Guillo se encontraba en su auto frente al muelle, su reloj de muñeca a penas marcaba las 8 y media; los minutos se hacían cada vez más eternos mientras analizaba el lugar buscando algo extraño. Le había dicho a su hermano antes de salir y a el también le pareció extraño, Sebastián le aconsejo que no acudiera pero aún así aquí estaba. No podía evitar dejar de pensar en esa mujer. Cuando el reloj marcó las nueve le entró una llamada de Greta y él se demoró un poco en contestar para no parecer desesperado.
_______¿ Ya estás aquí?_____ la dulce voz de la muchacha lo recibió del otro lado del móvil.
_______No hay un Hola cómo estás para mí____ respondió riendo.
______Estoy mirándote desde aquí. Dirígete hacia un pequeño yate al final y me verás_____ orientó la muchacha para luego colgarle.
Guilio salió del auto guardando su móvil y las llaves del auto en el bolsillo del traje azul que llevaba puesto. Tenia la pistola que cargaba siempre consigo en su cinturilla. Y haciéndole caso a la muchacha la encontró al final entre muchos yates, había uno más pequeño en lo último y Greta estaba en la cubierta saludandolo con la mano. Vestía extraño con un vestido de musulmana y su pelo se encontraba liberado completamente callendo en perfectas ondas mecidas por el mar. Subió a bordo y cuando estuvo frente a frente la muchacha se lanzó en sus brazos tomándolo de sorpresa. La apretó fuerte contra él y le acarició el cabello, escuchando sus sollozos y el solo podía reconfortarla queriendo llevarse todo lo que le pudiera hacer mal. Beso su cabello como si se tratara de una niña pequeña. Y cuando se aparto más calmada aún le quedaban restos de lágrimas en las mejillas que el muchacho se acercó a lamer con la punta de su lengua haciéndola reír.
_____¡ No seas cochino! _____ rio más fuerte. Recuperando un poco el brillo que la caracterizaba en eses ojos grises.
______¿ Me vas a contar que es lo que pasa cara?____ Guilio aprovechó ya que había dejado de llorar para invitarla a sentarse y contarle.
______Aqui no, mejor vámonos lejos____ la muchacha señaló al mar.
______ ¿ Sabes manejar está cosa?
_______ Sé muchas cosas que tú no sabes aún. ____ susurro la muchacha tomándolo del brazo para instarlo a subir a la cubierta a la zona de manejo del yate dónde había un señor.
______¿ Ya se va señorita Greta?_____ preguntó el mismo él cuál era el cuidador del yate.
La muchacha asintió mientras Guilio se dedicaba a recorrer todo con la mirada. Nunca le había llamado la atención los yates y ahora que se encontraba en uno estaba maravillado y más con la mujer que tenía al lado que parecía una experta manejando.
Greta arrancó alejándolos de la bahía mientras colocaba una música en los altavoces. En poco tiempo estaban en mar abierto. Y entonces la muchacha se giró a hablar con Guilio el cual se encontraba bobo mirándola.
______¿ Eres real? ¿ Cómo puedes ser tan hermosa, inteligente y a la vez una mujer que me puede sorprender en muchas maneras?
La muchacha sonrió avergonzada sintiendo mariposas en el estómago por las palabras de Guilio que siempre la ponían mal.
______¿ Quieres algo de tomar?____ preguntó ella desviando la conversación. Guilio asintió y se dirigieron a la parte de a dentro del yate que tenía una sala, con una cocina reforzada, dos habitaciones y un bar con todas las comodidades.
_____Woww estás muy bien preparada aquí. ¡ Es simplemente hermoso!_____ el muchacho no dejaba de admirar todo.
Greta sacó una botella de vino blanco y se la ofreció para que la ayudará a abrirla. Mientras ella colocaba huvas en un plato a parte y sacaba dos copas. Y una manta para ir arriba y estar en Paz. Ya cuando estuvieron acomodados ella rompió el silencio.
_______Seguro te estás comiendo la cabeza porque te pedí que nos viéramos aquí. La verdad es que yo tampoco lo sé, simplemente quiero olvidarme de esta mierda de mundo____ susurro la muchacha dejando la copa a un lado y acercándose a la boca del muchacho depositando un pico que Guilio profundizó nada más que ella quiso apartarse, fue como el inicio de una fogata destinada a arder. Eran dos almas necesitadas y aunque el muchacho se sintiera con un millón de preguntas no pudo evitar rendirse al placer de los suaves labios de la muchacha aceptando gustoso todo lo que le daba.
La beso con pasión, sólo separándose por mínimos instantes en busca del maldito oxígeno mientras sus manos acariciaban por enzima de la molesta tela que lo separaba de sus curvas y ella se aferraba a su nuca y a su camisa, a veces iendo a parar a sus fuertes brazos. En un segundo estaban uno frente a otro y luego ya Greta se encontraba sobre su regazo. Sentía como su corazón quería estallar de su pecho con todo lo que estaba sintiendo.
Los ojos de ella cuando se aparto dejándolo confundido eran puro fuego, nublados del deseo y su boca junto a su pelo despeinado eran la imagen más erótica que había visto en toda su vida. La muchacha se quitó el vestido con toda la seguridad del mundo quedando solo en un sostén y bragas a juego de encaje negro que le arrancaron a Guilio un profundo gruñido mientras la jalaba de nuevo hacia él diciéndole lo hermosa que era. Para él era como una diosa exótica de piel perfecta hecha para recorrer cada peca, cada detalle con la más mínima paciencia. La sintió extremecerse contra sus brazos una y otra vez sentada sobre su braqueta aún cubierta por el grueso pantalón del traje que era mucho para ese pequeño encaje humedecido. Ella lo instó a quitarse la camisa de un tirón y pudo ver una pequeña sonrisa de satisfacción asomar en sus rosados labios. Sus manos eran perfectas para sus músculos.
______¡ Eres tan hermosa mía cara! ¡ Tan hermosa y mía!______ declaró Guilio y la muchacha no lo dejo hablar volviendolo a besar mientras se dejaban caer en el sofá solo con el mar, la luna y las estrellas como testigo.
La acarició en cada parte de su cuerpo con calma y las más infinita adoración. Dejándola completamente desnuda mientras el también se terminaba de desnudar ante los ojos atentos de ella quien por un momento sintió dudas y algo más, que se tensó completamente como si tuviera malos recuerdos.
_____ ¿ Estás bien? _____ susurro Guilio volviendo a estar encima de ella y viendo cómo la muchacha se relajaba ante su tacto.
______ Quiero que me hagas sentir especial. No es mi primera vez pero para mí es casi como lo fuera._____ susurró ella en respuesta besándolo otra vez.
Y ambos se sumieron en caricias que expresaban mucho más que valgo carnal . Kristal pudo sentir como se acumulaban sensaciones cuando Guilio se sumió entre sus piernas dándole infinitos orgasmos con su lengua y luego tomándola en un sin fin de posiciones para luego caer rendidos cuerpo con cuerpo. Sus piernas enrregadas, las manos de Guilio en su cintura. Por primera vez en la vida se sintió realmente feliz y completamente realizada. No quería que esto terminará nunca.
Esa madrugada tardó un poco más en dormirse contemplando al hombre junto a ella dormir pacíficamente, con una sonrisa. Nunca olvidaría está noche, aún cuando mañana o pasado todo fuera un caos, nadie le borraría jamás este recuerdo. Estaba segura que amaba con todo su corazón a Guilio Bianchi.
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La criada del mafioso
RomanceKristal es la hija de la sirvienta de una de las familias más peligrosas de Italia, los Bianchi compuesta por el Capo y sus dos hijos varones Guilio y Sebastián, los cuales siempre fueron inseparables con la muchacha, sobre todo el menor que era de...