Flower Baby ⁓ HyunIn ⁓ Hwang HyunJin y Yang JeongIn

Capítulo 2~Coincidencia o no

YeonJun se mostró alterado, jamás había visto a su Hyung así. A su lado, el joven OMega pelirrojo, hizo una reverencia y trató de cubrir más su desnudez con aquella gran camiseta que había escogido en la entrada. Había venido corriendo desde su lugar de observación a la altura de la montaña posterior en su forma lobuna.

Todos dejaron su vista en el hijo único del matrimonio Park. Au padre había fallecido hacía un par de años y era el encargado de vigilar la entrada de oeste a su territorio, aquella zona chocaba con la ciudad de Seúl y fue cedido su trabajo al Omega pelirrojo. Era una zona calmada, su manada y la escasa existente en la ciudad tenían tratados de paz y eran "amigas". JiMin simplemente se crio en la paz de la soledad junto a su padre y quería seguir haciéndolo cuando él falleció. No tenía a nadie más. Solo contaba con la visita de YeonJun una vez a la semana y para él era suficiente, pero sabía que lo que había visto debía decirlo a su líder. Por lo que allí estaba, tras recorrer por primera vez en dos años la gran escalinata de la montaña hasta el prado del poblado.

-Habla. -Pidió HyunJin tomando asiento en su silla presidencial en la punta de la larga mesa de caoba.

-Todo estaba silencioso en la ciudad, si dejamos de lado los coches y bullicio corriente, cuando un Alfa ha aullado. -Explicó sintiendo vergüenza de sus pies, manos y rostro lleno de tierra.

-Sí. -Concedió TaeHyung aún masajeando su pecho con la intención de lograr calmar su lobo. -He aullado, pero no te preocupes. Puedes volver a tu puesto...

-No, señor. -Le interrumpió el pelirrojo dando un paso al frente. -Señor Kim, usted no ha aullado primero. -HyunJin miraba a su hermano acariciar la pequeña espalda del Omega queriendo darle valentía y apoyo. -El líder de la ciudad aulló. Después fueron todos sus lobos y la ciudad quedó en completo silencio. Supongo que por miedo al escuchar a los lobos. -Aquello solo podía detonar problemas. -A los segundos de silencio un Omega lo ha roto gritando, llamando a su Alfa. Era un llamado de socorro. -TaeHyung se puso en pie, pero NamJoon negó y lo volvió a sentar. -Es entonces cuando usted, consejero Kim, ha aullado.

-¿Qué ha pasado entonces en la ciudad? -HyunJin se puso en pie inquieto acercándose imponiendo autoridad al Omega que se escondió tras su único conocido.

-El Alfa ha agrupado a su manada y yo he venido corriendo a avisarle. -YeonJun abrazó a JiMin y este se sintió protegido.

-HyunJin, ¿qué vamos a hacer? -Inquiere BangChan.

-No podemos interferir en sus problemas de manada mientras no nos afecten. -Cruzó sus brazos sobre su pecho. -Esperaremos unos días y, si no ocurre nada, pediremos una reunión con el líder Yang YoonGi.

Los Alfas se quedaron hablando, tratando de buscar una explicación a esa escena de lucha no lucha acabada de narrar por el Omega que volvía al bosque junto a su amigo y era seguido por el Alfa Kim NamJoon. Al notar su presencia, YeonJun, se detiene y mira a su mayor, mas este no lo mira a él sino al bello Omega que jamás había olido ni visto.

-Park Jimin, ¿verdad? -El pelirrojo asiente despacio y cabizbajo. Su modo de interacción con otros licántropos o personas es prácticamente nulo. -Gracias por venir corriendo a avisarnos,. El líder reconoce que has hecho un buen trabajo y mi hermano agradece tu información sobre el llamado del misterioso Omega, pero ahora mismo deben concentrarse en otros asuntos.

-Gracias. -Una pequeña inclinación de cabeza y al levantarse una sonrisa en su rostro delicado y fino. Su piel brillante con ligeras pecas y en perfecto contraste con su melena pelirroja.

-No dudes en volver si escuchas o ves algo más. Si simplemente necesitas algo o te apetece venir al poblado, vuelve. -El inocente pelirrojo inclina su cabeza analizando el rostro serio, pero a su vez, bello del peligrís que le habla con dulzura. -Somos tu manada. -Otro tierno asentimiento, un abrazo estrecho con YeonJun y la camiseta que cubría su desnudez delgada voló por los aires antes de darse vuelta y volver a ser ese licántropo menudo y de cabello rojizo que corría entre los árboles camino a la cima de la montaña. -¿Es tu amigo? -Cuestiona, mirando el camino emprendido por el lobo Omega, al pequeño Alfa Hwang.

-¿Es su Omega? -Le responde en pregunta mirando la misma dirección.

Aquello era una coincidencia no tan coincidencia.