Eran las 6:30 am y Jungkook estaba escondido en el baño del cuarto llamando al chef para preguntarle si el desayuno podía ser realizado en ese justo en ese momento, porque aunque sus planes iniciales era tomarlo en una de las mesas del jardín ese otoño estaba haciendo demasiado frío como para tan siquiera pensar en salir.
El chef ya se estaba preparando desde una cabaña cerca a donde ellos estaban porque era un señor de una vida mañanera, además que el horario original era pasadas la siete, así que para su suerte no hubo problema. Jungkook volvió a la cama donde su Omega estaba recogido sobre sí mismo con sus manos empuñando la almohada aún dormido, se recostó de nuevo y comenzó a acariciar con delicadeza la cintura del Omega intentando no despertarle, cruzó su brazo sobre el cuerpo de este y acercó su rostro hasta que su nariz tocó la punta fría de la nariz de Jimin, llevó su mano a las mantas y cubrió la cabeza de ambos con esta para poder entrar en calor, sintió su teléfono vibrar y un ruido en el primer piso de la casa así que dió por entendido que habían llegado a hacerles desayuno, Jungkook se relajó tanto disfrutando de la presencia de Jimin que terminó por quedarse dormido, no sabe ni cómo ni cuándo pero cuando volvió a despertar estaba Jimin luchando para empujar la pesada puerta de roble del cuarto sin derramar nada de los cafés de la bandeja.
-¡Ah! Jiminnie- Jungkook se levantó rápidamente y le ayudó- Maldita sea... Me quedé dormido.
-Me sorprendió escuchar a algo, cuando bajé estaba el señor cocinando y me explicó lo que sucedía- Jimin sonrió.
-Jiminnie yo debía traerte el desayuno, no tú a mí... Perdón, lo intento pero nunca me sale- Jimin negó de manera efusiva.
-No importa eso Jungkook, está bien, mejor siéntate y recíbeme esto- Jungkook hizo caso y una vez más volvió a la cama en lo que el menor ponía todo en la mesa portátil y lo apoyaba sobre el mayor que la afirmó en lo que Jimin se colaba bajo las cobijas de nuevo.
Hacía mucho frío y Jungkook sentía como Jimin buscaba con sus pies calor en su cuerpo así que sus piernas se enlazaron mientras deglutían su desayuno. Él trataba de ser un buen novio colocando la mermelada en las tostadas de su Omega porque no podía hacer nada más gracias a que seguía fallando en sus planes de ser romántico, se metió tanto en sus pensamientos que no cayó en cuenta cuando dejó caer un pesado suspiró que alertó el Omega.
-Jungkook, ¿Estás bien?- El alfa salió de sus pensamientos y miró el Omega que le veía un poco preocupado.
-Esto... Perdón, tranquilo Jiminnie- Volvió a mirar al Omega sonriendo pero este le regresó su típico ceño fruncido.
-No mientas, sabes que puedo sentir que estás inquieto Jungkook- El alfa volvió a suspirar.
-Perdón Jimin... Es difícil de explicar- Jungkook se detuvo y planteó sus palabras- Me es frustrante no poder hacer nada romántico o bonito contigo aunque quiera y lo intente, nunca me sale y tú te mereces más que ramen de tienda de conveniencia y comida rápida... Pero si intento algo diferente solo sale mal, pero tú nunca te quejas de nada, aunque no sea lo que a un alfa como yo le corresponde hacer.
-¿Un alfa como tú?- Jimin sonrió y limpió sus dedos para pasar su mano por la espalda del alfa dándole caricias- Jungkookie ¿Qué parte del te amo de anoche no entiendes?, me siento muy bien a tu lado, me gusta que seas simple, no quiero que hagas cosas que no sean tu estilo conmigo porque me gusta ese Jeon Jungkook auténtico... Ese Jungkook que solo pierde la paciencia cuando tiene hambre, ese Jungkook que come feliz cualquier cosa que le hagas, ese Jungkook que me toma de la mano y me lleva de acá para allá, ese Jungkook que está ciego como un topo, ese Jungkook que nervioso intenta actuar de manera tierna, ese Jungkook que volvió literalmente a sus amigos su segunda familia y les cuida incluso si debe arriesgar su vida, ese alfa que no tiene que simular ser alguien que no es para que me guste...- Jimin terminó de hablar y abrazó al alfa con fuerza pero con cuidado de no derribar la mesita con el desayuno.
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The Alpha Club ⚝
Fanfiction❝Compuesto por los verdaderos alfas, respetados, temidos y de buenas familias. Sus instintos fuertes luchan por ser contenidos y una vez son desatados no hay marcha atrás. Su ambición es tan grande como el deseo de su criatura interior, y eso será e...