Flower Baby ⁓ HyunIn ⁓ Hwang HyunJin y Yang JeongIn

Capítulo 12~Un chico

HyunJin llevaba más de una hora sentado en una de las viejas sillas de la biblioteca pública viendo al Omega pasar de un estante a otro, de un libro a otro, mirando su contraportada y después sus últimas páginas para desecharlo y seguir en su búsqueda. Debía admitir que era entretenido presenciar la variedad de gestos adorables que dibujaba JeongIn en su rostro con cada nuevo libro.

-¿Solo lees novelas románticas? -Cuestiona en voz alta en el silencio del lugar. Estaban solos, era un lugar público y todos los lobos de la manada cuidaban y respetaban los escasos libros que poseían. -¿Es lo que te gusta?

-Sí, me gustan las clásicas. -Asiente ojeando el final del nuevo libro entre sus manos. -Las que son más poesía que narración. Los amores idílicos de Omegas tiernos y buenos y Alfas malos y poderosos.

-Un poco tóxico, ¿no? -Bromea levantando una ceja, la mirada clara avellana clavándose en la oscura oliva.

-Que me guste leer esta clase de literatura no implica que quiera un amor así. -Responde acercándose al Alfa con el que, al fin, parece el libro seleccionado.

-Espero que no me hagas arrepentirme de esta pregunta pero... ¿qué clase de amor quieres tú? -La primera parte era una advertencia entre ambos, una que JeongIn ignoró riendo bajo cuando se paró de pie frente al Alfa.

-Yo quiero uno real. -Sonó tan seguro que hasta Hwang creyó que existía tal definición de amor. -Quiero que mi Alfa sea bueno y cariñoso conmigo. Que me mime y deje que sea tan escandaloso, revoltoso y dramático como soy. -HyunJin sonrió, el pequeño Omega se había descrito perfectamente. "Así que conoce sus defectos" pensó para sí mismo. -Quiero esperar a mi Alfa destinado y estar con él para siempre. -Concluye.

-Esa espera puede llevar siglos. -Todavía sonreía, JeongIn estaba perdido viendo esos dientes que solo había podido ver cuándo hablaba o le chillaba. Las arrugas ligeras en las esquinas de sus ojos eran clara evidencia de que ese Alfa sonreía bonito.

-Oppa, ¿tú has encontrado a tu Omega destinado? -El pelinegro niega despacio dándose cuenta de las pequeñas uñas neón del Omega se clavan nerviosas en la tapa dura del libro. -¿Cuántos años tienes?

-Cincuenta y ocho. -HyunJin había vivido más de medio siglo y aún le quedaba mucho por vivir. Aparentaba los veintitrés y llevaba años siendo el líder eclipsando así su vida privada. Una pequeña parte de él, depresiva y que se sentía sola algunas veces, achacaba a su función en la manada como la culpable de no haber encontrado a su Omega. JeongIn pudo notar la tristeza bajo esa escueta respuesta.

-Puede que aún no haya nacido, como el mío. -Apremia a decir con una sonrisa esperanzada. -Pero la luna es buena y nos los traerá. -Con cariño y curiosidad se acerca un poco más, colándose y posicionándose así de pie entre las piernas abiertas relajadas del Alfa. -¿Oppa prefiere a las chicas Omegas o a los chicos?

-Esas cosas no son de tu incumbencia cachorro. -Su lobo había levantado las orejas ante la cercanía, la piel del cuello del chico brillaba bajo los rayos de sol que entraban por la ventana y la sonrisa nada forzada ni exagerada lo hacía parecer lindo, realmente lindo. ¿JeongIn siempre brillaría así cuando le diera el sol del ocaso?

-A mí me gustan más los chicos Alfas. -Responde una pregunta no formulada. HyunJin se sorprende al sentir a su lobo mover su cola feliz por esa aclaración. -Me gustaría que mi Alfa fuera grande, así como tú, para que cuando me abrace me cubra enterito.

-Los destinados no se puede elegir. -Su humano estaba siendo regañado por el lobo que estaba emocionado de una manera petulante y extraña por las palabras del peliblanco. Pero, joder, todo Alfa se emocionaba si le decían que querían un Alfa como él. Era cosa del ego. -Pero tienes razón, la luna no se equivocaría con algo así. -Se apremia a decir cuando la mirada del chico cae al libro abrazado a su pecho con fuerza y sus labios se aprietan luciendo blancos. Es un bebé en el cuerpo de un semi adulto. Con dificultad por la cercanía se pone en pie quedando tan cerca el uno del otro que sobraría con medio paso para chocar sus cuerpos. -Seguro que por ahí anda mi Omega bonito, fuerte y valiente. Un chico. -Esa aclaración renace la sonrisa radiante de JeongIn, con sus pequeños ojos en medias lunas y sus mejillas sonrosadas.

-El día que lo encuentre y me case con él te invitaré a la boda Oppa. Aunque no me caes bien, me gustaría que estuvieras ahí.

-Eso no tiene ningún sentido cachorro.