Capítulo 17~Único

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HyunJin, todavía embobado por los pucheros del Omega, se sentó junto a él al borde de la cama queriendo mantener así una ligera distancia. Mas aquello no estaba en los planes del pequeño peliblanco que se sentía intranquilo y todavía afectado por lo recién acontecido. Lo que más lo alteraba era la repetida imagen de su protector sangrando y manchando su pelaje castaño claro. Después, incluso con náusea, recordaba la grotesca percepción de la carne putrefacta cuando cambió de nuevo a su forma humana.

Con esa inquietud agarró los brazos de su mayor, tomándolo por sorpresa y lanzándolo así hasta estar tumbado en la cama. Con la confianza recién adquirida reposó su cabeza sobre el pecho firme y rodeó su torso con su brazo derecho. Mismo brazo que dirigió la mano de Hwang a su cabello platinado para que lo acariciara pidiéndole así cariños.

-¿Algo más, cachorro? -Cuestiona comenzando a dejar que las yemas de sus dedos rocen el cuero cabelludo.

-No, así estoy bien. -Susurra alegre con su peculiar tono infantil. HyunJin ríe con un suspiro haciendo que el cabello sedoso bajo su barbilla baile.

-Eres un bebé chantajista de chicle. -Bromea sintiendo y cumpliendo la necesidad de rodear la espalda del chico, ahora, entre sus brazos.

-El otro día también dijiste eso. ¿Qué significa?

-Es por tu pelo. -JeongIn quiso rebatirle que habían infinidad de chicles, sabores y colores de los mismos, pero la siguiente afirmación del líder mientras miraba su cabello lo detuvo en seco. -Te crece lento. No tienes raíces.

-Papi me consuela así cuando estoy triste. -¿Era notable el cambio de tema? Tal vez. Tal vez JeongIn fingió naturalidad y HyunJin no darse cuenta. -Lo echo de menos.

-Volverás pronto a casa. -Lo consuela como el cachorro que es y que extraña a su padre Omega. Este responde asintiendo lento y frotando así su mejilla aplastada y regordeta en su pecho duro y fuerte. - ¿SeokJin intentaba que practicaras?

-Papá le ordenó antes de marcharnos que adelantara mi entrenamiento de defensa. -Responde cerrando sus ojos complacido por las caricias. -Los hijos y Omegas de los líderes de manadas siempre son los primeros que atacan en cuestiones de luchas por territorios o cuentas pendientes personales. Es obvio la forma más sencilla de debilitar al Alfa líder en cuestión. Papi sabe defenderse solo y quiere que yo haga igual.

-¿Y por qué no quieres practicar? -La voz del Omega cada vez sonaba más somnolienta. -Realmente creo que es una gran idea. En la aldea también hacemos este tipo de cosas desde cachorros. -Hubo unos leves segundos de silencio, tras ellos un resoplido dolido y la respuesta.

-No me gusta mi lobo y lo he hecho pocas veces. -Murmuró. -Duele mucho.

-Cuanto más lo hagas menos dolerá. -Y no puedo creer que no te guste tu lobo. -Su voz había sonado autoritaria e incluso molesta. -¿Sabes que eso le hace daño a su alma?

-No me he explicado bien. -Se apresura a corregir, dejando de lado su pequeño letargo despierto para incorporar su rostro y mirar de frente al Alfa que lo abrazaba y tenía bajo su pequeño cuerpo semi aplastado. -Amo a mi lobo. Es muy bueno y él tiene la misma sensación que yo. Lo que no nos gusta es nuestro pelaje; es extraño. -Sus ojos conectaron y durante ciertos segundos Hwang vio el azul brillante del Omega interior darle la razón al humano. Aquello era tan insólito y doloroso para cualquier cambiaformas. Jamás había escuchado algo así.

-¿Por qué dices eso?

-No quiero decirlo. -Susurra sin apartar su mirada de los oscuros y centilleantes ojos.

-Bebé caprichoso. -Bromea. JeongIn comenzaba a adorar esas bromas que le hacía el Alfa cuando sentía su incomodidad o su actuar infantil. Era como el modo de saber que se rendía antes sus pedidos de Omega. -¿Sabes? Si hueles un poquito a algo. Es fresco.

-¿Quieres saber qué es? -La ilusión brillando en él, con un agudo final en su entonación y una sonrisa amplia que aumentó el volumen de sus mejillas y achicó sus ojos.

-No. No voy a olerte el cuello. -La cara cambiándole a un semblante serio y autoritario. Otra cosa que había aprendido JeongIn era que cuando el Alfa decía que "no", no había modo de hacerle cambiar de opinión.

-Aburrido. -Se quejó volviendo a su posición sobre el pecho caliente que lo protegía y mimaba.

-JeongIn, ¿quieres que te ayude a entrenar? -El nombrado arrugaba y extendía sus labios en pucheros pensativos. -Podría enseñarte como lo hacemos nosotros. Primero entrenaríamos al humano y después al lobo, pero debes comprometerte.

-¿Puedo intentarlo una vez primero y después comprometerme o negarme? -Cuestiona esta vez tan solo inclinando su cabeza hacia arriba sin despejarla de su almohada personal.

-Si te rindes a la primera me decepcionarías, bebé. -Se le queja inútilmente cuando de nuevo ese rosado labio abultado inferior es el centro de atención del mayor y los ojos de Yang brillan mientras bate sus pestañas. -Está bien -Concede. -¿Siempre consigues todo lo que quieres? -Se rinde.

-No siempre. Una vez le pedí a papá una camisa de flores rojas y amarillas y me dijo que no. -Sonaba tan dolido aún con YoonGi por ello que HyunJin rio a sus anchas.

-Realmente eres único, cachorro.

-Gracias, Oppa Jinie.

-Muy único.

Flower Baby ⁓ HyunIn ⁓ Hwang HyunJin y Yang JeongInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora