Los licántropos están entre nosotros. Seres con apariencia humana, pero la fuerza de grandes lobos en sus almas. Pocas manadas han resistido el paso de los siglos, menos aún siguen en contacto con la naturaleza.
Hwang HyunJin es el segundo al mando...
Fue una despedida amarga. El Omega peliblanco había llorado mientras abrazaba a su papi JungKook y es que nunca se había separado de él o de su nido. YoonGi le había prometido darse prisa en resolver el conflicto para que pudiera volver a casa lo antes posible.
Cuando ya era de noche por el horario de invierno, pero apenas las siete de la tarde, HyunJin conducía la camioneta y NamJoon estaba a su lado en silencio camino a su manada en el bosque. En los asientos traseros el peliblanco sollozaba bajito y jugaba con el cabello castaño de su protector que se había transformado en humano para viajar más cómodamente y sin llamar la atención.
Cuando ambos Alfas vieron al Omega castaño salir del cuarto ya en su forma humana, no pudieron disimular sus muescas. El hombre, obvio más mayor que ellos mismos, tenía su cuerpo terriblemente maltratado y cubierto de moratones y heridas a semi cerrar. ¿Cuán fuerte habrían sido los golpes de quienes les atacaron como para que después de varios días en su forma de lobo aún no hubiera sanado?
Una voz áspera y dulce resonó en el silencio de la camioneta cuando iban a mitad de camino. Ambos Alfas sobresaltados al no esperar esa voz que era la primera vez que escuchaban.
-¿Podéis bajar la música? Inie se ha dormido. -NamJoon asiente y le concede la petición. -Gracias por dejarme venir con vosotros. -El peligrís se gira de lado para verlo, una gran cicatriz en proceso de recuperación rasgaba desde su ojo hasta su mejilla.
-Eres su protector, debes estar con él. -Hwang en silencio mira todo de reojo o por el espejo retrovisor. -Además él parece que te tiene mucho aprecio.
-Me convertí en el protector de su padre JungKook cuando se embarazó. -Con cuidado y muecas de dolor, acomoda al menor en su hombro. -Desde entonces no me he separado de él.
-Es un cachorro muy tierno. -Halaga NamJoon. -Se nota que te quiere muchísimo.
-No es un cachorro. -Rebate HyunJin entrando a la conversación.
-Sí lo es. JeongIn a penas tiene quince años humanos. -Joder, que equivocado estaba. Era un niño muy pequeño por eso su actuar, por eso era tan dulce y encantador ante sus ojos. HyunJin miró al peliblanco dormitar, sus mejillas estaban adquiriendo un tono rosado. -No entiendo porqué esos hombres le querían hacer daño, pero sé que nuestro líder lo averiguará y pondrá solución.
-Estoy seguro, sino nuestro líder os ayudará. -Asegura NamJoon, su mirada severa hacia HyunJin.
-La manada debe estar esperando por nuestra llegada. -Esquiva la conversación el pelinegro. Siendo sincero, cuando antes pudiera liberarse de aquello que veía como un inconveniente; mejor. -Aunque se llevarán una sorpresa cuando vea que llegamos con dos Omegas en vez de con uno. -Detiene su vista lo justo en el protector castaño. -Hyung. -Lo llama. -¿Cuál es su nombre?
-SeokJin. Kim SeokJin.
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-Hey, pequeño, cachorro, despierta. -JeongIn soñaba con un precioso suéter amarillo con flores de distintas tonalidades y que encajaba perfecto en su figura cuando una voz totalmente desconocida para él trataba de hacerlo salir de su ensoñación.
-Mmm...- Con ese murmullo trataba de negarse y seguir soñando. HyunJin lo miraba ensimismado. Ese niño no era fácil de despertar, tal vez como cualquier adolescente.
NamJoon había ayudado a SeokJin a salir de la camioneta y junto a BangChan, que llegó rápido en su ayuda, estaban sacando las maletas de ambos Omegas de la parte trasera. Por lo que, a Hwang, le tocó la tarea de despertar y ayudar al peliblanco. Pero este no quería despertar y el hecho de que tuviera la boca semi abierta, con las mejillas coloradas y el cabello desordenado hacía aún más difícil su tarea. Y eso él no lo entendía, no era débil ante los niños, ¿por qué ante este sí?
-Vamos, JeongIn. Ees tarde y hay que dormir en una cama como las personas normales. Mañana te espera un día de presentaciones. -Silencio. Una mano del Omega trepó hasta la nuca del Alfa pelinegro.
-Papá, cargame por fis.
HyunJin se habría reído, de hecho sonrió amplio y se auto castigó por ello, antes de concederle la petición al menor y cargarlo pegándolo a su tronco. Rápido ambos brazos de JeongIn rodearon su cuello y cargó su cabeza en el hombro izquierdo de este. HyunJin sujetaba bajo sus muslos para que no cayera. Ante la incrédula mirada de los presentes lo cargó hasta el que sería su cuarto en su estadía en la manada del bosque para dejarlo arropado entre las sábanas y seguir durmiendo.
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Nota autora: Trato de hacer esta novela muy soft y fluff, pero tranquis que sabéis que amo lo hard y rudo y llegará su momento 😏💜 además del drama y las cosas clichés
