20- Cadáveres

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El lugar en el que se encontraba Kristal comenzó a sonar con una alarma espantosa. La muchacha que se encontraba en un estado de limbo drogada abrió los párpados lentamente pero todo lo que escuchaba era un caos. Una explosión con mucho polvo, disparos, fuego y los hombres corriendo lejos. Quizás era la hora de reunirse con su madre y estar en paz, era lo único que la hizo sonreír. O quizás Guilio vendría a rescatarla.
Todo ese sentimiento paso a una mezcla de decepción al ver entrar a cuatro hombres por la puerta en la que estaba con metralletas. No se parecían en nada a sus captores. Incluso hablaban un idioma que la muchacha no entendía. Sus ojos eran rasgados y él que parecía el líder se acercó apuntando a sus cadenas.

_____Por favor no me mates_____ susurro la muchacha.

Y el hombre como respuesta sonrió disparando y liberandola para luego quitarse su chaqueta y envolver el cuerpo de la muchacha con delicadeza y llevarla entre sus brazos pegada a su pecho.

_____Estaras bien____ susurro en un perfecto italiano a la muchacha la cual no tenía fuerzas para nada y cayó en la inconsciencia.

Él la arropo aún más como si de una niña se tratase y se dirigió a sus hombres con voz firme.

_____¡Nos largamos de aquí!. Quemen todo___ ordenó y salió de ahí hecho una furia.

Se sentía indignado que hubieran tratado a la muchacha como un animal. Su cuerpo y su piel se encontraba lleno de hematomas. Y a pesar de todos los rastros de maltrato, seguís siendo igual de bella.

Un camión los esperaba afuera junto a una camioneta. Subió a la muchacha a la camioneta dónde la recibió su padre y montó junto a sus hombres en el camión disfrutando ver el lugar arder.

Dante había acabado de recibir una llamada informándole de un ataque en la villa en la cuál tenia encerrada a Kristal. Cosa que lo hizo rabiar. No había quedado ni un solo superviviente. Las cámaras con el humo del fuego habían dejado de funcionar extrañamente. Y ni uno de sus hombres había quedado vivo para saber que había pasado en el lugar. El fuego había dejado solo cenizas y muchos cadáveres. El teniente que trabajaba en la policía para él fue el que le informo.
Hasta ahora no tenían nada nuevo solo le quedaban recibir los resultados de la autopsia para saber la identidad de los cadáveres.

Le marcó al número de Serguey el cual contesto al tercer tono.

_____Dime que no estás implicado en esto Ruso de mierda.

_____¡ Cuidado como me hablas Bianchi!. Yo no soy uno de tus malditos peones. Ni mucho menos tus hijos que los manejas a tú antojo. A parte no se a que te refieres.

_____Explotaron una de mis propiedades, la hicieron arder____ gruño Bianchi mientras se jalaba el cabello con fustracion.

____Si quieres mando a mis hombres a qué averiguen. Pero te aseguro que la Bratva se encuentra al margen de todo.

Dante no sabía si creerle, después de todo la guerra siempre había Sido entre la mafia Italiana y Rusia. Pero ahora no sabía que pensar, los rusos siempre habían Sido muy tradicionalistas y al ser Victoria Lombardi la próxima reina de la Bratva dudaba que Serguey se hubiera arriesgado a atacarlo. Tenía que haber alguien más detrás de todo esto.

Con ese pensamiento en mente llamo a la morgue a su gran amigo.

_____¿ Qué cuentas Bianchi?____ el doctor Monroe lo recibió con su voz alegre de siempre.

______Tu sabés más muertos para tí y yo sigo vivito____ se burló Dante.

____¡ No cambias nunca amigo mío!

____¿Cambiando de tema. Recuerdas el accidente de tránsito de hace meses?

_____Si, ese que te pusiste como loco al no tener un cadáver en buenas condiciones.

____Ese mismo, tienes los resultados de ADN?

____Claro, dame un segundo y te lo envío al correo.

____Recuerda que es para ahora___ lo presionó Dante colgando y caminando por toda su oficina como un león enjaulado.

Hasta que al fin sonó el teléfono con la entrada de un correo.

Del cual al abrirlo suspiro satisfecho. Para Dante Leonardo Lombardi estaba bien muerto.
Ahora sólo le quedaba ver cómo movería las fichas de la muerte de Kristal con sus hijos a su favor.

Kristal por otra parte ya llevaba cinco meses con su salvador entrenando. El hombre misterioso la había mandado para una academia de mujeres a petición de la muchacha. Necesitaba huir, cambiar, dejar atrás a esa muchacha inocente que mató Dante una y otra vez en ese cuarto. Borrar las pesadillas de tener manos tocandola, gemidos, o como la invadian hasta hacerla sangrar. Su mirada sólo reflejaba la de un ser roto en busca de venganza y para eso tenía que alejarse.

Todo comenzaría por un salón de operaciones y un nuevo comienzo. Esta vez no sería la pieza débil del tablero.

La criada del mafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora