La criada del mafioso

19- Sentimientos de Venganza

Dante había mandado a encerrar a Kristal en una fortaleza que tenía preparada desde hace rato. Sus hijos también se encontraban custodiados en una nueva mansión que ni siquiera sabían que su padre tenía. La muchacha se mantenía custodiada por cámaras las 24 horas del día. Donde Bianchi podía ver claramente los golpes que le daban sus hombres cada día y como ella se resistía para terminar siendo violada. Era la misma película de siempre para Dante, él cuál se estaba volviendo un adicto a ver a la muchacha rota una y otra vez. Se enojo mucho el primer día al saber que uno de sus hombres le había arrebatado la virginidad, el pensaba que la muchacha ya había sido disfrutada por sus hijos. Pero mejor así, mientras más usada estuviera seguro que a Guilio y Sebastián se le quitarían los deseos por esa sirvienta.
Tal vez el se la follaria también, tenía que reconocer que la chica estaba muy buena. Disfrutaba ver su cuerpo por la pantalla y casi siempre follaba a Rowina y a sus amantes con la imagen de Kristal en la cabeza.

Guilio llevaba un mes entre las cuatro paredes del nuevo cuarto que le había preparado su padre. Entre comodidades y una señora vestida de sirvienta que siempre le traía desayuno, almuerzo y comida. La habitación tenia su propio baño, cama y un closet con toda su ropa. Pero su cabeza hiba a mil por hora pensando en Kristal y en lo que su padre le pudo haber hecho. Estaba al borde de la locura. No tenía teléfonos, ni ventanas para poder escapar y su padre no lo había ido a visitar. Trato de amenazar a la sirvienta pero de nada sirvió enseguida entraron otros hombres ordenandole que soltará a la mujer.
Sebastián se encontraba al otro lado de la pared en otro cuarto igual. Se habían dado cuenta al segundo día que estaban en un cuarto al lado de otro, por lo que hablaban por la pared y el encierro era más tolerable.

_____¿Crees que ella está bien?____ fue una de las preguntas que le hizo Sebastián a Guilio y que este último no pudo responder sintiendose un miserable por no poder proteger a la chica que amaba.

_____No es nuestra culpa sabes?____ continúo Sebastián al ver el silencio de Guilio que solo podía significar que su hermano mayor estaba llorando cosa que el nunca hacía___ Debemos ser fuertes por ella para poder escapar.

_____Esto no es justo, juro que cuando la tenga en mis brazos aunque me duela la dejaré ir_____respondio Guilio dolido.

____Tienes razón debemos dejarla ir____ ambos hermanos llegaron a un acuerdo.

Kristal se encontraba sin fuerzas en el alma y en el cuerpo. Los monstruos habían acabado con su cuerpo, ya no tenía fuerzas para luchar o para vivir. Las lágrimas ya ni salían ante los gemidos y los golpes de un hombre diferente. Y su odio hacia Dante crecía cada vez más. Si un día Dios le diera la oportunidad de salir de aquí sería solo para vengarse. Ese hombre pagaría con sangre todas las que le había hecho, no importa hasta donde tuviera que llegar. Ese rencor era la única fuerza que le empujaba a comer cuando le soltaban los grilletes, solo ese pensamiento en mente. Por su madre y por todos los que Bianchi había jodido de una manera u otra. Ya no huiria de la Mafia, la mafia temblaría con ella. Después de todo era una Lombardi por derecho. Era la muerte o la venganza. Ya era demasiado tarde para el amor.

Leonardo llevaba un mes en coma pero estaba comenzando a despertar. Lo primero que vio fue un cuarto de hospital, por lo que se despertó desorientado en cuánto a quien era y qué hacía aquí. El médico que entró lo examinó y le informo que sus recuerdos irían llegando poco a poco. Por lo que comenzó con la fisioterapia de recuperación. Y los días en la clínica privada eran como un vacío. Ya sabía su nombre y que este estaba ligado a la Mafia pero lo demás sólo eran lagunas.
Por otra parte su salvador se mantenía en las sombras, observando sus progresos y cuidando porque estuviera oculto y a salvó. Aunque todo marchará lento el médico le había asegurado que los recuerdos llegarían, esperaba que Leonardo entrará en el juego cuánto antes. Mientras tanto se mantenía actualizado con los informes de cada mes de Bianchi. El muy maldito estaba creciendo junto a Anastasia, haciéndose más poderoso con la colaboración de Rusia. Sus hijos estaban fuera de margen al igual que las hijas de Lombardi. Pero muy pronto todo cambiaría.