algo recio al comienzo, no lo juzga. Pero ahora era toda una nueva historia, se cuidaban mutuamente y se notaba que había amor de parte y parte.

Jungkook estaba tan inmerso que comenzó a tararear una de las canciones que cantó a una voz con el menor en el auto el día que regresaban de celebrar su cumpleaños, lo hacía suave y su mano tocaba con suavidad su costado, ese pequeño cantar hizo que la respiración de Jimin comenzara a volverse más larga hasta que al final vio esos ojos confundidos y ceño fruncido por la luz enfocarse en él, su expresión se suavizó rápidamente al reconocer la canción e incluso el color rosa comenzó a aparecer por su piel.

Jungkook no llevaba sus lentes así que debía estar bastante cerca al menor para poder ver bien su rostro, Jimin también a pesar de tener su garganta algo seca se le unió en para completar el verso faltante de la canción.

-Buenos días- Jungkook siguió con el tono bajo de su voz sin querer romper ese ambiente en el cual estaban inmersos.

-Buenos días, Jungkook- Jimin sonrió y dejó de abrazar la almohada para peinar la maraña de cabello del alfa.

-¿Dormiste bien?- Jimin asintió.

-Creo que incluso fallecí, no me di cuenta de nada más después de tocar cama- Jungkook le dió palmaditas sobre sus cadera.

-Estabas muy cansado- Jungkook miró directamente a los ojos del Omega, no hubo posibilidad de dirigir palabra antes de que la atracción ganara y terminara besando al Omega con cuidado- Y lo mejor, aún nos falta ordenar todo cariño- Jungkook habló jocoso cuando se separó y Jimin suspiró.

-Hoy también será un largo día...-

Efectivamente fue un día largo, pero eso sí, fructífero. Todo estaba en su lugar para cuando el reloj marcó las cuatro de la tarde, los dos conversaron de toda clase de cosas mientras acomodaban las pertenencias de Jimin en los distintos lugares donde Jungkook había dejado preparados cajones y estanterías.

Pronto sería navidad y Jimin mencionó que en su casa no podían celebrarla nunca juntos porque era de los días más ocupados del año y debían trabajar, Jungkook se emocionó al momento y le dijo que porque no organizaban la celebración de ese año en el edificio con los demás y Jimin aceptó también, no le disgustaba para nada la idea. Sus ideas comenzaron a fluir y Jungkook no podía estar más emocionado de hacerlo. Siempre que era navidad ellos se reunían en alguna de las casas a comer y beber hasta que fuera la madrugada y comenzaran a darse los regalos cosa que era una tradición desde que, básicamente quitando el alcohol, entre los hijos de los socios se veían en la obligación de quedarse acuartelados jugando santa secreto mientras sus padres asistían a las galas y los protocolos de esa fecha.

Ahora la fiesta sería diferente, la cantidad de personas se había multiplicado y eso le hacía feliz al alfa mayor que estaba comenzando a vivir eso que alguna vez quiso tener, se alegraba por si mismo, por haber encontrado a Jimin. Pero ver a sus amigos también felices con sus vidas era una satisfacción igual de grande y le llenaba de ilusión poder reunirse con todos, sabía que sus padres a pesar de los años tenían siempre en esas fechas algo que hacer, eso es lo que sucede cuando tu empresa trabaja con muchos socios, debes mantener la mejor relación con ellos.

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