Flower Baby ⁓ HyunIn ⁓ Hwang HyunJin y Yang JeongIn

Capítulo 66~Lo prometo

-Realmente eres un Omega muy bello. Entiendo la obsesión de mi jefe contigo. -Esas fueron las primeras palabras que retumbaron en el consultorio de SeungMin. Allí se encontraba, en la misma camilla que en su día fue tratado SeokJin, el licántropo que JeongIn había dejado moribundo. A su lado el médico controlando sus latidos y frente a ellos la pareja enlazada; los demás esperaban fuera al otro lado de la puerta. -Y un gran luchador para ser tan pequeño. -Yang observó el rostro pálido y el cuerpo convaleciente y maltratado del hombre. No sintió ninguna pena.

-O tú demasiado malo peleando. -Rebatió al fin. HyunJin, a su lado, se cruzó de brazos altanero por su increíble Omega. El hombre en la camilla hizo una mueca molesto.

-Sabes. -Cuestionó tratando de incorporarse, SeungMin y el dolor en su cuello se lo prohibieron. -Yo no soy mala persona. O al menos no lo era. -Declaró buscando la mirada del peliblanco. -Me echaron de mi manada porque golpeé a una Omega en celo que quería acostarse conmigo a como de lugar...

-Eso te hace mala persona. -Le interrumpió HyunJin con voz ruda, el hombre declaró una guerra de miradas intensa con el otro Alfa presente. -Debiste pedir ayuda para detener a esa Omega, no tomar "justicia" por ti mismo.

-Continua, no tengo todo el día y tú  menos. -Apremió JeongIn interponiéndose entre su lucha de miradas, colocándose así entre el hombre y Hwang.

-Me hice malo cuando acepté unirme a Taeyon. Era eso o morir solo desertado de mi manada. Ese hombre tiene unas ideas descabelladas, pero ricas. -Sus ojos apagados en vida miraron el cabello platinado de JeongIn ocasionándole un terrible escalofrío. -Los humanos solo quieren lucir hermosos llevando nuestras pieles sin saber que realmente están matando a medio humanos para portarlas. -Una risa rota, que provocó reabrir sus heridas y que SeungMin corriera a poner más vendas en su cuello resonó con un eco agridulce entre ellos. -Irónico.

-Asqueroso más bien. -Aclaró SeungMin haciendo presión en la herida queriendo detener la hemorragia.

-¿Dónde está Taeyon? -Cuestionó JeongIn cruzándose de brazos. -¿Dónde se esconde?

-Te lo diré, pero debes prometerme algo. -HyunJin negó asqueado con todo aquello, pero el Omega asintió pidiéndole que continuara. Lo intentaría hasta conseguir algo de información más allá del nombre de ese ser. -Cuando muera quiero un entierro de lobo digno en mi ciudad natal. Mis padres aún esperan que vuelva a casa. -Una tos desagradable lo interrumpió, por su boca brotes de sangre bermellón manchando sus dientes. -Tan solo tendrías que enviarle una carta y mis cenizas.

-Lo prometo. Yo mismo redactaré la carta. -Las palabras de JeongIn parecieron relajar el rostro afligido del hombre.

-Están en el motel entre la frontera del este y vuestro río, junto a la fábrica de residuos. Por eso no sentís nunca nuestro olor además de que utilizamos  los supresores. -Su voz neutra, pero parcialmente apagada, lo relató con muecas relajadas y cansadas. -Dormirnos de ocho de la mañana a doce del medio día.

-¿Cuántos sois? -HyunJin volvió a colocarse junto a JeongIn a los pies de la camilla.

-Mi jefe y diez más. -El hombre suspiró sonriendo. JeongIn miró a SeungMin que asintió a su pregunta no formulada. Estaba en el limbo entre la muerte y la vida, por eso no sentía ni reflejaba dolor.

-Hay que llamar al Alfa Yang para organizarnos. -JeongIn escuchó a su Alfa decirlo mientras abría la puerta y salía junto a los demás, pero él se quedó atrás mirando por última vez al hombre que moría frente a él.

-Gracias. -Susurró viendo por última vez la luz de la vida en esos ojos que se cerraron dejándose ir al fin. Quiso pensar que encontraría su rendición en otra vida si la luna decidía concedérsela.