La receta de mi abuela

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Me despierta el ruido de mi móvil sonando. Creí que no había puesto ninguna alarma. Resultó ser una llamada. Cuando miré la pantalla pude ver el nombre de mi hermano en grande. Contesté la llamada y automáticamente apareció en la pantalla la cara de mi hermano con una sonrisilla.

- ¿Qué quieres? Me has despertado idiota.

- No me llames idiota que soy el mayor.

- Me da igual eso no te quita que seas un idiota.

- Y tú una niñata.

- IDIOTA

- NIÑATA

- Bueno, no discutamos más, estoy cansada. ¿Qué quieres? Estaba soñando tranquilamente con quién ya sabes.

- No sé cómo sigues pensando en él, si ya te he contado como es.

- Bueno no voy a discutir eso contigo. ¿En qué puedo ayudar al señorito?

- No me acuerdo de la medida del vino en la receta del pollo asado de la abuela.

- ¡¿Estás haciendo la receta de la abuela?!

- Si pero no recuerdo...

- ¡Yo quiero probar eso!

- Pues le puedo preguntar a Vini si te deja venir a comer. No creo que le importe.

- Depende de quién esté allí.

- Pues estamos Vini, Rodry, Fede, Camavinga y yo.

- ¡Me apunto!

- Pues voy a preguntarle a Vini.
Empezó a moverse por la casa y los gritos de los demás jugadores gritando al televisor se hicieron más claros. Se paró delante de Vini mientras giraba la cámara para que le viera. Que majo mi hermano. Le preguntó a Vini, a lo que vi como él sonreía mientras asentía con la cabeza y le pedía el teléfono a mi hermano. Mi hermano gira rápido la cámara para que no se de cuenta que le estaba grabando a él. Cuando el móvil llegó a manos de Vini pude ver su característica sonrisa y mi corazón se aceleró por dentro, pero tuve que contener mis ganas de gritarle cualquier estupidez.

- Hola Julieta, ¿quieres venir a comer?

- No lo tenía pensado pero como cocina mi hermano...

- Pues vente. Te esperamos entonces.

- Muchas gracias Vini, voy para allá- le mando una sonrisa.

- Un placer que vengas. ¿Te reservo un mando en el FIFA?

- No sé jugar al FIFA.

- Pues cuando vengas te enseño.

- Vale, ya voy.

- Aquí te esperamos.

Colgué la llamada y respiré hondo. No podía creerme que hubiera hablado por videollamada con Vini.

Definitivamente estaba loca por él.
Me puse unos pantalones cortos ya que comenzaba el calor aunque estábamos en abril y con el mismo top de esta mañana y la sudadera de mi hermano del Real Madrid cogí las llaves y cerré la puerta. Mi hermano me había mandado la dirección de la casa de Vini y estaba más cerca de lo que creía. Eran 10 minutos andando si iba medio rápido, y como iba sola llegue a tiempo. Llamé al timbre y escuche un grito de "voy yo" en la voz de Vini. Al abrir la puerta me encontré a Vini con una sonrisa, y detrás estaban todos los demás "escondidos" detrás de un armario.

- Hola Julieta.

- Hola Vini. Gracias por invitarme.

- El momento en el que dejes de dar las gracias monto una fiesta.

Nos reímos y se hizo a un lado para dejarme pasar. Cuando entré Vini se giró y los dos nos fijamos en los demás jugadores escondidos para después reírnos todos de la situación. Nos sentamos todos en el sofá pero me di cuenta que tenía que ayudar a mi hermano con la comida.

- ¿Has terminado con la comida? - le pregunto a mi hermano.

- Me falta el vino, ven a ayudarme.
Me levanté y me dirigí a la cocina bajo la atenta mirada de Vini sobre mi espalda.

- ¿Qué te traes con Vini? - me pregunta mi hermano.

- No tengo nada con Vini, no sé de dónde sacas esas cosas.

- He visto como le miras y como te mira él a tí . Sabes que no me gusta para tí.

- Lo primero, no le miró de ninguna forma. Sabes cuánto admiro a Vini y estar cara a cara con el es muy raro para mí. Lo segundo, espero que no te lo tomes a mal pero me da igual lo que te guste o no alguien para mí. Soy libre de hacer lo que me dé la gana sin tu aprobación.

- Que intensa te pones niña, solo te advierto lo que puede pasar.

- Pero si Vini ni se fijaría en mí para nada, absolutamente nada. Venga que tengo hambre y tiene que estar en el horno media hora mínimo.

Nos pusimos manos a la obra, y cinco minutos después estaba el pollo en el horno. Estábamos preparando la ensalada cuando aparece Camavinga y nos pregunta.

- ¿Por qué tardáis tanto? Julieta te estamos esperando para jugar contra Rodrygo, que nos ha ganado a todos ya.

- Ve tú que ya acabo yo con la ensalada. En 20 minutos todos sentados en el comedor que ya casi está listo - dice mi hermano.

Me acerco al salón con Camavinga a mi lado y cuando llegó Vini me hace un hueco para que me siente. Yo le hago caso y me pone un mando en las manos. Cómo no sé ni cómo se llaman los botones, me cuesta un rato aprender los movimientos, hasta que comienza la partida.

Rodrygo comienza marcando y yo comienzo a dar a los botones al azar, pero Vini pone sus manos encima de las mías y me ayuda. Poco a poco nos acercamos a la portería y Vini me indica a qué botón dar. Presiono y el jugador lanza la pelota, que entra limpiamente en la portería. Me levanto de golpe y me pongo a saltar de la emoción. Todos menos Rodrygo se unen a mi celebración, pero mi hermano nos grita desde el comedor para ir a comer. Paran la partida y vamos todos al comedor.

- No me creo que una mujer te haya metido un gol, boludo - comenta Fede.

- ¡Oye! Aunque sea mujer no soy tonta.

- Bueno Vini también ha influido un poco - contraataca Rodrygo.

- Pero si no sabía ni jugar, alguien se lo tenía que explicar - se defiende Vini.

Terminamos de comer y cada uno se va a su casa pero mi hermano se empeña en recoger la cocina ya que la ha ensuciado él.

- No te preocupes que ahora lo recojo yo - le dice Vini. Pero mi hermano el cabezota no hace caso, y yo le ayudo para irnos antes. Vini también ayuda y entre los tres terminamos bastante rápido. Cuando acabamos nos despedimos y de camino a casa me llega una notificación de Vini en Instagram.

* vinijr ha enviado una solicitud de seguimiento.




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