Casi un mes

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Minho

El primer mensaje de texto me llega el viernes. «La verdad es que todos fueron días perfectos».

En cuanto lo leo, llamo a Jisung, pero ya ha desconectado el teléfono y salta el contestador. En vez de dejar un mensaje, le escribo: «Estamos todos muy preocupados. Estoy preocupado. Mi novio es una persona desaparecida. Llámame, por favor».

Horas más tarde, vuelvo a tener noticias de él: «No estoy desaparecido. Me has encontrado».

Escribo de inmediato: «¿Dónde estás, Ji? Quiero verte, te extraño».

Pero esta vez no responde.

Mi padre apenas me dirige la palabra, pero mi madre habla con la señora Han, que le asegura que Jisung se ha puesto en contacto con ella para decirle que está bien, que no se preocupe, y que le ha prometido llamarla cada semana, lo que implica que piensa estar fuera una buena temporada. Le dice que no hay necesidad de llamar a psiquiatras (pero que muchas gracias por preocuparse). Que no es necesario llamar a la policía. Al fin y al cabo, lo hace a veces. Por lo visto, mi novio "no está desaparecido".

Pero sí que lo está.

—¿Ha dicho adónde ha ido?

Mientras se lo pregunto, veo de repente que mi madre parece muy preocupada y cansada. Después de todo lo que han pasado, me cuesta creer que ahora esto esté haciéndolos sufrir.

—Si se lo ha dicho, no me lo ha comentado. No sé qué más podemos hacer. Si los padres ni siquiera están preocupados... la verdad... Imagino que debemos confiar en que Han hable en serio y esté realmente bien.

Pero detrás de sus palabras oigo todo lo que no dice: «De tratarse de un hijo mío, ya habría salido a buscarlo para traerlo de vuelta a casa».

En el instituto, Seungmin, Jeongin y yo somos los únicos que parecemos darnos cuenta de que Jisung no está. Al fin y al cabo, no es más que otro chico problemático que ha acabado expulsado. Los profesores y los compañeros ya se han olvidado de él.
Todo el mundo se comporta como si no hubiera pasado nada y todo fuera perfecto.

Voy a clase y toco en un concierto de la orquesta. Celebro la primera reunión de mi página web, a la que hemos llamado "Chicos perdidos" y somos veintidós. Recibo noticias de dos universidades más:

Stanford, un no, y UCLA, un sí. Agarro el teléfono para contárselo a Jisung, pero tiene el buzón de voz lleno. No me tomo ni la molestia de enviarle un mensaje de texto.

Siempre que le escribo tarda un montón en contestar y, cuando lo hace, nunca es para responder a lo que yo le digo.

Empiezo a estar molesto.

Dos días más tarde, Jisung escribe: «Estoy en la rama más alta».

La noche siguiente: «Nuestros nombres están pintados».

Días más tarde: «Creo en los carteles».

Al día siguiente: «El resplandor Ultravioleta».

Diez días después: «Un lago. Una oración. Es tan encantador ser encantador en Privado».

Y luego, el más completo silencio.

Y luego, el más completo silencio

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El mundo nos destruye a todos | minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora