Los licántropos están entre nosotros. Seres con apariencia humana, pero la fuerza de grandes lobos en sus almas. Pocas manadas han resistido el paso de los siglos, menos aún siguen en contacto con la naturaleza.
Hwang HyunJin es el segundo al mando...
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-Tae, es decir, ¿TaeHyung? ¿Kim? .... ¿Consejero? -El aludido levantó una de sus cejas expectante de lograr comprender y procesar así lo que sus ojos estaban viendo. SeokJin, el Omega osado, serio e imperturbable, lo miraba nervioso y titubeaba al hablar desde la puerta de su despacho de reuniones donde el Alfa revisaba unos papeles. -¿Tienes un momento para hablar?
-Pasa. -TaeHyung dejó de lado los papeles y se reclinó en su sillón, el Omega dio tan solo dos pasos al centro del salón. La gran mesa separándolos de punta a punta. -¿De qué quieres hablar? -SeokJin jugó con sus dedos de modo tierno y avergonzado.
-De lo del otro día. -Susurró. TaeHyung deseaba exigirle que levantara la voz y lo mirara a la cara, pero decidió darle una tregua al castaño simplemente respondiéndole ligeramente mordaz.
-¿De eso que traté de hablar contigo esa misma noche cuando llegamos a micasa, o al día siguiente o al otro, hasta que me he hartado y hoy he preferido no buscarte como un perrito faldero? -SeokJin agachó mucho más su cabeza si era posible en una obvia muestra de sumisión y arrepentimiento. -Dime, SeokJin, ¿va a ser así siempre? ¿Voy a buscarte y buscarte hasta que me harte y entonces cuando no tengas mi atención, me buscarás tú?
-No, no quiero que sea así. -Declaró el Omega con su voz aguda en temor. -Pero puede que lleve algo de tiempo. Porque me has explicado algunas cosas, pero el miedo sigue ahí. -TaeHyung arrugó su nariz y sus colmillos picaron por salir por la frustración del momento. Estaba dividido, su orgullo de Alfa le indicaba no doblegarse, pero a su vez la parte enamorada del lobo de SeokJin le socorría a ir a consolar y brindarle esa protección y confianza al Omega. -Solo, un poquito de paciencia TaeTae.
-Ven aquí. -Pidió enternecido por la mirada de ojos brillantes, las mejillas sonrojadas y el adorable apodo dado por su lindo Omega.
SeokJin dio un saltito emocionado y cortos, pero rápidos, pasos hasta llegar frente a su Alfa peligrís. Su lobo le pedía mimos y, dejando su parte humana racional de lado ta que por culpa de ella llevaba varios días (sino semanas) lloriqueando y dolido, se sentó en el regazo del más alto de lado. Rodeo su cuello con sus brazos y apoyó su rostro en su pecho cálido y fuerte. TaeHyung rodeo su cintura pegándolo más a él y besó su cabello.
-Sé que estás ocupado y que los Alfas trabajáis solos, pero ¿me puedo quedar aquí contigo mientras trabajas? -Susurró restregando su mejilla en el pecho del peligrís tratando de impregnarse de su aroma y a su vez impregnar al contrario del propio.
-Claro que sí, Jinie. -Las mejillas de SeokJin se tiñeron de un intenso carmín ante el apodo. -Siempre que quieras puedes venir a mi despacho y estar conmigo. -Aclaró. -Puedes leer, ver una serie con tus auriculares, escuchar música o solo estar en mis brazos. ¿Está bien? -SeokJin asintió realmente complacido, su Alfa de verdad lo quería a su lado a pesar de su nivel de mandato. TaeHyung acarició el hombro regenerado con su barbilla antes de volver a dirigir su vista a los papeles sobre la mesa. -Cuando me llamaste aquel día creí que moriría de dolor. Me sentí un inútil por no poder protegerte y salvarte.
-Me salvaste. -Declaró rápido levantando su rostro para ser consciente de sus cercanía. Tragó saliva ansioso, pero debía continuar. Aquel día que atacaron a JeongIn y él se interpuso para defenderlo, había llamado por primera vez en su vida a su Alfa destinado con el pánico recorriendo sus venas. -Curaste mis heridas justo a tiempo, gracias.
Con la vergüenza y el titubeo del que parecía un primer amor adolescente se inclinó y beso apretado parte de la mejilla y mandíbula cuadrada de su Alfa quien le respondió el gesto con una amplia sonrisa de forma cuadrada. SeokJin estiró sus labios gruesos y entonces fue TaeHyung quien besó su mejilla y lo dejó de nuevo descansar en su pecho mientras retomaba su trabajo.
El aullido de JeongIn sonó de golpe rompiendo su tranquilidad, el lobo de SeokJin levantó sus orejas en alerta y aulló fuerte aún entre los brazos de su Alfa. TaeHyung rio fuerte por las circunstancias mientras YeonJun entraba alterado al despacho poniendo el grito histérico en el cielo.
-¡¿Pero qué mierda le está haciendo Hyung a mi Inie?!
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