Flower Baby ⁓ HyunIn ⁓ Hwang HyunJin y Yang JeongIn

Capítulo 38~6 días

HyunJin necesitó más de cinco minutos para envalentonarse y decidir entrar a su casa, otros cinco minutos para decidirse a subir las escaleras y otros cinco para abrir la puerta de su cuarto ocupado este último tiempo por JeongIn.

Al entrar, tan solo dos pasos, ya pudo percibir el sofocante aroma creciente a rosas frescas bajo el rocío de la mañana. HyunJin adoraba ese aroma. Ahora comprendía porque desde pequeño había sido un cachorro que amaba las rosas que su madre plantaba y cuidaba en su jardín. Su destino era pertenecer junto a un Omega con ese aroma.

El pequeño bulto entre las mantas en la cama de matrimonio se removió cuando sintió su presencia y asomó tan solo su cabeza hasta su nariz. Los ojos almendrados de JeongIn estaban empañados en lágrimas.

-¡Inie! -Gritó en cuanto lo visualizó, arrojando sin cuidado las frazadas al suelo y enredándose entre ellas por lo nervioso, ansioso y rápido que quiso levantarse y correr hacia el Alfa. El pelinegro lo recibió gustoso entre sus brazos y lo apretó contra su pecho con ansia. -¿No te vas a ir verdad? ¿Vienes para quedarte? -La voz dulce del Omega sonaba aún más aniñada y empalagosa producto del celo creciente.

-Sí, Oppa se queda con su bebé. -El pequeño sonido de satisfacción que realizó la garganta de JeongIn podría confundirse con un ronroneo gatuno si no supieran que más bien había sido su lobo interior. -Vamos a dormir por hoy. Es muy tarde y te esperan días duros.

Yang tan solo asintió sin mostrar intención de acatar el pedido o separarse del mayor. El simple hecho de tenerlo pegado a él ya era un placer jamás experimentado. HyunJin flexionó sus rodillas y llevó sus manos a los muslos del pequeño para cargarlo, enroscado en su cuello y caderas, hasta la cama. Lo dejó sentado en el centro y, bajo la atenta mirada de mejillas sonrojadas del Omega, retiró su camiseta y su pantalón quedando tan solo en bóxer. Acto seguido buscó el cierre del corto pantalón de JeongIn para retirarlo despacio por sus blancas y suaves piernas. Estaba deseando que llegara el momento en que las marcaría a mordidas, chupones y lamidas; lucían deliciosas.

-Oppa. -Susurró con un puchero, estirando sus brazos en dirección al pelinegro y abriendo sus manos una y otra vez llamándolo así cuando se tumbó en la cama. HyunJin sonrió y se recostó junto a su bebé para llevarlo a su pecho en un abrazo. Rápido JeongIn enterró su nariz en el cuello de Hwang. -Buenas noches, Jinie.

-Buenas noches, bebé. -Le susurró de vuelta apagando la pequeña luz de su mesita quedando en la oscuridad de la primera noche. Cuando su vista se adaptó pudo ver, en el cuello del Omega, el rastro de sangre seca proveniente de la mordida que le había dado. Estaba pegada y seca, contrastando de una manera espeluznante pero gloriosa en su piel. Sacó al menor de su cuello y se inclinó para ver mejor su trabajo, era una marca tan bonita y perfecta, le quedaba tan maravillosa a su bebé. Se la había hecho él y eso le llenaba de orgullo. -¿Te duele?

JeongIn susurró un ligero "sí", que rápido se convirtió en suaves suspiros cuando la lengua húmeda de Hwang se deslizó por la herida eliminando los restos de sangre y ejercitando el papel de desinfectante natural entre las parejas destinadas. Yang cayó enseguida en un sueño profundo, agotado por las sensaciones pasadas esas últimas horas, HyunJin sin embargo no podía dormir.

Pensaba una y otra vez en que él había pasado algunos de sus celos acompañado, de unos cuatro o cinco Omegas hombres de fuera de su aldea cuando el acumule de años sin sexo le destrozaban la razón a su lobo, pero nunca había estado con un Omega en celo. Sabía que duraban tres días por las clases en el colegio. El primero eran unos cachorros más que infantiles, el segundo eran todo sexo descontrolado e insaciable y el tercero se mantenía el apetito sexual algo más reducido y se volvían increíblemente cariñoso y hambrientos de dulces.

Si, como había dicho SeungMin, el primer celo duraba el doble... le esperaban dos días de cada facción. Seis días cuidando a un cachorro recién nombrado un Omega adulto.

Su Omega.