Jisung está roto. Minho está roto. ¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse?
Esta es la historia de un chico que aprende a vivir de otro chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.
[ᴀ...
Me despierto cuando oigo el sonido de las piedrecitas contra el cristal de la ventana. Al principio creo que estoy soñando, pero luego vuelvo a oírlo. Me levanto y miró entre las cortinas y veo a Han Jisung en el jardín delantero vestido con pantalón de pijama y una sudadera oscura con capucha.
Abro la ventana y me asomo.
—Vete —sigo enfadado con él por haber hecho que me castigaran por primera vez en mi vida. Y estoy enfadado con Chan porque pensara que volvíamos a salir, aunque ¿qué culpa tiene él? He coqueteado, le di aquel beso en el hoyuelo, lo besé en el autocine. Estoy enfadado con todo el mundo, pero principalmente conmigo—. Vete —repito.
—No me hagas subir a este árbol, por favor, porque seguramente acabaré cayendo y partiéndome el cuello, y nos queda mucho que hacer antes de que me metan en un hospital.
—No tenemos nada más que hacer. Ya lo hemos hecho todo.
Pero bajo igualmente porque, si no lo hago, ¿quién sabe qué podría pasar? Me peino y me cubro con un albornoz.
Cuando salgo, Han está sentado en el porche, apoyado en la barandilla.
—Pensaba que no ibas a bajar nunca —dice.
Me siento a su lado y noto la frialdad del peldaño a través del tejido de mi pijama con estampado de monos.
—¿Qué haces aquí?
—¿Estabas despierto?
—No.
—Lo siento. Pero ahora ya lo estás, vamos.
—No pienso ir a ningún lado.
Se levanta y se va hacia el coche. Se da la vuelta y dice, casi gritando:
—Vamos.
—No puedo largarme así cuando me dé la gana.
—¿No sigues enfadado, verdad?
—De hecho, sí. Pero mírame bien. Ni siquiera estoy vestido.
—Bien. Puedes seguir con ese albornoz tan feo. Y ponte unos zapatos y una chaqueta. No pierdas el tiempo cambiándote. Escribe una nota a tus padres para que no se preocupen si se despiertan y descubren que no estás. Te concedo tres minutos antes de venir a por ti.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.