Capítulo 42~Fase 2, día 1

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-Oppa Kookie

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-Oppa Kookie. ¿Vas a comer el postre, Alfa?

-Joder, sí. -Respondió bajando su voz un tono más grave. Sin delicadeza, nada del cariño y temor con el que lo había tratado hasta el momento, se lanzó a besarlo dejando que su lengua entrara de golpe en la boca ajena. JeongIn gimió fascinado con el sometimiento innato de su Alfa cuando sujetó su trasero levantándolo de la cama para sentarlo en esta de rodillas. -¿Quieres desnudarme tú?

Lo preguntó juguetón y JeongIn asintió realmente ilusionado y feliz con esa idea. Gateando hasta el borde de la cama, donde HyunJin se había puesto en pie, las pequeñas manos temblorosas del Omega sujetaron el bajo de su camiseta y la retiró despacio con ayuda del Alfa. Esos perfectos pectorales, con los pezones color canela y esa maravilla de seis cuadrados musculosos cincelados provocaron que un chorro de lubricante escapara a fuerza de JeongIn quien gimió alto por la sensación viscosa y caliente.

HyunJin llevó su mano derecha, que aún seguía pringada en ese viscoso lubricante con esencia dulce, a la entrepierna de su Omega para pasar sus dedos corazón e indice ejerciendo una ligera presión entre sus nalgas. El menor jadeó en la boca que le besaba y mordía su labio inferior con su típico tirón forzado y salvaje al final. Cuando dejó de tocarlo se dejó caer sobre sus talones aún al borde de la cama con un puchero de inconformidad, el mayor rio leve adorando los labios semimorados e hinchados de su Omega haciendo pucheros.

-Mmm. -Murmuró, como si degustara un gran manjar, mientras lamía su dedo índice superficialmente impregnado en el lubricante. JeongIn pensó que su pene podría estallar al ver aquello. -¿Mi bebé quiere probar? -Ansioso asintió y abrió su boca sacando su lengua. HyunJin llevó sus dedos húmedos allí, disfrutando de la sensación de la lengua dando ligeros lametazos y sorbiendo las yemas de sus dedos autodegustándose y, para qué negarlo, sonriendo como un pervertido. Yang tomó, en un descuido imprevisto, el cuello de su Alfa y lo llevó también a su boca.

-Tú también prueba, Alfa. -Y así lo hizo, ambas lenguas chocándose y restregándose en las falanges del Alfa eliminando todo el lubricante. Al acabar, JeongIn lamió, como si de una paleta se tratase, la lengua de HyunJin.

-A mi bebé le gusta mucho la lengua de su Alfa. -JeongIn asintió. -Creo que tienes cierto fetiche con ella o simplemente con las bocas. ¿Mi Inie tiene fijación oral? ¿Es eso? -Yang pudo vislumbrar la emoción en los ojos oscuros del contrario, pero no sabía qué responder. Su cuerpo estaba sufriendo tanto por encontrarse vacío, sin un nudo y sin alcanzar el orgasmo que tanto necesitaba. Cuando se quiso dar cuenta estaba lloriqueando y tratando, inútilmente por su manos temblorosas, de desabrochar el pantalón del Alfa. -Lo descubriremos más adelante, ahora consigamos que puedas correrte y que mi Omega bonito descanse un rato.

HyunJin retiró sus propios pantalones y ropa interior y volvió a acomodarlo en el centro de la cama con su fuerza muscular divina. Estaba tan perdido en el deseo que se retorcía sobre el colchón y murmuraba palabras inacabadas mientras lloriqueaba. Con cautela llevó una de las almohadas bajo las caderas del Omega y flexionó sus rodillas colocándose entre ellas.

-Amor. -Lo llamó. El Omega gimoteó, pero le prestó atención entre lágrimas. -Te he preparado, pero es la primera vez, así que dolerá un poquito. -Los ojitos agotados y febriles de JeongIn se abrieron sorprendidos y brillando con temor al dirigirse al gran, gordo, duro, largo, venoso y rojo pene de su amante. -Te prometo que te gustará.

-Confío en Oppa. -Su voz tan dulce le hizo sonreír enternecido. Sujetando su falo con su diestra lo alineó en la entrada del Omega, tomándose unos segundos para embadurnarlos en el lubricante sobrante de sus muslos y mejillas traseras. Cuando la cabeza hizo la suficiente presión como para entrar se tensó y apretó las sábanas bajo su cuerpo. -Bebé, mírame. -Pidió. -Solo mírame a mí. -Este asintió y siguió su deseo.

