~Epílogo~

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Un pequeño lobo de pelaje tan blanco, tan nítido y semi transparente que dejaba a la luz del sol colarse hasta su piel rosada, dejando la brillantez platinada a la vista, correteaba por el bosque esquivando piedras, saltando ramas y serpenteando árboles. El pequeño cachorro tenía una carrera juguetona con un gran lobo de pelaje negro largo y ojos oscuros. Y, el cual, sabía le pisaba los talones.

Al dejar de lado un montículo de piedras, comenzó a sentir ese aroma característico de su hogar a flores de anís. No tardó más de un minuto es vislumbrar el claro de su cabaña, pero, cuando creía que iba a ganar, estaba a nada de llegar al porche donde solían merendar y cenar en verano, el gran lobo negro se lanzó sobre él haciéndolo rodar por el verde césped lima.

El pequeño peliblanco aulló molesto e indignado por haber perdido, de nuevo, y tan cerca a la victoria. El lobo sobre él se transformó en el hombre que era y demandó al contrario que hiciera lo mismo. Cuando el peliblanco lo hizo se quejó entonces a modo de gritos tan exagerado y dramático como lo era su papi.

-¡Papá! ¡Siempre haces trampa! ¡Me haces ilusiones pensando que voy a ganar para derribarme en el último momento! -HyunJin, que estaba sobre su hijo de ocho años, se levantó y rio fuerte. Ante ellos, por el alboroto, la puerta de la cabaña se abrió dejando ver a un pequeño pelinegro correr hacia su papá y hermano mayor, tras él, un peliblanco Omega adulto.

-¡Papá! -Gritó alegre el pequeño de cuatro años mientras el llamado lo levantaba en volandas al aire. -Papi y yo hemos hecho bizcochos para la merienda. -El pequeño pelinegro aplaudió feliz y su padre Alfa besó su frente.

-Eso es genial, cachorro. Papá muere de hambre. -JeongIn recibió a su esposo y Alfa con un beso tierno en sus labios y una sonrisa de mejillas abultadas. Habían cosas que el tiempo solo mejoraba, como que la madurez y lucir adulto solo definieron más las curvas de su adorado Omega.

-Papi. -El pequeño peliblanco llamó a JeongIn con un puchero quien sonrió enternecido por su bebé. Esos pequeños siempre serían sus bebés. Con cariño ayudó a su hijo a ponerse ropa, besó y peinó sus cabellos mientras mientras el pequeño pelinegro hacía reír a su padre al intentar también ayudarlo a él a vestirse y arreglar su cabello semi largo.

Los niños tomaron asiento en la pequeña mesa para cuatro en el porche, cada uno en su respectivo lugar, y comenzaron a merendar el delicioso bizcocho mientras contaban a sus padres lo que habían hecho ese día en la escuela, después en casa con papi o con papá corriendo por el bosque.

Bajo la mesa, sobre el muslo izquierdo de JeongIn, la pareja enlazada tenía sus manos unidas y se daban caricias llenas de amor y orgullo por su pequeña manada. Habían pasado más de treinta años desde que se conocieron, algunos de sus amigos fueron más rápidos que ellos para tener familia o casarse, pero ambos preferían disfrutar su tiempo juntos primero. Amarse a solas y construir la casa de sus sueños en el claro con flores de anís que había sido testigo tantas veces de sus escapadas románticas.

Hacía nueve años JeongIn simplemente un día dejó de sentirse bien, unos fuertes mareos le azotaban y la comida parecía imposible de digerir y mantenerse en su cuerpo. No se asustó ni tuvo que pensar mucho porque era algo que su Alfa y él habían decidido buscar.

A los meses consecuentes de gestación nació un pequeño peliblanco de piel tan pálida y brillante como la de su papi, incluso poseía sus gruesos y rosados labios, pero los ojos oscuros de su papá. Algo más que tenía ese cachorro en común con su padre era que obviamente sería un Alfa. Un Alfa de pelaje blanco y de gran altura además de porte delgado, pero musculoso. El pequeño SungHoon mantenía la delicadeza de un rostro de porcelana junto a la fuerza y brutalidad.

Años después decidieron buscar otro bebé que cuidar y amar. SungHoon, como Alfa celoso y protector, en un principio se negó a compartir a su papi, pero cuando vio en los brazos de este a un pequeño bebé de cabello negro como su papá, pero de ojos claros como su papi, cayó rendido ante los encantos de su pequeño hermano. Sunoo tenía una imagen linda y era un niño introvertido, sin embargo con su familia y personas allegadas era alegre, risueño y tenía unos tiernos hoyuelos cuando sonreía como su papi Omega.

Flower Baby ⁓ HyunIn ⁓ Hwang HyunJin y Yang JeongInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora