Flower Baby ⁓ HyunIn ⁓ Hwang HyunJin y Yang JeongIn

Capítulo 11~Maquillaje

JeongIn observaba el esmalte de sus uñas recién pintadas de color lima y esperaba que secaran en el pequeño porche de la casa de los Hwang. Cuando habían llegado a mitad de mañana se habían instalado y acomodado al vaciar sus maletas. El peliblanco había tenido claro que aquellos dos Alfas vivían solos, pero no sintió correcto indagar en ello. Era fácil adivinar, con la autoridad que irradiaba el lobo de HyunJin, que posiblemente tendría bastantes más años. De hecho, SeokJin, le había hecho esa mirada de advertencia en la que le pedía que guardara silencio. Su protector descansaba en su habitación y JeongIn había querido disfrutar del silencio del bosque por primera vez en su vida.

-Dime que es una broma. -Habla a su espalda sobresaltandolo. Con el ceño fruncido se gira hacia el mayor de los Alfas Hwang con confusión. -¿En serio te estás pintando las uñas para estar aquí?

-No tengo nada mejor que hacer, no he traído juegos o... -La presencia imponente del pelinegro se coloca sobre él en la silla de mimbre donde descansaba. Con lentitud se inclina hasta hacer que JeongIn se encoja en su lugar cohibido.

-¿Y sin embargo has traído maquillaje? -Le susurra viendo el perfil azul bajo los ojos almendrados del peliblanco.

-Hice la maleta en unos minutos, se me olvidaron algunas cosas. -Le responde en su mismo tono de voz. Los ojos de HyunJin escrutan el perfecto rostro sin imperfecciones del cachorro. Piel lisa y tersa perfectamente blanca y labios rosados a juego de su tinte pálido de cabello.

-Deberías buscarte algún entretenimiento real y no solo el verte bonito para nadie. -Trataba de atacarlo, deseaba ver de cerca el rostro emputado del menor, sin embargo este se sentía avergonzado. La puerta de la casa vuelve a escucharse y por ella sale el que ahora JeongIn conoce como YeonJun.

-YeonJun. -Lo llama alargando su nombre y haciendo un tierno puchero. El Alfa menor llega junto a ellos y empuja ligero a su hermano para que deje respirar al Omega. -Papi Kook me dijo que tenéis biblioteca, ¿me llevas?

-No puedo, Hyung. -La mueca ladeada de JeongIn tiembla pues la emoción de por primera vez ser el mayor y que lo llamen Hyung lo hace ladear una sonrisa. -Le prometí a JiMin que iría a verlo hoy.

-¿JiMin? -Inclina su cabeza pensativo. -¿Puedo ir contigo?

-Tal vez otro día. Primero debo preguntarle si podemos ir a su casa. Es algo reservado. -Con tristeza, e incluso decepción, el Omega asiente dando paso a la marcha de YeonJun dejándolo de nuevo a solas con HyunJin.

Su mirada clara escanea el gran cuerpo musculoso del pelinegro. La idea de estar seguro entre esos brazos le resulta atractiva, pero la descarta rápido cuando los ojos fríos del hombre caen en los suyos.

-Oppa. -Canturrea poniéndose en pie hasta llegar frente a su ancho pecho. Maldición, le llega por debajo del mentón. Con la mirada enfurecida por el honorífico mal catalogado que el peliblanco no parece querer dejar de gastar y la cercanía irrespetuosa del mismo, el Alfa lo observa colocar su mano izquierda en su pecho, justo donde reposa y se siente a tu lobo cuando cumples los dieciséis y se presentan como adultos oficialmente los licántropos. Su mano derecha la lleva al lóbulo de su oreja sin vacilación comenzando un ligero masaje en el que aprieta y acaricia dicho trozo de piel y carne. -¿Me acompañas tú a la biblioteca? No sé donde es.

Que lo acompañe con un batir se pestañas y lo finalice con un puchero pronunciado derrite la fortaleza del Alfa interior. Su lobo acaba de mover la cola complacido y encantado con el chantaje emocional de ese cachorro mimado. Lento asiente con su cabeza sin querer emitir su voz por miedo a que suene insegura o temblorosa.

JeongIn da un pequeño salto acompañado de un ligero grito, aplaude para sí mismo con una amplia sonrisa y toma, sin darle mayor importancia, entre su mano izquierda, rodeándolo completamente en su hemisferio, el dedo meñique del Alfa para tirar así de él fuera del porche y que este le guíe a la biblioteca.