The Alpha Club ⚝

⚝ anfitriones

Jimin estaba en vacaciones, pero Jungkook no. Él seguía trabajando así que la casa estaba solo con la presencia del omega casi todo el día; pero Jimin no desperdiciaba su tiempo y en lo que no estaba Jungkook a su lado se daba pequeñas escapadas para buscar un regalo para su alfa. No sabía bien que darle ya que era un hombre que podía tenerlo todo y aún así no le veía un gran interés por esa clase de cosas.

Si, tenía un único reloj que bien sabía que debía ser ridículamente caro, algunos pares de zapatos caros que solo se ponía con sus trajes pero de resto se podía decir que era un hombre de gustos sencillos. Jimin aunque usualmente era bueno para comprar detalles para los demás porque siempre ponía atención a lo que les gustaba, pero en este caso sentía la presión y ponerse un moño en la cabeza no era buena idea considerando que era una entrega de regalos entre todos, pero sabía que eso era más que suficiente para hacer feliz a Jungkook, era innegable.

Aunque Jungkook fuese un alfa gigante, con un cuerpo bien esculpido, una cara que cualquiera envidiaría, con  inteligencia desbordante, desde la inteligencia matemática hasta la inteligencia emocional y se viese tan serio, Jimin más que nadie sabía que en verdad Jungkook era un alfa que le gustaba mucho el ambiente familiar y al final del día era tierno a su peculiar manera.

El Omega pasaba de tienda a tienda en el centro comercial y para su suerte entre el dinero que conseguía al tener una beca la cual cubría gastos de transporte y alimentación y lo que sus padres le daban cada mes, recogía lo suficiente para vivir y comprarse sus gustos cuando vivía solo (bueno, con Seokjin), pero ahora viviendo con el alfa todo su dinero del mes estaba ahí intacto, porque aunque lo intentó Jungkook no aceptó que pagara ni siquiera la factura del gas. Al menos ahora tenía para los regalos de navidad que ese año se habían multiplicado entre los tres alfas y Yoongi que aunque a este lo conocía de antes, no era tan cercanos como para darle regalo de Navidad, pero este año necesitaba ya no solo regalo para él sino que también para los dos bebés que estaban a más de la mitad de la gestación y resaltaban muchísimo por lo delgado de la contextura de Yoongi.

Jungkook le había dicho que esa tarde irían a comprar algunas decoraciones para el hogar, los regalos para los chicos y sus familia, pero Jimin se negaba a que su regalo para Jungkook no fuese sorpresa y eso le tenía ahí en el centro comercial desde primero hora de la mañana apenas el alfa partió rumbo a la oficina.

Terminó por elegir un lindo jersey de punto con un diseño de oso que aunque algunos dirían que era raro darlo a un hombre como Jungkook, pocos conocían que varios de sus pijamas de invierno tenían estampados de osos, también se veía que en sus fotos de adolescencia usaba cosas con esa clase de diseños en bolsos, camisetas y hasta en su propio cuarto, de cierta manera era bonito y gracioso a la vez. Jimin luego pasó a una tienda donde habían perfumes pero aunque realmente olían bien, se negaba a ocultar ese aroma fuerte de chocolate que su alfa llevaba, pero sí optó por velas aromáticas que manejaban la misma esencia y podía colocarlas en su oficina o en el cuarto pero aún pensaba que era un poquito soso el regalo.

Jimin recorrió varios pisos del centro comercial y entró a una joyería al recordar que, efectivamente como Namjoon resaltó, no tenían ningún objeto para combinar y no podía negar que siempre le había gustado mucho esa clase de cosas cuando se trataban de un noviazgo, miró los anillos pero luego pensó que quizás era demasiado y justo en su búsqueda se encontró con unos collares en platino que tenían un pequeño dije que en su descripción especificaban que se podían personalizar, también  estaba la opción en oro pero terminó por elegir el platino ya que combinaba mejor con la ropa que solían vestir, habló con quién atendía la joyería que le había ofrecido desde el principio orientación sobre que buscaba pero Jimin negó un poquito estresado, después de dejar en claro que era urgente y que no podía regresar en 3 días por el collar le dijeron que debía esperar un rato en lo que grababan sus iniciales o lo que quisiera en los dijes, Jimin aprovechó ese tiempo en ir a buscar un envoltorio para su regalo pero cuando regresó aún no estaban listos, se sentó afuera de la joyería esperando que todo estuviese y se dedicó a empacar el jersey en la caja. Pasó casi una hora y ya estaba que perdía la cordura porque Jungkook saldría de trabajar y aún no estaba en casa, no iba a poder esconder la caja ni explicar donde estaba sin crear una situación rara donde terminase por dañar la sorpresa, cuando al fin terminaron pagó en un frenesí con su tarjeta y corrió hasta la estación de tren más cercana con la caja entre sus manos saltando y desordenando la perfecta acomodación que le había hecho al jersey, pero no importaba.