Con las miradas almendrada y negra en constante contacto, con una lentitud que se asemejaba a una caricia, se introdujo hasta que sus bolas chocaron con el esponjoso trasero. Este soltó un suspiro liberador y placentero, se sentía tan bien ser llenado por su Alfa, parecía que siempre le había faltado aquello ahí dentro expandiéndolo y tirando de ese modo tortuoso pero excitante de su cavidad.

HyunJin, siendo el degenerado que se sentía, miró su unión y sonrió victorioso. Joder, el cuerpo de JeongIn era tan pequeño a su lado que su maldito pene apretaba hasta marcarse en la parte baja de su vientre. Lamiendo sus labios llevó su mano derecha a la zona de piel inflamada y apretó ligeramente, el gemido de Yang resonó por toda la casa. Había sonado más bien como un aullido haciendo al mayor perder la cabeza. Salió casi del todo y se introdujo de golpe. JeongIn por fin pudo sentir, en ese rápido movimiento, como su próstata era acariciada y golpeada por el gran pene en su interior volviendo a hacerlo gemir a gritos mientras las lágrimas aumentaban siendo ahora de placer.

-Jinie. Oppa. Más. Más Alfa. -Suplicaba estirando sus manos para acercar el cuerpo grande y sudoroso al suyo, sentir que lo cubría por completo, apretando sus pequeños dedos en las costillas, hombros, bíceps y espalda del Alfa como desahogo a la par que este arremetía con más fervor, fuerza y rapidez en su interior.

Los gruñidos de HyunJin estaban siendo la melodía más bella para el menor, que gemía aún más alto y con la voz rota cuando el Alfa también gemía sin poder controlarse. Para sentirse más cerca, HyunJin, pegó su pecho al de JeongIn y rodeó sus hombros desde abajo de sus axilas. Así, mientras empujaba con sus caderas hacia arriba, con sus brazos empujaba el pequeño cuerpo hacia abajo. Yang mordía el hombro de su mayor, saboreándolo en el proceso y enroscado sus piernas en las caderas de este.

-¡Alfa! -Tal fue el grito, el aullido interno de gozo del Omega, que fuera de la casa se escuchó y varios lobos respondieron al grito de apareamiento. Entre esos lobos estaba SeokJin parcialmente preocupado por su protegido.

El semen de JeongIn manchó ambos pechos y vientres mientras su conducto se hacía más estrecho apretando de manera deliciosa y tortuosa el pene de HyunJin. Bastaron tres estocadas más, que alargaron el orgasmo del Omega, para que el pelinegro se corriera dentro de su pequeño llenándolo de su esencia y anudando con fervor.

El organismo del Omega se puso en funcionamiento y estrujó absorbiendo lo máximo que podía del semen caliente que ardía en su interior. HyunJin se sintió más liberado que nunca, ningún orgasmo lo había hecho aullar y descargar tan complacido como aquel con su pequeño.

-Mi Omega. -Susurró con su respiración agitada mientras se inclinaba a dar varios dulces besos superficiales, pero amorosos, en todo el rostro sudoroso y sonrojado del nombrado. -Alfa te ama.

-Omega también ama a Alfa.

Con ese último susurro, en suspiros de amor, JeongIn cayó dormido agotado, complacido y exhausto todavía con el nudo de su Alfa en su interior. Alfa que se encargó de resistir la postura hasta que pudo retirarse de su interior y arropar más cómodo en la cama a su destinado.

Todavía desnudo, con el corazón latiendo frenético y una sonrisa orgullosa en su rostro, se encaminó a la ventana de su cuarto. Desde el lugar que había sido testigo de su amor pasional con su destinado, aulló fuerte, alto y endiosado al aire. Aulló a la luna, que aún dormía pues era de día, a su manada que tanto amaba... Aulló a todo aquel que pudiera escucharle haciéndoles saber que había encontrado y se había unido a su pareja de vida.

 Aulló a todo aquel que pudiera escucharle haciéndoles saber que había encontrado y se había unido a su pareja de vida

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Flower Baby ⁓ HyunIn ⁓ Hwang HyunJin y Yang JeongInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora